Por: Daniel Gaona Torres
El tráfico en Bogotá es uno de los más congestionados en el mundo, que ocupó la casilla 19 en la clasificación en 2023 de TomTom Traffic Index.
Ante la aparición de esta plataforma y los constantes reclamos por la baja calidad del servicio de transporte masivo tradicional, el Ministerio de Transporte señala que: “En Colombia no está autorizado prestar bajo ninguna modalidad o condición el servicio público de transporte de pasajeros en vehículos de dos ruedas, que, por el contrario, se considera una actividad ilegal”. Esta situación ha significado un constante debate entre quienes están a favor del uso de la aplicación como modalidad de transporte y los que consideran que además de ilegal, es también peligrosa para los prestadores del servicio y para los usuarios.
Pero más allá de que las motocicletas no sean aptas para brindar un servicio de transporte de pasajeros, hay otros tantos factores que implican que esta alternativa aún no obtenga su acreditación como servicio autorizado en el país, pues existen vacíos en lo referido a aspectos legales que debería cubrir la aplicación en casos hipotéticos como accidentes y hurtos. Pero ¿por qué la gente sigue optando por este servicio, conociendo todas estas irregularidades?
El Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) y el de Transmilenio se han convertido en el epicentro de mayor afluencia de pasajeros, vendedores ambulantes, habitantes de calle y artistas. Si bien se trata de un servicio público, esta situación no deja de ser incómoda para quienes pagan el ingreso al sistema, razón por la cual el congestionamiento de los articulados genera descontentos y un alto índice de inseguridad.
A diario, particularmente en las denominadas horas pico, algunas personas sacan provecho de esto para hurtar las pertenencias de los pasajeros, adicional a los habituales colapsos del sistema cuando se presentan bloqueos en la ciudad, hecho que genera retrasos en su operación, lo que ha llevado a muchos capitalinos a usar esta plataforma, tanto que en en 2023 contaba con cerca de 1,5 millones de usuarios, según el portal Las 2 orillas
Juan Pablo Hernández, un joven universitario de 20 años, que a diario usa este servicio para llegar a su Universidad, manifiesta que es una forma rápida y económica para movilizarse, en comparación con otros medios de transporte como taxis y articulados del SITP: “Yo creo que la ventaja de usar Picap, es que además de ser más seguro en cuanto a que uno no está expuesto a que lo roben en su trayecto, es que uno puede conocer detalles como la calificación promedio que tiene el conductor, los comentarios que han hecho otros usuarios sobre el mismo conductor y la cantidad de viajes que ha realizado”.
Según un estudio de 2023 de la Personería de Bogotá, el 40.2 % de los usuarios de Transmilenio han sido víctimas de hurto en este medio de transporte público, con el teléfono celular como el bien más codiciado.
¿Pero qué opinan las personas que ven en Picap una forma de trabajo, o una oportunidad de ingresos adicionales? Es el caso de Cristian Rodríguez, que se dedica a este oficio desde enero del presente año: “Yo decidí trabajar en picap porque tengo moto, manejo hace más de 20 años, una garantía para la gente porque tengo bastante experiencia al manubrio. Aparte me sirve de mucho esa platica extra para cubrir otras obligaciones, pues la aplicación me deja un buen margen de ganancia por cada servicio que hago”, manifestó Rodríguez, que en la actualidad tiene una moto Pulsar FZ 150.
Por su parte Esteban Martínez, un joven habitante de la localidad de Bosa, manifiesta que no recomendaría el servicio de Picap, con el argumento que existen otras aplicaciones que pueden brindar una mejor experiencia de movilidad: “No lo recomiendo para nada, hay otras alternativas como Uber o DiDi motos, (servicios también reconocidos como ilegales), que son mejores en cuanto a los servicios de los conductores; son personas más responsables, amables, y sus motos y cascos están en mejores condiciones, lo que le da un valor adicional al momento de calificar al conductor. Estas dos últimas aplicaciones son las que más utilizo, picap no es una alternativa positiva”, expresó Martínez.
Para que Picap y otras tantas aplicaciones tengan acreditación legal para su ejercicio, es necesario estudiar los vacíos y fallas que presentan estos sistemas en su intención de brindar un servicio de transporte que tenga como prioridad la seguridad de los usuarios.
Esto supone un compromiso del trabajador/conductor con la calidad del servicio y el buen estado de sus vehículos, pues si una moto no cumple con esta condición, no habrá como brindarle al usuario la garantía de que gozará de una experiencia donde su integridad y la del conductor no estarán en peligro, pues los motociclistas son actores viales vulnerables en comparación con los conductores de vehículos automotores.