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Protesta pacífica y creativa en el Norte de Caldas

El Paro Nacional ha alcanzado lugares alejados de Colombia y el mundo. Jhoiner Alfonso Mejía, líder sindical en el Norte del departamento de Caldas, explica cómo la manifestación pacífica, joven y creativa, lleva la bandera del clamor social en este lugar.

Por: Gustavo Adolfo Montes

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Desde el 28 de abril se desarrolla en Colombia el Paro Nacional 2021, un hecho que tiene al país bajo la mirada de la comunidad internacional y ha puesto al Gobierno Nacional en el ojo del huracán.

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En esta ocasión, la manifestación no solo se da en las principales ciudades de Colombia; ciudades en otros países y pequeños municipios en provincias alejadas de los departamentos, también han levantado su voz en casos similares al de Pácora, un pueblo ubicado en la región Norte del departamento de Caldas, donde jóvenes y docentes han promovido la movilización no violenta. Jhoiner Alfonso Mejía, es uno de los líderes sindicales del paro en el municipio y analiza los motivos y condiciones por las que se da su protesta simbólica.

Mejía es Licenciado en Matemáticas y Magíster en enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales. Desde el año 2018 labora en la Institución Educativa Marco Fidel Suárez de Pácora, su municipio natal.

Desde su trabajo en el magisterio y su rol como miembro activo del sindicato de Educadores Unidos de Caldas (EDUCAL), ha promovido entre jóvenes y docentes la manifestación creativa y pacífica en el marco del Paro Nacional.

Para Mejía, esta manifestación es un reclamo por las garantías que el Gobierno Nacional aún no le cumple a la ciudadanía, postura desde la que analiza, con sombrero aguadeño y matraca en mano, el panorama de la protesta en la región Norte del departamento, conformada también por los municipios de Aguadas, Salamina y Aranzazu.

Hay unos puntos claros en el pliego de peticiones del Paro Nacional, que van desde la caída de la reforma tributaria y la reforma a la salud, hasta el rechazo de las fumigaciones con glifosato. En el caso de Pácora y de EDUCAL, ¿cuáles son las peticiones específicas en la manifestación?

Jhoiner Alfonso Mejía: La primera razón es unirnos al clamor social, indiferentes de lo que estemos afectados como gremio, porque la reforma tributaria nos tocaba a todos y, sobre todo, la reforma a la salud.

Nosotros tenemos un régimen especial que no es el perfecto, de hecho, muchos de nuestros paros han sido para que se mejore el sistema de salud de los docentes y hemos tenido muchos problemas, los mismos que se ven en el sistema subsidiado los vemos nosotros a pesar de que somos un régimen especial y nos descuentan los aportes a la salud.

En términos de gremio, el motivo son los incumplimientos, principalmente. Cada determinado tiempo se entrega un pliego de peticiones como sindicato, que lo hace EDUCAL en el departamento de Caldas, y se hace también como federación a través de FECODE.

De los puntos aprobados falta más del setenta por ciento por cumplirse. Una parte principal como gremio es el cumplimiento de los acuerdos a los que se ha llegado en paros anteriores, entonces nos unimos pidiendo que se cumpla lo que ya se acordó.

Hasta el momento y como efecto del Paro Nacional 2021, ¿les han dicho algo acerca de esos puntos que usted comenta?

J.A.M: Hasta hoy no, el sindicato no nos ha hablado acerca del logro de algún punto de esos, porque las mesas de negociación aún no se han sentado, sobre todo por la parte de los jóvenes.

Aquí el paro es principalmente de los jóvenes; debería haber más apoyo de parte del magisterio, pero uno ve las marchas y especialmente son los jóvenes. Desde hace mucho tiempo otro de los puntos que ha postulado el magisterio es el estatuto único.

Nosotros tenemos dos estatutos, el 2277 y el 1278, y queremos un estatuto único en el que haya unas garantías generales para todos; lo que se acordó es hacer una reunión tripartitita, entre la Federación, el Congreso y el Ejecutivo, para analizar el tema, pero eso está quieto y lo están dilatando.

Se acordó discutirlo, pero han estado en un proceso de dilación y no se ha llegado a un acuerdo concreto.

Entonces ¿el gremio de los maestros aquí continúa en paro hasta que se respondan sus peticiones específicas o hasta cuándo?

J.A.M: El paro cogió una fuerza social muy grande y no tiene una bandera determinada: es de educadores, de comerciantes o de camioneros. Yo no creo que continuemos, porque, a pesar de que hay muchos docentes en paro, centrándonos en Pácora, los docentes entran y salen, empezamos unos y otros se han retirado. Y eso es porque no hay mucha conciencia del paro en sí, en Pácora no hay una apropiación del paro por parte de muchos docentes.

Al magisterio se le han hecho críticas en diferentes paros y dicen “vea, están pidiendo plata”, pero si uno observa este paro, no estamos pidiendo remuneraciones, aumentos ni nada de eso, aunque siempre se ha pedido una nivelación salarial que se ha venido dando y ya estamos llegando a los últimos años de esa nivelación, por eso se pide darle continuidad, porque históricamente el salario de los docentes, en lugar de ir aumentando, se fue estancando, algo no se puede ocultar aunque este paro no es para eso.

Decir que, si se llega a acuerdos en otras cosas, los docentes seguimos en paro, yo diría que no; como es de carácter tan social, se piensa más en términos generales que en lo particular como gremio. No veo la suficiente fuerza en el magisterio para decir que continuamos solos.

Pero en Pácora y el Norte de Caldas la bandera sí la llevan los jóvenes y los docentes, no tanto otros gremios.

J.A.M: Aquí juega mucho la cultura. A la gente le da pena salir a marchar, hay mucha desinformación; como es un pueblo tan alejado, la gente se centra en los dos medios de comunicación principales y esos medios estigmatizan mucho la protesta.

Uno se da cuenta que hay muchachos que quieren salir a marchar y los papás no los dejan o lo ven feo porque piensan exclusivamente en la imagen que les están dando los medios de comunicación de lo que es una protesta; piensan que salir a protestar es salir a tirar piedras y eso no es.

Aquí juega mucho la parte cultural y no vamos a negar que este es un entorno de ideas muy conservadoras y tradicionalistas, entonces no podemos esperar que la gente salga en pleno a marchar. Aunque uno sí va notando cambios.

¿En qué aspecto nota usted esos cambios?

J.A.M: El hecho de que se vea esto principalmente en los jóvenes ya es un cambio. Uno ve el cambio en la forma de pensar y se nota cómo compañeros que uno veía tan cerrados en la derecha, ya tienen unas ideas más progresistas, empiezan a quitarse un poquito la venda y a ver un poco más allá. No digamos que es un cambio general, pero sí se da poco a poco.

Usted tocaba el tema cultural, ¿este factor ha influido para que las manifestaciones aquí no sean violentas como en otros municipios cercanos, sino más simbólicas y creativas?

J.A.M: Sí, porque eso es lo que hemos buscado. La imagen que hemos querido proyectar como subdirectiva de EDUCAL y como sindicato, es que no vean la protesta como el hecho del daño. La protesta es hacernos escuchar, sentir y ver al no estar de acuerdo con cierta política y eso no quiere decir que tengamos que ser vándalos o que tengamos que hacer un montón de daños.

Lo que hemos hecho son salidas: damos una vuelta al pueblo y vamos cantando. Lo que pasa es que los muchachos y sus arengas a veces se suben de tono y hay gente que se sonroja por eso, aunque uno escucha hablar a las personas en su cotidianidad y como mínimo está el insulto, pero lo escuchan en público y parece vulgar.

La mayoría de arengas de los muchachos sí tiene su vulgaridad o grosería, pero es su sentir y esperar que los muchachos salgan en una marcha solamente a decir “abajo, abajo”, es muy difícil.

La movilización y la manifestación es un derecho que debe ser propiciado por los entes gubernamentales, ¿cómo son las garantías para la movilización en Pácora?

J.A.M: No ha habido problema; la Policía no se mete, pero sí está pendiente. Aquí hubo una iniciativa juvenil sin cabeza, es decir, sin una persona que dijera “yo soy el líder, yo estoy haciendo esto y estoy tramitando estos permisos”.

Los muchachos se empezaron a citar y no sabían que había que pedir un permiso e informar los términos logísticos, de organización y del diálogo entre la administración y la fuerza pública; no hicieron eso, pero nadie vino a imponer los requerimientos.

Siempre ha habido respeto y libertad hacia la protesta, pero sí se les hizo la recomendación y ahí la subdirectiva de EDUCAL en Pácora empezó, como cabeza de la movilización, a mostrarle a los muchachos que hay que ir a solicitar el permiso para la marcha, a informar las rutas por las que se va a estar y que en algún momento van a haber afectaciones en la movilidad.

Es decir, EDUCAL acogió las ideas de los jóvenes y le dio forma a su manifestación.

J.A.M: Sí, porque, de hecho, la parte cultural fueron los jóvenes quienes estuvieron con sus canciones, la música que les gusta, mucha música de protesta latinoamericana; todo en el plantón cultural.

¿De dónde surgió la idea de ese plantón cultural?

J.A.M: Desde la directiva de EDUCAL envían cada semana un cronograma y dentro de él estaba la propuesta de hacer actividades culturales.

Lo que hicimos en Pácora fue no decir que haríamos un acto cultural, sino hacer un plantón dentro del que tendríamos unas actividades culturales, porque debido a la falta de cultura en términos de la protesta, mucha gente puede pensar y decir: “no vamos a asistir o no vamos presentar porque eso es una protesta”.

La verdad es que resultó muy bien, a la gente le gustó y aunque había muy pocas personas al comienzo, viendo las presentaciones la gente se fue arrimando, de pronto no en términos de la protesta, pero se aprovechaba el hecho para ir diciendo: estamos en la protesta, estamos en contra de esto y así se hace una protesta. También es una apuesta por ir generando y transformando la cultura.

¿Cómo ha sido la articulación para la manifestación con los otros municipios de la región, Aguadas y Salamina?

J.A.M: El miércoles 19 de mayo estuvimos en Salamina. La idea era que fuera todo el Norte, pero había algunos cierres en las vías, solo faltó Aranzazu.

La idea es concentrar la movilización, como en cada municipio somos “poquitos”, para que se viera la gente, porque el ideal de la protesta es que se vea la multitud en contra de lo que está sucediendo.

EDUCAL siempre articula a los municipios de la región, pero en Manizales, citando a las diferentes subdirectivas y los docentes viajan; a raíz de eso dijimos:  por qué marchamos en Manizales y no podemos hacerlo en Pácora para que la gente vea y se inicie en la cultura de protestar en paz.  

Entonces ¿qué es lo que falta en las movilizaciones de los pueblos pequeños como Pácora, para que se visibilicen como las de ciudades y pueblos un poco más grandes?

J.A.M: Se visibilizaría más si hubiera más conciencia de la población. Si nosotros vemos históricamente cómo han sido las marchas aquí, de tres años hacia atrás, los profesores hacíamos paro, pero encerrados, era día sin clase y no salíamos para que la comunidad viera y notara.

Hace dos o tres años empezamos a salir, aunque fuéramos pocos. Se deben aprovechar también las arengas porque sirven para ir diciendo el por qué y mucha gente a veces no se da cuenta por qué se dan los paros.

Me hablaba de la acumulación de motivos que ha movilizado la manifestación de los profesores; para usted que, además, trabaja como docente con jóvenes, ¿cuál es la motivación de ellos?

J.A.M: Hay muchachos de los que han marchado que son estudiantes universitarios, pero como están estudiando a distancia, hacen sus marchas acá.

Yo pienso que es el sentir y el ver que la oportunidad que ellos tienen les ha tocado con las uñas o no han visto suficiente apoyo del Estado, les hubiera gustado tener una oportunidad antes porque les tocó quedarse un tiempo sin hacer nada y vivir en municipio lejano es difícil muchas veces para acceder a la educación, no solo por el hecho de ingresar, el problema no es tener la matrícula gratis, el problema es el sostenimiento en la ciudad.

Otro tema es que dicen que la matrícula es gratis, pero si en determinada universidad solo hay cincuenta cupos y aspiran mil, ¿cómo se hace ahí? Se deben ampliar los cupos para que más personas puedan ingresar. En los jóvenes es ese sentir, sus aspiraciones futuras, las ganas de superarse, de irse a estudiar y después ver la posibilidad de volver.

¿Ustedes se sienten realmente representados por las personas propuestas para los espacios de diálogo con el Gobierno?

J.A.M: Hay mucha gente que aprovecha y pesca en río revuelto, eso se da y se ve, pero debe existir una mesa, porque con todo el mundo no se puede hablar. Debe haber una representación, unas figuras visibles y unas personas que de verdad sientan al pueblo.

En el caso de los maestros es relativamente sencillo porque sí ha habido elecciones para nuestras subdirectivas y directivas, esos representantes pueden salir a decir que están allá porque los elegimos, pero hay otras personas que están allá porque hablan mucho en redes sociales, pero no están representando al pleno de la juventud o de la sociedad inconforme, porque aquí hay madres de familia, desempleados, camioneros…

Ahí está lo difícil de la negociación, pero es necesaria una mesa de diálogo porque protestar solo por hacerlo no tiene sentido y debe haber unas cosas claras en el momento de hacer una negociación, que se tenga con quién firmar y que sean cosas reales, porque está pasando que se empieza a decir en redes “como ya lograron esto, entonces empiecen a pedir esto otro” y no, ese tampoco es el sentido.

Si en el camino se empieza a pedir más, nunca vamos a acabar y lo que pasa ahí es que el Gobierno va a aprovechar y esto se va a acabar porque va a perder fuerza y porque la gente también se va a cansar; para los muchachos de primera línea, esos jóvenes aguerridos que han estado ahí, la fortaleza tampoco es infinita, por eso se debe saber en qué momento hacer las negociaciones.

Lo que ha hecho mal el Gobierno es llamar a los que ellos consideran ser los representantes y así no es, porque si la gente no se ve representada, nunca se va a llegar a un acuerdo.

Para cerrar, desde su visión como docente y líder de EDUCAL, ¿cuál es el mensaje que desde Pácora quieren que escuchen los miembros de las negociaciones con el Gobierno y quienes no están llevando la protesta en paz como se hace aquí?

J.A.M: Toda revolución exige un sacrificio y no se pueden esperar cambios positivos para la sociedad solo con un diálogo calmado; también debe haber una forma de despertar, pero eso no implica afectar la integridad y los bienes de los demás, porque ahí se empieza a deslegitimar la protesta y se va perdiendo el apoyo del pueblo.

Los que están vandalizando, los que roban y saquean, no son los que salen con ideas y sensación de cambio, esas son personas que provechan las condiciones, así como se han visto casos en los que esos altercados los aprovecha la fuerza pública para apretar más y atacar de forma más fuerte de lo que hubiera sido en una marcha pacífica.

Suponer que uno va a hacer una marcha en una ciudad y que todos vamos a andar por el andén para que la gente transite normal, es un imposible, de hecho, por eso se llama paro: nos debemos sentir afectados para que haya una sensación de apoyo, pero no vandalizando.

Finalmente, Mejía recalca la necesidad de propiciar un cambio en la forma de ver la manifestación social en los pueblos y la demanda de un mayor compromiso por parte de la ciudadanía para apropiarse de los temas sociales y hacer audible la voz de los lugares más alejados del país, donde las garantías para la vida también son importantes.

| Nota del editor *

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