Por: Laura Londoño Castillo y Cristian Cárdenas Rodríguez
El decreto 883 en su máxima extensión, eliminaría los subsidios de la gasolina extra y el diésel, generando así un aumento considerable en su costo, además de la imposición de medidas que pasan por la reducción de los salarios y la eliminación y privatización de entidades públicas, decreto que se tumba gracias a la protesta social.
Sin embargo, frente a estas medidas injustas y deplorables para la población ecuatoriana, miles de personas se levantaron durante 12 días en digna rabia y resistencia para exigir que se respete la autonomía de los pueblos y la dignidad humana. A a lo largo del paro nacional, se registraron 7 muertos, más de 2 mil detenidos y un saldo de aproximadamente 900 heridos(as).
Ante este panorama, el presidente Lenin Moreno implementó medidas represivas y violentas militarizando y anunciando toque de queda para Quito y los valles.
Ahora bien, el pueblo ecuatoriano sigue demostrando que es posible lograr cohesión de los diferentes sectores sociales para contraponerse a un sistema que sigue sumergido en la lógica de intereses serviles al capital, dejando de lado las peticiones y las justas luchas de los sectores que históricamente han sido marginados.
Desde las Voces en Movimiento nos solidarizamos y tomamos como propia la disputa por los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos, creemos enfáticamente en que este acontecimiento sirve de ejemplo para las diferentes luchas que se vienen gestando en Latinoamérica en contra de modelos extractivos, represivos, patriarcales y neoliberales.