Por: Daniel Rojas Chía
Desde el libro de Bram Stoker, Drácula, publicado en 1897 y con una película dirigida por el maestro Francis Ford Coppola del mismo nombre en 1992, llega ahora una versión que no se centra por completo en Drácula, sino en su sirviente: Renfield, un claro homenaje al Drácula de Tod Browinng (1931) con el inmortal Bela Lugosi.
En esta ocasión el director de grandes películas como ‘The lego movie’ (2014,) Lluvia de hamburguesas (2009) o la maravillosa The Mitchells vs. the Machines (2021), ahora llega con este punto de vista alternativo con Robert Montague Renfield (Nicholas Hoult) y con un Príncipe de las Tinieblas desarrollado por un Nicolas Cage extravagante, exagerado e inclasificable, que resulta ser bueno, pero en ocasiones solo disfrutable para quienes lo hacemos en todos sus desniveles.
En cambio, Renfield se muestra como un pasivo/agresivo personaje que demuestra su carácter comiendo bichos y haciendo saltar sangre en la pantalla, logrando por medio de la violencia y el humor negro un ritmo casi de parodia que funciona por momentos, pero que llega apenas en una hora y treinta y tres minutos a su cometido que no era otro que el de identificar a un público actual en una relación tóxica con algo de humor y gore.
La cinta encuentra buenos y graciosos momentos gracias a Rebeca Quincy (Awkwafina) y el mismo Renfield, que, entre un romanticismo desparejo y momentos inverosímiles, le dan empuje a una historia que no expresa más de lo que muestra, sin ninguna intención de proponer algún tipo de profundidad o llevarla a otro lugar.
Tal vez entre sangre y algunos chistes no sea tan evidente la muy buena banda sonora compuesta por Marco Beltrami, de gran experiencia en películas como Un lugar tranquilo (2018), Scream (1996) o Ford vs. Ferrari (2019) entre otras.
En conclusión, Renfield tiene por momentos secuencias de cine clase B que personalmente, no pensé disfrutar tanto ya que es muy graciosa, también es una película justa de tiempo para su historia y que logra dejar en el espectador varios buenos momentos dentro de la extravagancia, pero siento que es una película que puede ser odiada o amada, sin términos medios.
Aunque el protagonista es Nicholas Hoult sin duda media película es Nicolas Cage, así que, si no simpatiza con el actor nacido en California, puede que lo ridículo sobrepase lo divertido. Vaya al cine y saque sus propias conclusiones.