Por: Heidy Sanchez – Juan Monroy
El mercado laboral independiente fue uno de los más afectados en época de pandemia, pero sin duda el campo de los artistas, músicos, actores y tatuadores fue de los últimos en iniciar el proceso de reactivación económica. Por esa razón, se entrevistó al joven bogotano Sergio Buitrago, tatuador de Bogotá que inició su labor hace 6 años en un estudio de tatuaje muy reconocido y a medida de los años fue creando su propio estilo especializándose en blackwork y puntillismo, con el fin de conocer su trabajo artístico y cómo el mercado laboral pospandemia lo ha ayudado a sostenerse.
¿Cómo ha sido el mercado laboral pospandemia?
No he notado el cambio, ha sido muy lineal todo con los clientes. En temas de insumos sí nos afectó, subió el costo de los materiales por lo que la mayoría de los productos que utilizamos son importados, ahí sí nos afectó en tema de costos.
¿Cuál es la mejor manera para presentar su trabajo?
Actualmente, con el auge de las redes sociales, el internet y demás, la red social que busca la gente para asesorarse es Instagram, se toma como base para ver las imágenes y el portafolio de cada artista, ahí es donde los artistas subimos todos los trabajos y todo el contenido relacionado.
¿Ha participado en los festivales de tatuajes? y si ha sido así ¿Cómo fue la experiencia?
Sí, he participado solo en uno, quería estar preparado para empezar en ese ambiente y fue una experiencia bastante enriquecedora porque se ve bastante el tatuaje en su amplia gama, se ven colores, sombras, hay de todo: música, pintura, dibujo y obras diferentes. La idea es seguir participando en más convenciones y si se puede, internacionalmente.
¿Aún se ve reflejado el tema de los tatuajes como un tabú?
No, yo creo que ya ese estigma social que se tenía del tatuaje carcelario y demás ha bajado bastante, ya el que no esté tatuado es el raro, ya ese estigma pasó.
Antes de entrar al mundo de los tatuajes ¿en algún momento trabajó como empleado? y si fue así ¿Qué tan difícil fue el cambio a ser independiente?
Sí, efectivamente trabajé varios años como empleado. El cambio fue difícil porque estar acostumbrado a algo estable, a estar en un lugar que ya tienes un salario fijo, que no te preocupas por nada más que por cumplir un horario y pasar a hacer algo diferente, no es fácil. Entonces estar manejando tu tiempo y tu dinero ya es bastante complicado.
¿Ser tatuador es rentable en estos tiempos?
Sí, lo ideal es tener un buen flujo de clientes para poder tener el ingreso, porque si no sería complicado.
¿Cómo se puede catalogar los tipos de costos a la hora de realizar un tatuaje?
La piel es un lienzo bastante complicado de trabajar, no es como una hoja, un cartón o un papel. Todo el tema de diseño, forma, color, tamaño influye a la hora de tatuar, ya al momento de darle un precio se tiene que tener en cuenta el tiempo, porque la gente siente dolor, entonces hay que mirar esa variable y los detalles.
En la pandemia del COVID – 19 ¿Afectó su forma de empleo?
Al principio, recién nos aislaron que fueron como 15 días, estuvo todo el mundo quieto, juicioso, entonces esos 15 días sí estuvo quieto, pero después ya fue absolutamente normal.
¿Hace cuánto es independiente?
Aproximadamente seis años.
¿Qué ha sido lo más difícil de ser tatuador?
Todo ha sido demasiado complicado, llegar a un nivel para conseguir mejores clientes y que ellos vuelvan. Obviamente mejorar las técnicas también es bastante complejo y aún así seguimos aprendiendo y mejorando.