Por: Daniel Rojas Chía
Siguen llegando películas de videojuegos a la gran pantalla, que acuden a la nostalgia como herramienta de taquilla, y uno de los lanzamientos más grandes y esperados del año no fue la excepción.
Super Mario Bros: La película es una cinta de animación para toda la familia que, con ritmo frenético, al mejor estilo del videojuego, no deja personajes sin aparición desde el basto y multicolor mundo creado por el ahora también productor de la película Shigeru Miyamoto. Este icono pop tiene en sus espaldas décadas de transitar en numerosos videojuegos por varias consolas, que le permiten no envejecer frente a nuevos jugadores y seguir fiel a quienes han estado toda una vida con los hermanos Bros.
De Super Mario Bros destaca su capacidad para encontrar nueva audiencia, y son muy pocos los iconos que pueden darse ese lujo, y el estudio de animación Illumination Studio, responsable de grandes taquillas con películas como la franquicia de Los Minions, lo sabe. Es por eso que los creadores de esta cinta centraron sus energías en la calidad visual y lo lograron. El mundo construido para la película es una carta de amor para cualquier fan que vea los colores, los personajes y los detalles de cada mundo que recrean lo que pasaba en las numerosas consolas. Los tipos de peces, los hongos, sus efectos, etc., hacen que esta película tenga lugar en un mundo feliz para toda la familia, dejando al margen la historia, su lado menos afortunado. Pero:
¿Era necesario que tuviera profundidad?
Super Mario Bros: La película logra la adaptación de un video juego a la gran pantalla con una asombrosa animación que durante 93 minutos maravilla a las personas que crecimos con los fontaneros de Brooklyn entre cañerías y un sin fin de personajes que siempre estaban allí al prender la consola, que ahora se pueden disfrutar en la silla de una sala de cine.
Una película que logró su objetivo sin arriesgar nada, con una historia que no toma más protagonismo que sus personajes, que se centra en el video juego, logrando hacer lo que pretendía: la adaptación de un video juego a la pantalla grande.
En esta ocasión el propósito no es salvar a la princesa sino a su hermano, que, gracias a las tendencias sobre los personajes femeninos, la princesa es una líder que no necesita que la rescaten, que refleja muchos de los valores de la sociedad actual.