La corporación de telecomunicaciones británicas British Broadcasting Corporation (BBC), afirmó el pasado 29 de septiembre que se crearán una serie de regulaciones sobre el uso de las redes sociales por parte de los empleados, con el fin de que prevalezca la imagen de imparcialidad que proyecta la corporación.
Según el director general de BBC, Tim Davie, todos los trabajadores que laboren para esta empresa deben ser imparciales y por lo tanto no deben hacer públicas sus opiniones personales frente a los temas coyunturales del mundo.
“Si quieres ser un columnista tendencioso o activista de partido en las redes sociales, es una elección válida, pero no deberías estar trabajando en la BBC”, afirmó Davie.
La polémica
Así como algunos están de acuerdo con las directrices sobre el uso de redes, otros podrían llegar a considerar que las nuevas regulaciones el director general de la BBC cohíben a los periodistas de expresar libremente sus opiniones.
Porque según la Declaración Universal de Derechos Humanos “toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Por otra parte, los periodistas desde su formación tienen un compromiso ético y moral con la verdad y la sociedad. La libre expresión además de ser un derecho que cobija a todos, también se convierte en un poder que requiere de mucha responsabilidad, por lo que los periodistas deben actuar como veedores sociales y no como activistas de cualquier índole.
Historia de la BBC
El 18 de otubre de 1922, un grupo de británicos fabricantes de radios fundó la BBC para ofrecer un servicio de radio experimental, pero fue hasta el 1 de junio de 1927 que mediante una carta real (decreto expedido por un monarca) se garantizó la independencia de la compañía de comunicaciones ante los controles políticos y comerciales, por lo que hoy en día ofrece un servicio informativo de carácter público.
Desde su fundación, la BBC ha sido criticada por su “falta de imparcialidad” en el cubrimiento de acontecimientos históricos solo por el hecho de no apoyar deliberadamente a la mayoría de los poderes tradicionales o por refutar la opinión de la mayoría con respecto a un tema coyuntural.
Aunque en algunos casos la BBC también ha tenido que disculparse por publicar contenidos que promueven estereotipos sociales, por hacer comedia con las opiniones de mandatarios internacionales utilizando calificativos y por realizar series consideradas como hispanofóbicas.
Cambios estructurales en la corporación de comunicaciones
Varios de los escándalos que involucran a la BBC han estado relacionados con la desinformación al momento de publicar la noticia o por ocultar información para proteger los intereses de los poderosos, y esto le ha costado el puesto tanto a los periodistas como a los directores de la corporación.
Las publicaciones poco imparciales de algunas figuras destacadas de la cadena de medios han puesto en la mira a la BBC por “atacar” a algunos sectores. Por esto, Davie enfatiza en la importancia de que todos los miembros de la BBC se comprometan a publicar información imparcial para recuperar la credibilidad de la población y evitar escándalos que comprometan a la corporación.
“Si alguien es el rostro de la BBC y se mete en políticas partidistas, no me parece que sea el lugar adecuado en el que estar y he sido muy claro sobre esto”, afirmó Davie.
Los medios de comunicación públicos son influyentes a la hora de presentar la información, por lo cual la responsabilidad de exponer los acontecimientos es mayor y en ese sentido es necesario que los periodistas sean objetivos e informen a la población desde una perspectiva veraz y sin arbitrariedad.