La isla griega de Samos y la costa egea de Turquía fueron sacudidas por un terremoto de entre 6,6 y 6,8 de magnitud en la escala de Richter y llegando a los 7,0 en la provincia de Esmirna (Turquía); sintiéndose también en las capitales de dichos países, Atenas y Estambul.
Este movimiento telúrico en Grecia y Turquía ha dejado 4 muertos y más de 100 heridos, hasta el momento. Y se ha reportado el colapso de varios edificios a lo largo del territorio, representando importantes daños materiales.
Los movimientos del terremoto también ocasionaron un mini tsunami que inundó el puerto de Samos (Grecia) y Esmirna (Turquía). También, ha aumentado el nivel del mar, por lo que se teme la desaparición de pescadores y se solicitó a la gente alejarse de las zonas costeras, por precaución.
Estos países se encuentran en una de las fallas geológicas más activas del mundo, siendo comunes este tipo de fenómenos en dichos territorios. En enero de este año un terremoto en Sivrice (Turquía) dejó más de 30 personas muertas y más de 1.600 heridos. Y, previamente, en julio del año pasado, Atenas (Grecia) sufrió un temblor que dejó a la casi toda la ciudad sin energía.