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Las PYMES, otro damnificado por el Coronavirus

Frente a la situación que está viviendo el mundo y Colombia con el COVID-19 la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció la declaratoria de calamidad pública en la capital, está medida funciona como una estrategia para que el Distrito pueda hacer uso de los recursos y responder a las necesidades de una situación en particular. Sin embargo, muchos de los habitantes, comerciantes y trabajadores de la ciudad se sintieron alarmados, por no tener claro lo que significaba esta situación.

A raíz de esta situación son muchos los sectores que se ven afectados como los pequeños comerciantes y el comercio informal en Bogotá, debido a ciertas restricciones que ha impuesto el gobierno para evitar la prolongación del Coronavirus, como el cierre de colegios y universidades, entidades públicas y las campañas como #QuédeseEnCasa.

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Con una tasa de desempleo del 13% los ciudadanos se han visto en la necesidad de emprender nuevos proyectos, en su mayoría informales, según el Registro Individual de Vendedores Informales  (RIVI) del año  2019  donde dan a conocer un listado por localidades donde se reconoce la existencia de vendedores en el espacio público, donde, según las cuentas, en Bogotá hay más de 50.000 comerciantes informales.

https://datosabiertos.bogota.gov.co/dataset/rivi-vendedoresinformales/resource/b48b695e-0f93-423f-b52a-f5650a312d90

UNIMINUTO Radio habló con 4 comerciantes informales y 2 dueños de pequeñas empresas de diferentes puntos de la ciudad, los 3 vendedores situados en la localidad de Usme y Puente Aranda, manifiestan que por el momento las ventas se han mantenido, por ende no han visto una afectación económica significativa, pero,  para ellos es importante rechazar medidas como el toque de queda y la cuarentena en Bogotá, dado que son muchas las familias que sustentan sus necesidades como el arriendo, la alimentación y los servicios, gracias a las ganancias por sus trabajos.

Para Ana, comerciante informal de la localidad de Engativá, “es difícil  aprender a vivir con restricciones”, pues la universidad que estaba cerca de su punto de trabajo, cerró sus puertas para implementar el teletrabajo y las clases virtuales, por esta razón su estabilidad económica  y la de su familia se ha visto  perjudicada, como ella dice “si no trabajo, no como, entonces no me puedo quedar quieta”.

Leidy, microempresaria bogotana, afirma que en caso de un toque de queda, no solo se afectarían los comerciantes, sino toda la población en general. Por el momento, sus ventas se mantienen estables, pero si la magnitud del virus se extiende, las afectaciones económicas serán grandes, porque debe seguir pagando un arriendo, los servicios y hay la probabilidad que algunos de los productos que vende se puedan descomponer. Por otra parte, Gabriel, dueño de un restaurante en el barrio Restrepo, confirma que hasta el domingo pasado las ventas disminuyeron en un 40% y asegura que estás seguirán en descenso, por el miedo a contagiarse, las personas han dejado de salir a comer en establecimientos públicos y todos los eventos que tenía programados en su restaurante han sido cancelados, y recalca que lo único que no se estanca son los compromisos fijos como el pago a empleados, servicios y arriendo.

Para aclarar dudas sobre el tema, UNIMINUTO Radio habló con Alejandro Acosta, administrador de empresas egresado de la Fundación San Mateo quien reitera que la situación por el COVID-19  está generando un impacto económico  grande a nivel mundial, y si se habla de Bogotá “los microempresarios, empresas unipersonales, o trabajadores informales, el impacto será fuerte, ya que la dinámica económica va a cambiar y va a entrar en un estancamiento, debido a que las reglas por parte del gobierno es tener medidas de precaución, para no salir de la casa y estar resguardados”.

Teniendo en cuenta lo anterior, menciona que se va a detener la productividad a nivel empresarial, las pequeñas empresas van a producir menos y se verán afectadas, y como no solo se habla de fabricantes, sino de clientes, los compradores deben acatar las normas que promueve y estipula el Gobierno Nacional. Hay muchas personas que están comprando excesivamente pensando en una probable crisis, y dejan de adquirir ciertos productos por un limite de tiempo, entonces, las micro-empresas y los emprendedores, tendrán que buscar otra alternativa de sustento para no perder su negocio.

| Nota del editor *

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