Un colectivo de mujeres arhuacas tomaron la decisión de alzar su voz y manifestarse a través de un vídeo y un comunicado de prensa para denunciar los casos de abusos sexuales de los que vienen siendo víctimas principalmente niñas y niños menores de edad de la etnia.
De manera desafortunada el camino de las niñas arhuacas se ha visto muchas veces truncado por la violencia desde que el conflicto armado se quiso apropiar de su entorno y causó daños físicos, sexuales, culturales y espirituales en ellas y su comunidad. Y fueron todos: guerrillas, militares y paramilitares quienes, basados en prejuicios racistas sobre las mujeres indígenas, las violentaron.
Lo que más preocupa a las mujeres del resguardo arhuaco es que los perpetradores de violaciones sexuales sean los que se conviertan en las autoridades políticas de los pueblos. En sus declaraciones las mujeres indígenas describen como alarmante el incremento de este flagelo que afecta la integridad cultural, los principios fundamentales y costumbres, así como la convivencia, la tranquilidad familiar y la armonía de los pueblos indígenas.
En el vídeo realizado por más de 15 mujeres dicen que ellas son la representación de la madre tierra, mencionando que lo que se les hace a las mujeres se le hace a la tierra y así como tratan a las mujeres, tratan a la tierra, a las autoridades y al gobierno. Recalcan que lazas personas que representan el pueblo arhuaco tienen que ser personas que representen el respeto.
Las denunciantes se refieren concretamente a Zarwawiku Torres Torres, actual gobernador del cabildo quien señalan de “violar la Ley de Origen abusando sexualmente de menores”. Expresan su inconformidad frente al silencio y la impunidad por parte de las autoridades competentes, no sólo propias, sino del Estado colombiano.
Hay que recordar que la Justicia indígena es el conjunto de normas basadas en valores y principios culturales propios, con procedimientos y prácticas particulares que regulan la vida social de una etnia y su territorio. Con la Constitución de 1991 se estableció que los indígenas debían tener formas autónomas de representación. Por eso, los miembros de las comunidades pueden nombrar jueces de paz para sus territorios, negar la entrada de la policía y los juzgados ordinarios a sus resguardos y darles el poder de resolver los conflictos e impartir la ley a las autoridades propias de la etnia.
El comunicado completo que hicieron público las mujeres arhuacas es el siguiente:
“Nosotras las mujeres Arhuacas de la Sierra Nevada de Santa Marta, teniendo en cuenta que culturalmente dentro y fuera del territorio somos el eje fundamental de la supervivencia del pueblo y la cultura, en la ley de origen que rige el pueblo Arhuaco, somos la representación del territorio, el soporte del conocimiento y la vida; por lo cual hay que cuidar y respetarnos. Sentimos que el territorio merece ser honrado y respetado para seguir generando vida y bienestar, las mujeres son las que garantizamos que perdure el conocimiento, por ello es importante el respeto a cada una de nosotras.
Ese valor sagrado de las mujeres hacia el territorio lo sostienen los hombres. Esto es lo que los mayores siempre nos han infundido que el sueño de gobierno se debe ejercer alrededor de la unidad del pueblo Arhuaco y la protección de nuestros valores culturales. Por eso, un dirigente y representante del pueblo Arhuaco debe garantizar la armonía entre el pueblo y sus autoridades y cumplir con los lineamientos políticos y administrativos de acuerdo a la dinámica cultural.
Como las mujeres somos el reflejo de lo que se le haría a la tierra, si no se respeta a las mujeres no se respetaría la madre tierra; si no le da el valor y la importancia al ente sagrado de la mujer así mismo se hará con el territorio, un dirigente que no respete ni cuide a las mujeres así mismo puede aliarse con los empresarios de la minería y faltarle el respeto al territorio, así como denigra la mujer así mismo lo hará con el territorio, así mismo como no tiene el respeto digno a las mujeres, así mismo ha sido y será con las autoridades.
Exigimos el trato digno a las autoridades Jose Maria Arroyo, cabildo gobernador, Hermes Torres Solís- secretario general, Reinaldo Izquierdo Solís- tesorero, entre otros líderes del pueblo Arhuaco. Los señores Hermes Torres y Reinaldo Izquierdo están detenidos desde el día 14 de agosto en horas de la tarde y en la actualidad presentan quebrantos de salud, situación que no ha sido atendida adecuadamente ni se ha permitido toma de muestras para descartar contagio de Covid 19, considerando que fueron llevados a Nabusimake en contra de su voluntad, desde la casa indígena sede principal de ejercicio de gobierno ubicada en la ciudad de Valledupar.
Los señores Hermes Torres y Reinaldo Izquierdo asistieron obligados a una reunión con más de 300 personas, donde no se garantizó las medidas de protección y otras disposiciones establecidos por el gobierno nacional, en el marco de la emergencia sanitaria decretada por Covid 19 poniendo en riesgo no solo a los asistentes sino también a todos los habitantes del territorio.
En este momento, no conocemos ningún lineamiento político y cultural que plantea este aspirante; no conocemos el perfil, por lo que madres gestantes y progenitoras de vida, respaldamos con vehemencia la denuncia interpuesta en contra del señor Zarwawiku Torres Torres, quien recientemente se ha autoproclamado como Cabildo Gobernador del pueblo Arhuaco, y solicitamos al Ministerio del Interior y demás entes competentes adelantar las investigaciones necesarias y tomar las medidas que correspondan, a fin de salvaguardar la integridad y los derechos de nuestro pueblo.
No aceptamos al señor Zarwawiko Torres como cabildo gobernador. Nuestro gobernador debe ser alguien con autoridad moral y ética para defender los derechos de nosotras las mujeres.
Para nosotras las mujeres Arhuacas es alarmante el incremento de casos de delitos sexuales en el territorio que afectan principalmente a niñas y niños menores de edad, por lo que decidimos denunciar públicamente este fenómeno tan devastador y preocupante, que afecta gravemente nuestra integridad cultural, nuestros principios fundamentales y costumbres, así como, la convivencia, la tranquilidad familiar y la armonía.
A nosotras las mujeres Arhuacas nos entristece que los perpetradores de violaciones sexuales sean los que se conviertan en las autoridades políticas de nuestro pueblos, como es el caso del señor Zarwawiku Torres Torres, quien pese a violar nuestra Ley de Origen abusando sexualmente de menores, se proclama hoy como Cabildo Gobernador del pueblo Arhuaco.
¡Esto es muy desalentador y preocupante! ¿Qué esperanza tenemos como pueblo? ¿Cómo garantizamos a nuestras menores que estarán a salvo dentro de su territorio si el premio para los violadores es convertirse en autoridad de su pueblo?.
Frente a este tema, en días anteriores se hizo pública una denuncia sobre la deuda con la justicia propia del señor Zarwawiko Torres por la violación de una menor de 11 años en el año 2001, así como por la violación a su propia hermana; relación incestuosa que dio como fruto un hijo, prueba irrefutable de que el hecho ocurrió.
Sin embargo, a pesar del peso de estas acusaciones, las entidades responsables de garantizar la seguridad de la infancia y la población vulnerable han guardado silencio y por el contrario han seguido apoyando el despropósito de candidatura y supuesta elección de este sujeto como gobernador del pueblo Arhuaco.
El hecho que un violador de nuestra Ley de Origen y violador de la dignidad e integridad de nosotras las mujeres Arhuacas esté en el poder, constituye un peligro inminente para nuestro pueblo, este hecho no solo aumentará las violaciones, incestos y feminicidios, sino que también generará mayor impunidad y deslegitimación de nuestra jurisdicción indígena, la cual tanto hemos peleado por mantener.
Es inadmisible que personas violadoras de la Ley de Origen y violadores de mujeres se premien con posiciones de líderes políticos en nuestro pueblo. El solo hecho que el señor Torres sea declarado como Cabildo Gobernador constituye un irrespeto e insulto para nosotras. Por eso hoy, gritamos muy fuerte que las mujeres Arhuacas nos sentimos gravemente amenazadas y desprotegidas frente a los victimarios.
Rechazamos que este señor continúe confabulándose con las mismas personas que han cometidos tales delitos, por lo tanto, dejamos de presente que cualquier situación que pase contra las mujeres que hacemos la presente denuncia, responsabilizamos al señor Zarwawiku Torres Torres, no queremos que al territorio lo represente un violador, ni que en el territorio se presenten casos de feminicidios”.