La historia de Carlos Hernández Quebrada y María Alba Nieves Cardozo, refleja el amor de los huilenses por su tierra y el café. Sus manos cultivan el mejor grano del mundo.
Por Carolina POLANIA CEDENO
Redacción Uniminuto Radio Neiva
Después de un recorrido de Neiva hacia el sur del Huila logré llegar al municipio de La Plata, y desde ahí me dirigí hacia el municipio de La Argentina, que queda ubicado exactamente a 153 km de la capital opita, y reconocido por su economía la cual se basa en cultivos de café producto el cual representa al Departamento por su gran producción y calidad a nivel mundial. En el recorrido nos encontramos con el centro poblado de Gallego, a 30 kms de La Argentina, lugar donde empecé a observar como todos los habitantes se benefician de este grano.
La Argentina es también reconocido por su clima, húmedo, y sus temperaturas se basan a partir de los 18° centígrados, rodeado por distintos valles, mesetas, colinas, y hermosos paisajes naturales, sin olvidar la hospitalidad de sus habitantes.
Llegamos a la vereda Betania, a 10 minutos del municipio en un recorrido en motocicleta. Allí nos esperaban Carlos Hernández Quebrada y María Alba Nieves Cardozo.
Don Carlos Hernández toda su vida ha vivido en la vereda Betania y desde sus 14 años se dedica a la siembra del cultivo de café. En la actualidad y con 51 años aún un caficultor orgulloso. Recuerda que en la década de los 60s, sus abuelos trajeron al Huila la semilla de café borbón a “lomo de mula” del departamento del Quindío y desde entonces su padre comenzó a manejar esas variedades junto con el caturra que apareció años después.
Don Carlos también recuerda que hace 20 años llegó la roya al municipio y tuvieron fracasos con los cultivos, desacuerdos con la Federación de Cafeteros, que los llevaron a trabajar para sacar unas variedades resistentes al cambio climático.
Actualmente trabaja con la variedad Castillo, y explica que es resistente al verano, maneja buena calidad y da una buena prueba de tasa. Pero también quedaron en su finca unos cultivos de café caturra el cual le genera buena producción y ambas variedades los avala el Comité Municipal de Cafeteros.
Cuando conoció a María Nieves, ella tenía una finca cafetera y el también manejaba sus propios cultivos pero decidieron entregarle la finca a sus hijos en la misma vereda y empezar con otra que es la que habitan actualmente y donde manejan entre 9.000 y 10.000 árboles de café en buena producción.
En el año producen 4.000 árboles de variedad Castillo que equivale a 64 cargas de café mojado y en café seco pergamino aproximadamente 36 cargas. Hace unos años tuvo la oportunidad de hacer ofertas con la Federación de Cafeteros, ganándose unos sobreprecios por la calidad del café que cultiva. La señora María Nieves manifiesta que gracias a los cultivos del café ha logrado sacar adelante a la familia.
