Cuando hablamos de géneros cinematográficos la mayoría cumple con el propósito de mantener al espectador atento a la pantalla, pero cuando hablamos de SUSPENSO este tipo de cine tiene aún más propósito, más intención y es que si hay un género que pueda manifestar diversas emociones es precisamente el suspenso.
Mauricio Marín, Camilo Torres, Erika Ariza y Lek Gálvis
Sus raíces provienen de la literatura y el romanticismo más precisamente y se manifiestan en diferentes ramas del arte, pero cuando hablamos en términos de séptimo arte algunos conceptos cambian notablemente.
Sus tramas están ligadas con el misterio, la sorpresa, lo desconocido, la expectativa y un alto grado de tensión por lo que pueda ocurrirle a los protagonistas de una historia con algunos aires de terror y acción y de aquí uno de sus vértices más conocidas, el Thriller.
Thriller es sinónimo del suspenso en un alto grado de anticipación de hechos, un gran peso de expectativa por lo que pueda pasar, cunda la incertidumbre y la ansiedad. Se considera thrillers a películas policíacas, de espionaje o de terror, es decir, películas de suspense.
Este último es más un recurso literario que ha acogido el cine de la misma manera como el suspenso se ha expandido a la literatura, la televisión e incluso a los videojuegos de hoy en día.
Alfred Hitchcock fue un director de cine y productor británico considerado el padre y maestro de este género, pionero de muchas de las técnicas conocidas en cuanto al suspense y el thriller psicológico.
Entre sus múltiples obras, una de las más recordadas e icónicas es Psicosis (1960) considerada una obra de arte entre el género del suspenso.
Sumado a él, podemos encontrar diversos directores como Steven Spielberg y su obra, Tiburón de 1975 o Alejandro Amenábar y su película Los Otros de 2001, entre muchos otros que han hecho del suspenso uno de los géneros más importantes y amplios del Séptimo Arte.