Recientemente Iván Duque, presidente de Colombia, dijo con orgullo que “Colombia fue capaz de duplicar las UCI en tan solo seis meses” y agregó que “no existe otro país de América Latina que haya hecho eso”. Así, Colombia pasó de tener 5.346 camas en febrero de 2020, a 10.693 en octubre del mismo año (según el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez), y en la actualidad tiene 11.709, aunque el el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS) indica un número de 8.539 camas.
La ampliación del número de camas UCI fue un hecho que se dio en otros países del continente, por ejemplo Perú pasó de tener 656 camas en abril de 2020 a 1.599 en octubre del mismo año, Chile pasó de 1.229 camas en abril a 3.131 en julio, Uruguay aumentó de 121 a 142 entre abril y octubre, mientras que Paraguay pasó de 308 en agosto a 570 en septiembre.
Debido a que los números cambian porque los países suelen medir de formas distintas, la afirmación del presidente de Colombia podría ser susceptible de cuestionamiento, es decir “tiene razón, pero…”, Perú y Chile también aumentaron su capacidad de camas UCI por encima del doble, lo que demuestra que hay otras naciones de América Latina que van por la misma línea a pesar de que no lleguen a la cantidad de camas que aquí tenemos.
¿Cómo se asigna una cama UCI en Bogotá?
En cuanto a la asignación de UCI en Bogotá, la entidad encargada de esta labor es el Centro Regulador de Urgencias y Emergencia (CRUE), cuya labor corresponde a la regulación de las Unidades de Cuidado Intensivo e Intermedio ante la emergencia por COVID-19 para pacientes positivos o sospechosos, y para los pacientes con diagnóstico diferente a COVID que requieran esta complejidad.
Los CRUE junto con hospitales y clínicas, han puesto en marcha planes de contingencia para la pandemia por COVID-19. Además, actúan como el eje de coordinación de la red de salud a nivel territorial, encargándose de hacer seguimiento a la disponibilidad de camas y servicios de salud dispuestos en Colombia, para atender el COVID-19 y los demás eventos que pueden afectar la salud de las comunidades.
Entonces, en el proceso ante la emergencia por COVID-19, las IPS públicas y privadas habilitadas en la ciudad de Bogotá deben comunicarse de inmediato con el CRUE de la Secretaría Distrital de Salud, ahí se documentan los datos y el estado de pacientes COVID-19 sospechosos o positivo y no COVID que se encuentren en el servicio de urgencias o de hospitalización y que requieran manejo en una Unidad de Cuidados Intensivos o Intermedios.
Luego, el CRUE direcciona al paciente a la IPS seleccionada (según criterio territorial o con mayor disponibilidad del servicio requerido), para lo cual se comunicará con la IPS de destino del paciente. También, el CRUE decide y autoriza si el paciente puede hospitalizarse en la Unidad de Cuidados Intensivos o Intermedios de su IPS.
Posteriormente, el CRUE contacta a la empresa de ambulancia contratada por la EPS para que realice el transporte secundario del paciente en ambulancia medicalizada a la IPS que se defina. Es importante que las IPS´s públicas y privadas que tienen habilitados los servicios de Unidad de Cuidado Intensivo e Intermedio no reserven camas estos servicios a ninguna IPS o Empresa Prestadora de Planes de Beneficios, sin que medie la intervención del CRUE.
De esta forma, para que el CRUE (de manera articulada con los profesionales en salud) definan el prestador de servicios de salud adecuado para la atención del paciente, los hospitales y clínicas deben reportar la disponibilidad de camas de cuidados intensivos, intermedios y hospitalización a diario.