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[Crítica] Mazel Tov: una comedia con tintes de drama familiar

Mazel Tov, además de ser el título de la película, es una expresión hebrea que se utiliza para felicitar o expresar buenos deseos en las celebraciones judías, y aunque se nombra en la película, sirve de cierta manera como hilo conductor en lo que debería ser.

En el cine latinoamericano es posible advertir las formas y características con respecto a cómo la imagen se ha ido consolidando con cada nacionalidad, sin dejar de lado, por supuesto, películas referentes, gracias a sus reconocimientos internacionales.

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Uno de los países que ha logrado una buena proyección internacional con su cine es Argentina, y uno de sus actores más reconocidos es Adrián Suar, recordado por su estilo cómico y por sus historias que casi siempre se enfocan en las relaciones interpersonales como en 30 noches con mi ex (2022), o en la miniserie de comedia Los protectores (2022) por mencionar algunas recientes.

Ahora, Suar se embarca en la dirección y en el papel de protagonista con Mazel Tov. La película inicia conDarío Roitman (Adrian Suar), que vive hace muchos años en los Estados Unidos, alejado de su padre, sus tres hermanos y su hijo, que decide regresar a Argentina para asistir a la boda de su hermana Daniela (Natalie Pérez) y al Bat Mitzvá de su sobrina.

Se supone que este viaje representa para él la oportunidad de reconstruir los lazos familiares y sanar viejas heridas. Lamentablemente, pocas horas antes de abordar el avión, se entera del fallecimiento de su padre. Esto lo va a obligar a confrontar su pasado con sus cuatro hermanos Roitman (Adrián Suar, Fernán Mirás, Natalie Pérez y Benjamín Rojas).

El amor, el resentimiento y la nostalgia se entrelazan en una historia que se va fortaleciendo principalmente con las actuaciones de los cuatro hermanos, cada uno con particularidades que le dan un espacio eficaz a cada personaje, con una historia sólida que toma como pretexto las tradiciones judías como lugares de encuentro y de memoria familiares.

Mazel Tov, además de ser el título de la película, es una expresión hebrea que se utiliza para felicitar o expresar buenos deseos en las celebraciones judías, y aunque se nombra en la película, sirve de cierta manera como hilo conductor en lo que debería ser, pero los cotidianos conflictos entre hermanos, las historias nunca contadas entre ellos o las cargas de los padres en vida, forman un drama conmovedor y universal, que revela el caos, las risas, las rencillas y  las reconciliaciones de todo grupo familiar.

Vale resaltar como Suar encuentra un equilibrio para hacer de la ciudad de Buenos Aires un personaje silencioso, mostrando la belleza de la ciudad como el escenario ideal para cada situación, al mejor estilo de Woody Allen con toda ciudad en donde rueda. Mazel Tov se desenvuelve bien. Cada personaje encuentra su lugar y no se muestra en ningún momento como un elemento que sobre o que resulte muy destacable, pues el conflicto de cada hermano entra en escena en el momento indicado para impulsar la trama, y para que los problemas no se concentren en un personaje, focalizando la atención en las situaciones concretas, ya sean familiares, como su relación con su hermana Daniela, su interesante conflicto con su exmujer y su dependencia emocional, o sus diferencias con sus hermanos mayor y menor, delineando cómo la mujer es un personaje por momentos más relevante.

Mazel Tov es capaz de generar buenos diálogos y situar al espectador para encontrarse en más de una ocasión con situaciones familiares, logrando en 1 hora y 37 minutos de duración formular planteamientos incómodos, pero necesarios en lo que puede verse como conflictos cotidianos y más normales de lo que parecería.

Una película argentina que demuestra que de las historias cotidianas pueden salir narrativas interesantes, sin necesidad de presupuestos inflados ni pretenciosas historias, que, por querer destacarse, se pierden en una idea sin desarrollo. Mazel Tov es un buen ejemplo de que el cine hecho en cada país puede ser universal y versátil para todo público. Juzguen ustedes.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: jorge.perez@uniminuto.edu

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