Por: Daniel Rojas Chía
En1981 llegó Indiana Jones, uno de los personajes más icónicos en la historia del cine con Los cazadores del arca perdida (Raiders of the Lost Ark), traído a la vida por el inmortal Harrison Ford que tiene en sus hombros varios de los personajes más importantes en la historia del séptimo arte como el de Han Solo en toda la saga de Star Wars, Rick Deckard en Blade Runner, entre otros.
Luego de la última entrega, Indiana Jones 4 el reino de la calavera de cristal estrenada en 2008, el famoso arqueólogo colgó el sombrero por más de 15 años hasta que Disney Studios y su adquisición; Lucasfilm lograron sacar a la luz una cinta que se dice, tuvo más de siete finales distintos y pésimos resultados en sus presentaciones piloto que un público seleccionado tuvo la oportunidad de ver. Finalmente es mostrada al mundo la quinta entrega de una nueva aventura del señor Henry Walton Jones, Jr.
Indiana Jones y el dial del destino (Indiana Jones & The Dial of Destiny), dirigida por James Mangold, a diferencia de las otras entregas dirigidas por Steven Spielberg, aceptó una gran responsabilidad cuando tiene como antecesor al legendario director nacido en Cincinnati, Estados Unidos.
Entre los guionistas se encuentra el propio Mangold, que toma la historia escrita originalmente por George Lucas y Philip Kaufman que hacen una dirección respetuosa y hábil de los cuatro films anteriores. Si el espectador conoce las películas anteriores se dará cuenta que hay guiños de ellas durante las dos horas y veintidós minutos, y aunque esto no se transforme en lo más importante, el icónico personaje del señor Jones sigue al servicio de semejante historia que a tantas generaciones ha marcado.
Como era de esperarse, esta clase de historias clásicas de aventuras están marcadas por un buen villano, en este caso el profesor Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), que hace lo que tenía que hacer, aunque se siente que no tuvo un espacio mayor para desarrollar más su protagonismo en la historia y sacar a flote el carácter que le imprime este gran actor nacido en Dinamarca a sus personajes.
Se introduce un nuevo personaje, el de Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge), que vagamente se desarrolla y en ningún momento está a la altura de Indiana Jones. Lo que si intenta la cinta de la mitad hasta el final es introducirla como una nueva aventurera de la arqueología, pero no acaba de convencer, no por la falta de calidad de la actriz británica, sino por la falta de estructura en su personaje que se queda estancado en casi toda la cinta.
Indiana Jones y el dial del destino es casi una película de nicho para los fans que crecimos viendo las aventuras de Indi con el paso de los años. Los sonidos clásicos de los golpes que se retomaron en esta ocasión, las incoherencias en una historia casi de caricatura y aventuras de antaño, las buenas escenas de acción con un personaje que es una leyenda viva y los infaltables nazis, hacen que esta película tenga los ingredientes necesarios.
Si hablamos de errores en una cinta cuyo mayor gancho es la nostalgia, podemos señalar desde el extraño CGI de algunas escenas, hasta el poco necesario personaje del niño Teddy (Ethann Isidore), que solo intentaba llenar el vacío del maravilloso y ganador del Oscar Ke Huy Quan.
Grandes personajes de siempre aparecieron como Marion (Karen Allen), el compañero de mil batallas como Sallad (John Rhys-Davies), o su gran amigo Basil Shaw (Toby Jones), que fue el punto de partida, hacen de esta historia un homenaje a este personaje y su público que siempre estuvo presente para presenciar las aventuras de esta icónica chaqueta de cuero café, un látigo y un sombrero, a la que le dio la tonada correcta el multipremiado y también leyenda del cine, el compositor John Williams, que parece, toca su fin, no solo porque su gran personaje envejece, sino por el respeto a un grande del cine mundial que merece ser visto de una mejor manera que en el papel de un viejo inservible y
terco, pues Indiana Jones es un símbolo pop, más importante para el cine de lo que muchos espectadores poco informados piensan.
Que disfrute la nostalgia si la comparte, y si no la conoce, le aseguro que la música de la película, así no esté familiarizado con ella, se quedará con usted un buen rato.