Por: Daniel Rojas Chía
Este año de altibajos para la industria de Hollywood y con una sobre exposición de estrenos, llega una de las grandes y últimas estrellas clásicas de la gran pantalla con una de las franquicias de acción más importantes en la historia del cine.
Tom Cruise llega con la séptima entrega en su primera parte, que se anuncia como el fin de esta franquicia que inició en 1996 con la dirección del legendario director norteamericano Brian De Palma, que en esta séptima edición repite en la dirección, que tiene como guionista a Christopher McQuarrie, uno de los más consolidados desde su colaboración por primera vez en Valkiria (2008).
Así como Cruise tiene claro qué debe destacar de cada película y cómo debe superar a la anterior, Misión: Imposible – Sentencia Mortal, parte 1, consolida una vez más las impactantes escenas de acción que inciden de forma clara y directa, y ni siquiera es necesario que sea siempre el propio personaje de Hung quien haga parte.
Esta es la tercera película de la serie dirigida por McQuarrie, tras Misión: Imposible – Rogue Nation y Misión: Imposible – Fallout. Se trata de la inteligencia artificial. el villano más calculador, versátil y frío con el que se hayan enfrentado, que en los últimos años se erige como una alerta constante y real para nuestras vidas, que la cinta toma como el villano máximo para la saga.
Misión Imposible 7: sentencia mortal – primera parte construye de la mano de Cruise y de su director McQuarrie, secuencias memorables de acción y tensión continua sin saturar la continuidad, convirtiendo esta película en una de las dos mejores del año en el género al lado de John Wick Chapter 4 que sorprendió con sus manejos de cámaras y secuencias, pero que a mediano plazo no podrá alcanzar lo mediático que Tom Cruise puede hacer con un producto y aún más, con el impulso que le proporciona su anterior gran éxito: Top Gun Maverick.
Es un acierto consolidar durante toda la saga a un elenco que también logró mantener su público, así parezca que todos los reflectores están hacia el protagonista, y cómo se complementan con los personajes femeninos, sin duda claves en este tipo de historias, pionera como en su momento lo fueron las películas del agente 007.
Una vez más Tom Cruise consolida una película entretenida para tensionarse, todo un logro desde el punto de vista técnico, ya que se grabó en pandemia, demostrando una vez más porqué es un símbolo para la industria, que prácticamente salvó luego de la reactivación por el confinamiento donde parecía que el mercado se quedaría en las plataformas de manera definitiva.
Esta séptima entrega presenta todos los ingredientes de la marca Misión Imposible como las legendarias escenas de acción que el mismo Cruise hace sin mayor protección, claves desde la promoción, con persecuciones, incansables villanos, teología al servicio del espionaje y mujeres hermosas.
No es una novedad la fórmula que difícilmente puede cambiar, se trata de cómo se presenta, y Misión Imposible 7: sentencia mortal – primera parte continúa cautivando al público que entra a la sala con la promesa clara de lo que verá, que queda sorprendido una vez más para querer la segunda parte y revivir el cine de Hollywood.