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Decreto 538: ¿Canje de vidas?

Decreto 538: “Por el cual se adoptan medidas en el sector salud, para contener y mitigar la pandemia de COVID-19 y garantizar la prestación de los servicios de salud, en el marco del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica” Ministerio de Salud.

Por: Juan José Molano, Jiovanny Ojeda y Julián Murillo

El nuevo virus conocido como COVID-19 ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una emergencia en salud pública de importancia internacional (ESPII). Se han identificado casos en todos los continentes y, el 6 de marzo se confirmó el primero en Colombia. Este medio habló con varias personas que laboran en el área de la salud en territorios con características diferentes para conocer el manejo que allí se le ha dado a la pandemia respecto al decreto que estableció el Gobierno Nacional.

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Pacho, Cundinamarca

Uno de los sitios al que había tardado en llegar esta enfermedad era Pacho, un pueblo ubicado en Cundinamarca a 79 Km de Bogotá, con una temperatura promedio de 18 °C.

Se tiene determinado que cualquier persona puede infectarse, sin importar su edad, pero hasta el momento se han registrado relativamente pocos casos de COVID-19 en niños. La enfermedad es mortal en algunas ocasiones, pero el factor en común que se evidencia es que se desarrolla de una manera más violenta en personas que ya padecían una enfermedad crónica como diabetes, asma o hipertensión. Catherine Fernández hace parte del personal de enfermería del Hospital San Rafael de Pacho y da a conocer la preocupación que tiene por su salud y la del resto del personal: “Es por eso por lo que tenemos que exigir un material óptimo de trabajo y protección para poder desempeñar nuestra labor y ayudar a salvar vidas, pero también primar por nuestra seguridad”.

Los hospitales y el personal médico en Colombia tienen que formar estrategias para que prime la vida y la seguridad de todos los pacientes, tanto para los que se encuentran allí con síntomas leves y con otras enfermedades, como para los que empiezan a llegar afectados por el coronavirus.

Néstor Vicente Ostos, alcalde del municipio, notifica el 24 de marzo, a través de sus redes sociales, que un hombre de aproximadamente 30 años llegó de territorio español, se le hizo la prueba del coronavirus y ésta dio positivo. Jennifer Fernández, enfermera del hospital de Pacho, relata: “El día que me entere de este comunicado no tenía turno, por suerte me había quedado el día libre, pero el temor engaña a la mente y en ocasiones lo obliga a actuar de una forma inadecuada, la verdad pienso que ante todo hubiera actuado con profesionalismo, pues para esto me he preparado durante tanto tiempo y mi propósito es ayudar a las personas, sin importar la situación”.

Transcurrieron 21 días desde el último caso de coronavirus diagnosticado en Pacho, hasta que el 11 de abril se encuentran 3 casos confirmados y otros más en periodo de prueba, entre ellos está un hombre de 54 años aislado en su casa y los otros dos con un promedio de edad entre los 30 y 40 años ubicados en el hospital de Pacho, algo que preocupa a las personas del pueblo y al personal médico, quienes no cuentan con las suficientes capacidades para enfrentar la pandemia.

El personal que allí se encuentra laborando se preocupó aún más cuando el presidente Iván Duque arroja una bomba que lleva el nombre de Decreto 538, en donde el gobierno firmó la norma que obliga a los profesionales de la salud y estudiantes de último año de medicina, a prestar servicios para hacer frente al coronavirus, pero ¿de verdad merecen esta nueva normativa, no deberían por lo menos capacitarlos y asegurarles su seguridad?

Anapoima, Cundinamarca

Un pueblo situado a 2 horas de la ciudad de Bogotá, lugar en donde hasta el momento solo se han registrado 2 casos de Coronavirus que ya se encuentran en total recuperación, gracias a las diferentes campañas llevadas a cabo por la Alcaldía municipal junto con el hospital de La Mesa Pedro León Álvarez, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, la Secretaría de Turismo,

los sectores económicos y la Secretaría para el Desarrollo y la Equidad, que han capacitación a los habitantes de este pueblo con el fin de informar todo acerca del coronavirus.

Fernando Murillo se ha desempeñado en el entorno de la salud y es el encargado del manejo de ambulancia en Anapoima, ante el decreto mostró su total acuerdo y dijo que para él está bien que todo personal trabajador de la salud o personal asistencial debe estar con la disponibilidad de ayudar a atender a aquellas personas que están presentando síntomas del virus, pues se supone que para eso se estudia en el área de ciencias de la salud, no debería ser una obligación, debería ser algo moral el querer ayudar.

Hay una posición clara respecto a los trabajadores de la salud, pero, frente a las familias de dichos trabajadores, no. Fernando comenta que se deberían brindar ciertas formas de prevención y extrema higiene para todos, con esto se lograría que a la hora de retornar a su casa no haya riesgo de infección por parte de las personas que estuvieron expuestas y contagien a sus familias.

Bogotá

La cifra de contagiados por el coronavirus en Colombia va en aumento y la mayor ciudad donde se concentra el virus es la capital del país. Se investigan cuáles nuevas alternativas pueden ser utilizadas para la protección y el apoyo conforme crece la epidemia, pero esto no significa que no se propague a otras partes.

Fabián Ballen es un médico bogotano especializado en el área cardiovascular, actualmente trabaja en la Clínica Marly en donde atiende normalmente a las personas con problemas del corazón, pero, además realiza terapias de respiración a personas que se lo soliciten.

Desde que el COVID-19 se apoderó del mundo, en Colombia se tomaron medidas como el aislamiento total, el área de la salud fue la que más se vio puesta a prueba. La clínica Marly es una de las más importantes de Bogotá, en esta fomentan la ética profesional entre sus trabajadores, por eso la indicación ante la pandemia fue la de siempre, hacer lo necesario para salvar vidas.

Según MinSalud, para el 8 de abril “Como parte del plan de contingencia para afrontar los efectos del COVID-19 y con el objetivo de salvaguardar a los trabajadores del sector salud y pacientes que acudan a centros hospitalarios, el Ministerio de Salud y Protección Social realizan, junto con Positiva Compañía de Seguros, una serie de entregas de equipos de bioseguridad en diferentes instituciones”. Sin embargo, Fabián sostiene que para esta fecha aún no contaban con la protección necesaria para seguir con su labor y por eso decidieron hacer varias peticiones, las cuales tuvieron resultados tardíos. Con la protección pudieron trabajar más a gusto y con mayor eficiencia, lo cual estableció la clínica como las más eficientes ante la pandemia.

No obstante, se hicieron públicas algunas quejas por parte del grupo de ingreso del hospital, el cual es encargado de recibir las ambulancias y revisar el orden de traslado a la clínica. Este grupo conformado por alrededor de 20 personas manifestó que en su puesto de control no habían hecho ningún pasaje de desinfección y que tampoco habían facilitado los implementos necesarios para estar en constante manipulación de camillas y documentos que vienen de afuera, además que habían descuidado sus subsidios de transporte y en ocasiones se les hacía imposible llegar a su cambio de horario.

Dichas peticiones siguen en pie, pues tan solo a la mitad del grupo les solucionaron el problema de transporte y en sus puestos de control dejaron gel antibacterial. Pero con el Decreto 538 se vieron obligados a seguir laborando pese a las condiciones y por eso siguieron en pie con las peticiones, al fin y al cabo, este grupo era el primero en recibir a las personas con síntomas y probable contagio del virus.

Camila Ballen es hermana de Fabián y justamente hace parte de este grupo. Fabian, en compromiso con la vida y liderazgo, decidió unirse a las peticiones y hacerse cargo de manifestarlas a los superiores, los cuales dijeron comprenderlas pero que no podían hacer más porque el decreto así lo determinaba.

Aunque parte de este grupo ya había solucionado sus problemas, decidieron unirse a la petición para solicitar una calidad laboral. Hasta el día de hoy ni el gobierno, ni el hospital ni alguna entidad les ha brindado estas protecciones para el desarrollo de su trabajo, ellos mismos han tenido que elaborar sus equipos a base de bolsas plásticas y otros elementos. Parece ser que sus superiores no creen que hay mayor riesgo en las tareas que realizan en el hospital, aun cuando son los primeros en tener contacto con los pacientes.

| Nota del editor *

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