Por: Laura Sánchez
El 15 de octubre se celebró el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha designada por la ONU en 2007 para reconocer la valiosa contribución de estas mujeres en la lucha contra la pobreza rural y la sostenibilidad alimentaria. Esta conmemoración busca visibilizar sus aportes y los desafíos que enfrentan, como la falta de acceso a recursos, oportunidades limitadas y discriminación.
En Colombia, donde el 23,15% de la población vive en áreas rurales, la situación de las mujeres rurales es particularmente desafiante. Según datos del DANE de 2021, el 61% de la población rural vivía en condiciones de pobreza, y alrededor del 21,5% en pobreza extrema. Investigadores como Ana María Ibáñez y Juan Carlos Muñoz señalaron para 2011 que el acceso desigual a la tierra es uno de los principales factores que perpetúan esta situación. De acuerdo con Arantxa Guereña, en 2017, el 1% de las personas posee el 80% de la tierra en Colombia, lo que limita las oportunidades de desarrollo, especialmente para las mujeres rurales.
En respuesta a esta realidad, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria AGROSAVIA dedica todo el mes de octubre a resaltar y empoderar el rol fundamental de las mujeres rurales. Con una serie de eventos y capacitaciones, la organización fomenta el acceso a nuevas tecnologías y fortalece su participación en la agricultura, un sector clave para el desarrollo del país.
Las capacitaciones proporcionan herramientas tecnológicas y conocimientos prácticos para mejorar la productividad. Además, estas iniciativas fomentan la autonomía económica de las mujeres rurales y las empoderan para asumir un papel más activo en la toma de decisiones dentro de sus comunidades.
A pesar de los avances legislativos, como los consagrados en la Constitución de 1991, muchas mujeres rurales aún enfrentan barreras en el acceso a tierras y otros recursos productivos. En el mismo sentido, las abogadas María Isabel Lopera y Enereana Díaz Jiménez señalaron en 2010 que, históricamente, las mujeres han sido relegadas a roles secundarios en la sociedad colombiana, y este legado persiste en las prácticas rurales. Estas capacitaciones no solo mejoran sus habilidades productivas, sino que también abogan por su inclusión en la toma de decisiones dentro de sus comunidades, desafiando las barreras históricas impuestas por el patriarcado rural.
La conmemoración de este día busca transformar el campo colombiano, mejorando las condiciones de vida de las mujeres rurales y promoviendo su rol crucial en la agricultura y la seguridad alimentaria. Dado que enfrentan múltiples desafíos, estas iniciativas representan un paso importante hacia la igualdad de oportunidades y el desarrollo sostenible.
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