Por: Lorena López Bustos
¿Qué produce la contaminación en los ríos? Una de las principales razones es la falta de optimización de algunas plantas de tratamiento en los municipios de la cuenca. Además, factores como las grandes industrias, la minería extractiva y los escombros contribuyen al problema.
A lo largo de los años, la cuenca media del río de Bogotá ha sufrido la contaminación por metales pesados producidos por los vertimientos industriales; es decir, líquidos residuales que contienen sustancias químicas peligrosas. Estos vertimientos han sido utilizados para regar cultivos de ciclo corto, lo que provoca la contaminación por metales pesados en los suelos agrícolas.
Entre el año 2010 y 2011 el fenómeno de La Niña generó inundaciones en Mosquera (Cundinamarca) por la ruptura de un jarillón (barrera de protección contra inundaciones), lo que produjo contaminación con metales pesados en los suelos productivos, que es donde se siembran alimentos como hortalizas, legumbres, cereales y forraje.
Los iones o partículas que expulsan los metales pesados pueden causar graves problemas de salud, como: daños en el hígado o los riñones, cambios en la piel, envenenamiento, deterioro cognitivo como pérdida de la memoria o dificultad para concentrarse, e incluso en casos graves, cáncer.
Para los que no saben, la fitorremediación es un proceso empleado para descontaminar los suelos y depurar las aguas residuales usando diferentes tipos de vegetales que se encargan de absorber los metales pesados que contaminan los suelos y los ríos. Este método también es llamado Fito corrección o Fito limpieza, que es utilizado para reducir metales contaminantes como el cadmio, plomo, mercurio, selenio entre otros.
Un grupo de investigadores, preocupados por el nivel de contaminación provocado por metales pesados presentes en el río de Bogotá, buscó alternativas que permitieran bajar los niveles de contaminación en suelos agrícolas de la Granja Experimental Mosquera, ubicada en la vereda San José en el municipio de Mosquera (Cundinamarca), Sabana Occidental.
La investigación es realizada por la Corporación Universitaria Minuto de Dios que, en el proyecto “Recuperación biológica de suelos para la granja de producción agrícola ubicada en lotes del municipio de Mosquera”, detectó altas concentraciones de plomo, cadmio, cromo, cobre, hierro, níquel y zinc que superan los límites establecidos y exponen la fitorremediación como la mejor alternativa para remediar suelos contaminados con estos metales.
Angela Salamanca, Química y Bióloga de la Universidad Libre y Magíster en Agrobiología Ambiental de la Universidad del País Vasco, lideró este estudio. Es también Coordinadora académica del programa Ingeniería Agroecológica, en el Centro Universitario Noroccidente.
¿Por qué decidieron pensar en un mecanismo para descontaminar los suelos agrícolas de esta granja y no de otra?
Salamanca: Es un espacio pedagógico para nuestro programa de Ingeniería Agroecológica. Además, está cerca de una cuenca afectada por inundaciones. Esa zona, por estar bajo el nivel del río, es particularmente vulnerable. Queríamos encontrar una solución natural que no afectara el ecosistema.
¿Por qué usar la fitorremediación y no otro método para eliminar materiales contaminantes?
S: Esta técnica de fitorremediación utiliza las plantas para bajar la concentración, o poder hacer una fitocorreción, o una fitolimpieza en el suelo de la granja experimental Mosquera, que es donde nosotros estuvimos trabajando. Allí hay especies vegetales que se comportan como bioacumuladoras, lo que implica grandes ventajas para la limpieza y extracción del suelo de esos metales pesados.
¿Es recomendado usar la fitorremediación en cualquier vertiente de agua o esta debe tener condiciones específicas para su implementación?
S: Nosotros no lo hicimos en vertimientos de agua, sino que nuestro experimento lo realizamos en el suelo, que viene con un histórico de inundación. La vertiente del río Tunjuelo tiene contenidos de metales pesados y se pudieron haber acumulado en estas inundaciones en el suelo, entonces nosotros realizamos el proyecto para poder hacer esa limpieza en el suelo.
¿Hay un caso particular de fitorremediación que los impulsara a realizar el mismo método en los suelos de esta granja agrícola?
S: Revisando artículos científicos y haciendo una investigación, encontramos que –por ejemplo– las especies que nosotros utilizamos, como es el caso del cilantro y el brócoli (de la familia de la apiáceas), se comportan como muy buenas fitorremediadoras. Son fitoacumuladoras. Estas especies vegetales son especies de ciclo corto y podemos ir comparando, ir viendo qué tanto tiempo se hace para verificar, qué tanto se puede limpiar y hasta dónde minimizar esas concentraciones de metales pesados en el suelo.
¿Qué tipo de impacto ambiental tiene la fitorremediación en la biodiversidad?
S: El impacto positivo es grande porque estamos eliminando esos metales que pueden generar competencias con otros que realmente la planta necesita; es decir, estamos modificando las condiciones para que los microorganismos se puedan desarrollar y así se pueda limitar el crecimiento y la potencialización de los microorganismos presentes en el suelo necesarios para la degradación de la materia orgánica. Entonces, al bajar las concentraciones de microorganismos que puedan afectar las especies vegetales, se dan las condiciones que requiere el suelo a nivel biológico para tener una buena planta y por ende una buena producción.
Para más información de Rizoma:
https://www.uniminutoradio.com.co/rizoma/
