La participación de la mujer en el mundo laboral data desde la Revolución Industrial en 1760, cuando las fábricas textiles empezaron a solicitar mano de obra femenina por su habilidad con la costura, pero las condiciones laborales eran muy desiguales comparadas con las de los hombres, por lo que su expectativa de vida se redujo.
Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, las mujeres se vieron obligadas a trabajar para sostener los gastos de su familia mientras sus esposos combatían. Desde ese momento, las mujeres no sólo tuvieron la posibilidad de recibir una remuneración económica, sino que empezaron a consolidar su autonomía y a luchar por la garantía de sus derechos en educación, igualdad, métodos anticonceptivos, etc.
En Colombia, la tasa de participación femenina en el mundo laboral para 1950 era del 19%, hasta que se aprobó el voto de la mujer y mediante su participación política, se crearon reformas feministas que le permitieron a las colombianas abrirse paso dentro del mercado laboral y ser partícipes más activas en la sociedad.
Debido a la apertura económica en Colombia, las empresas requirieron mayor mano de obra, y las políticas a nivel empresarial se consolidaron cada vez más, por eso durante la década de los 80´s, se empezaron a consolidar sindicatos y organizaciones para velar por el mejoramiento de las condiciones laborales femeninas.
Qué pasa hoy
La inclusión de las mujeres en diversos sectores sociales es un reto al que muchos países se enfrentan pero las políticas no son suficientes y las consecuencias se ven reflejadas en estadísticas.
La Coalición Mundial para la Igualdad Salarial (EPIC), en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la ONU, y otros aliados, conformaron un grupo de personas pertenecientes a diferentes áreas de interés y conocimientos técnicos para ayudar a gobiernos, empleadores, trabajadores y organizaciones a realizar procesos concretos y coordinados para conseguir el objetivo, tal como lo expresan con la conmemoración del Día Internacional de la Igualdad Salarial.
“Animamos a las mujeres de todas las edades para que se involucren en actividades creativas y en temas de innovación (…) La tecnología y las industrias creativas son el futuro, y las mujeres tenemos que liderar el progreso hacia ese futuro”, afirmó Olga Orozco, experta internacional en empresas responsables y sostenibles de la OIT.
Cifras
El Ranking de Equidad de Género en las Organizaciones (PAR), afirma que el 29% de las posiciones de liderazgo en empresas son ocupadas por mujeres y el 15% ocupan los cargos de CEOs.
Este año el Informe Nacional de Empleo Inclusivo en Colombia mostró que las mujeres tienen una brecha salarial del 12% con respecto a los hombres, aunque sus características personales y laborales sean similares.
Según el más reciente boletín de desempleo del DANE, para el total nacional, la tasa de desempleo masculina se ubicó en 17% mientras que en las mujeres fue de 25,5%, entre mayo y julio.
Actualmente y por las transformaciones históricas que se han dado en el mundo laboral durante la última década, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, se espera combatir la brecha salarial mediante la promoción de la igualdad de remuneración en los gobiernos del mundo, afirmación explícita en el quinto objetivo.