En el Pabellón 3 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2025, en medio del constante ir y venir de visitantes y la presentación de nuevas ideas, se lanzó un libro que busca agitar el panorama de la educación superior en Colombia: “El hoy y el mañana de una educación superior innovadora en la acción“. Escrito por el padre Harold Castilla Devoz, cjm, rector General de UNIMINUTO, la obra es una reflexión teórica; que, según su autor, es un destilado de años de pasión, praxis y un profundo compromiso con la transformación educativa.
La conversación en torno al texto, estuvo moderada por Elizabeth Bernal Gamboa, secretaria General de ASCUN, y reveló las fuentes de inspiración que impulsaron al padre Harold Castilla a plasmar sus ideas en texto. Nacido en el seno de una familia de educadores, beber de esas “fuentes” nutrió su pasión desde temprana edad. Para él, la educación no es solo un campo profesional, sino “el camino que conduce a una realización en la vida positiva, de bien, de desarrollo”. Esta convicción se entrelaza con su vocación sacerdotal eudista, orden dedicada históricamente a la formación, y se potencia con dos décadas de praxis continua en UNIMINUTO, una institución que ha hecho de la innovación en la acción su sello distintivo.
El título del libro no es casualidad. Refleja el carácter de UNIMINUTO, parte de la Organización Minuto de Dios, organización que lleva 70 años educando desde jardines infantiles hasta la formación universitaria y a lo largo de toda la vida. UNIMINUTO se ha caracterizado por una “praxis cotidiana de cómo nos inventamos, cómo nos reinventamos, cómo innovamos, cómo creamos en la acción”. Esta innovación constante busca encontrar la mejor manera de prestar el servicio educativo, ofrecer una oferta pertinente y de calidad, y responder a la enorme necesidad de acceso a la educación en Colombia. Una educación que, insiste el padre Harold, debe “servir para algo”, contribuyendo al desarrollo del talento humano y a la transformación social de los territorios.
Una frase del libro resuena con particular fuerza en el contexto actual: “A las organizaciones ante el cambio les corresponde innovar o morir”. Aunque la idea no es nueva, el Padre Harold señala que hoy aplica a las universidades con una urgencia sin precedentes. Las instituciones viven una tensión permanente: la necesidad de innovar para mostrar resultados rápidos versus el temor a arriesgar su viabilidad. La clave, según el autor y la experiencia de UNIMINUTO, no está en la innovación superficial, sino en la transformación profunda y sostenible. La pandemia, aunque disruptiva, forzó al sector educativo, a menudo renuente al cambio, a asumirlo.
UNIMINUTO ha abrazado esta necesidad de transformación a través de un “gran programa de transformacción”, complejo pero revelador. La lección principal es que el cambio efectivo requiere un “cambio de mente”, un “mindset” que impregne la cultura institucional y su talento humano de forma sostenible. Para gestionar esta complejidad en una institución tan grande y extendida, han desarrollado metodologías rigurosas, como la realización de pilotajes y la implementación de productos mínimos viables para probar ideas antes de escalarlas. Este enfoque metódico es crucial para “pilotear este barco con mucho cuidado” y evitar errores costosos. Este proceso está alineado con la visión estratégica de UNIMINUTO plasmada en su plan de desarrollo con visión al 2030.
El libro dedica un capítulo especial a “el arte de ser profesor” y la necesidad de un liderazgo transformador para superar la visión tradicional de la docencia. El padre Harold ha consagrado los últimos años de su vida a la praxis y enseñanza de este liderazgo, buscando transferir este perfil a toda la comunidad académica, especialmente a quienes ocupan roles estratégicos. Él lo concibe como el “director de orquesta”, cuya labor es ayudar a cada miembro a liberar su potencial para lograr una “pieza musical absolutamente armoniosa”. UNIMINUTO ha desarrollado su propio programa de formación en liderazgo, anclado en la tradición académica pero adaptado a sus principios y valores.
El papel del profesor ha evolucionado drásticamente. Ya no es solo quien dicta una clase; es un líder innovador, creativo y, fundamentalmente, “servidor de corazón”. Asumir estos múltiples roles exige un “cambio de mentalidad”. Este liderazgo transformador, en el contexto de UNIMINUTO, se construye con la categoría clave del servicio, que para ellos es vocación, pasión, amor.
La implementación de estos cambios no está exenta de dificultades. Requiere “rigor, disciplina, constancia, pedagogía y mucha formación”. El padre Castilla habla de identificar a los “piratas” (aquellos que aparentan compromiso, pero no actúan). El líder transformador debe intentar atraerlos y formarlos, pero también estar preparado para tener “conversaciones difíciles” y, si es necesario, tomar decisiones.
La sociedad actual se debate entre posturas extremas: los “apocalípticos” que temen que la tecnología, como la Inteligencia Artificial nos deshumanice y debilite capacidades, y los “integrados” que abrazan sus posibilidades. Similarmente, hay una tensión entre visiones “utópicas”, como la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, que creen en la posibilidad de cambiar el rumbo del planeta, y “distópicas” que ven un futuro retador e inmutable.
El libro busca guiar la conversación para dialogar con la tecnología sin caer en la deshumanización, superando la dicotomía entre desarrollo tecnológico y formación humanista. El Padre Harold se define como utópico, guiado por el principio “la realidad es más que la idea”. La tecnología y la cultura digital deben permear la educación, pero la clave está en cómo se gestiona esa realidad, incorporándola pedagógicamente y con un enfoque humanizador. La dignidad de la persona debe prevalecer. La tecnología es una “herramienta, un medio” para generar mayor valor educativo, pero “nunca perdamos nosotros el control”. Esto es una responsabilidad ética y de gobernanza.
Mirando hacia el futuro, el sacerdote eudista compartió su sueño para la educación superior colombiana en 2050. Aspira a una cobertura del 100%, superando el 54% actual, integrando a todos los jóvenes y personas que hoy están fuera del sistema. Esto requiere un sistema mixto y una cooperación entre las más de 300 instituciones existentes. Es fundamental encontrar esquemas de financiación propios que no dependan de la “ideología de turno” del gobierno.
Sueña con generar alianzas para compartir capacidades y evitar duplicidades innecesarias. La educación superior debe adaptarse a la transformación del mundo del trabajo, ofreciendo formación permanente a lo largo de la vida. Y, sobre todo, sueña con que la educación sirva para “transformar nuestras inequidades, nuestras injusticias”, contribuyendo al bienestar y buen vivir de todos los colombianos.
A pesar de desafíos como la disminución de recursos públicos para el fomento educativo, es vital “inventarnos nosotros un camino”. La transferencia de conocimiento y transferencia social a través de la educación debe ser un motor para que Colombia cambie, impulsando su desarrollo, productividad, competitividad, pero también la “felicidad y el buen vivir de su comunidad”.
El rector General de UNIMINUTO concluye con un llamado a la pasión y la persistencia, creyendo firmemente que esta visión utópica es posible. El libro es un “alimento” para nutrir los ideales y dirigir la transformación educativa hacia un futuro mejor, demostrando que, con método y convicción, sí es posible innovar en la acción y construir el mañana.