El Papa llegó a la Nunciatura Apostólica cerca de las 6:30 de la tarde, allí le dieron la bienvenida niños, ex habitantes del Bronx, con ritmos colombianos y luego recibió algunos regalos, entre ellos una ruana y un velón. Así mismo el pontífice les dio a los jóvenes un mensaje en el que recalcó “No se dejen robar la sonrisa, ni pierdan la esperanza”.