El pasado 26 de noviembre, se llevó a cabo el evento virtual “La tragedia del oficio más bello del mundo“, en donde miembros de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), de la Comisión de la Verdad y periodistas expusieron los ataques históricos contra la prensa que afectaron a los periodistas, la ciudadanía y el ejercicio profesional.
Camilo Jiménez, miembro de la junta directiva de la FLIP explica que hay un compromiso por parte de los periodistas para que la ciudadanía avance gracias a su profesión a pesar de los diversos ataques tanto directos como indirectos hacia su integridad física, económica o laboral.
“Hay un cambio en los métodos de agresión al periodismo, pero lo que vemos es que siguen existiendo las violencias contra nosotros”, afirmó el periodista.
Los ataques vienen desde el Frente Nacional
Jiménez comentó que las regiones en donde históricamente se han presentado más ataques son: Caribe, Arauca y Popayán, porque siempre hubo una mala relación entre periodismo, poder y conflicto, especialmente durante el acuerdo político del Frente Nacional.
Adicionalmente, menciona que en la década del 90 Colombia se convirtió en el país más peligroso para ejercer el periodismo, pero también fue una época en el que el periodismo tuvo un “despertar” y desde entonces surgen proyectos de periodistas que buscan cómo protegerse, hacerse preguntas éticas sobre su profesión y cómo explicarle a la ciudadanía a vivir en tiempo de guerras.
“El boom del periodismo profesional se da simultáneamente con el recrudecimiento de la violencia en el país”, aseguró el periodista.
El informe de la FLIP ante la Comisión de la Verdad
“El periodismo como colectivo se convirtió en una victima directa e indirecta del conflicto armado”, expresó Jonathan Bock, director de FLIP, quien explica que los informes presentados ante la Comisión de la Verdad tienen el objetivo de explicar cómo se afecta la forma en que la ciudadanía recibe la información cuando se ataca al periodismo.
También pretenden denotar cómo la capacidad de los periodistas para mostrar la verdad cambia, los esfuerzos para informar en medio de la guerra y las amenazas, reconocer a aquellas personas que sacrificaron su independencia para informar bajo la opresión de sectores poderosos y cómo la vida de las comunidades también estuvieron en riesgo el contar la verdad.
El documento resalta aquellas formas de resistencia de los medios que sobrevivieron a los ataques económicos, a la presión insostenible que sufrieron tanto los comunitarios como los tradicionales y a las condiciones arriesgadas a las que tuvieron que enfrentarse para desentrañar la verdad de un hecho.
El periodismo construye la historia del país
Los periodistas en la actualidad ejercen como exhumadores de la verdad, pero también como agentes que generan credibilidad y en ese sentido se enfrentan a personas inmersas en el negacionismo ante los hechos y desvalorizan la información a partir de la fuente que los produce.
Marta Ruiz, comisionada de la verdad, quiere trazar una ruta de trabajo con periodistas que no han sido escuchados para relatar como se ha transformado la actividad informativa, ya que según ella el aporte del periodismo es significativo para no poner a las democracias en riesgo.
“Hay que descubrir cómo podemos mirar hacia adelante en un país que trata de dejar la violencia atrás y sobre la base de qué hechos”, expresó Ruíz.
Así mismo, espera que el informe sienta las bases hacia el futuro, para ver dónde están las claves para solucionar el problema de la libertad de expresión, la lucha jurídica de los medios contra los poderes, develar la corrupción sin ser atacados y explicar que el periodismo ayuda a mejorar las condiciones del Estado de derecho.
“El papel del periodismo en la construcción de la historia, ha ayudado a la construcción de la verdad pagando un precio muy alto”, añadió la comisionada.