Por: María Camila Rodríguez
Es común que durante este tiempo gran parte de las personas se encuentren aún en sus casas, confinadas para evitar así un posible contagio. Quienes salen son quienes estrictamente lo necesitan, esto, por temas de trabajo, compra de medicamentos o servicios de salud, y acceso a productos de primera necesidad.
Sin embargo, hay casos de personas que aprovechando su posición de poder y los recursos de los que disponen, violan las normas de seguridad que se han establecido por parte del gobierno.
Tal es el caso del fiscal general de la nación Francisco Barbosa Delgado, quien, en plena pandemia, dispuso de uno de los aviones de la Policía para desplazarse, junto con el Contralor General y su familia, a la isla de San Andrés, con el supuesto fin de llevar un mensaje al Presidente de la Nación.
Cuando se le pidió explicaciones del suceso, indicó que no habría incumplido ninguna norma debido a que se desplazó en el marco del decreto 749, que permite que las personas se trasladen mientras sea para cumplir sus funciones.
Al respecto, se pronunció el contralor Carlos Felipe Córdoba, quién indicó que la tarea de los organismos de control es ir a las regiones, además de mencionar que San Andrés tiene muchos problemas y allí deben actuar los organismos de control.
No es en lo más mínimo aceptable que mientras la mayoría de colombianos cumplen la norma, el fiscal, por ocupar este cargo, y abanderarse del mismo aludiendo a que es el segundo más importante de la nación, haga uso de recursos gubernamentales para irse de viaje cuando le plazca junto a sus familiares, y luego, presentar excusas que no tienen justificación como llevar mensajes al presidente.
