Por: Gabriela Amariles, Yesica Junca, María Camila Linares y Brayan Vásquez
La nutrición es clave para una vida saludable. En la actualidad, la producción avícola ha dado un paso importante al implementar el Forraje Verde Hidropónico (FVH), un método que mejora significativamente la calidad de los huevos, que adquieren propiedades superiores a las de los convencionales.
De acuerdo con Brianda Rivera, experta en investigación del FVH y fundadora de un proyecto pionero en este campo, se trata de una técnica innovadora que permite cultivar forraje en un sistema controlado, utilizando agua y nutrientes en lugar de tierra. De este modo, se acelera su desarrollo.
Laura León, especialista en avicultura y nutrición animal, explica que: “con la técnica FVH se seleccionan semillas de alta calidad que pasan por un proceso de desinfección y pre-germinación. Luego se siembran en bandejas a una densidad optima, y reciben nutrientes mediante un sistema de riego controlado, lo que da como resultado huevos de mayor valor nutricional”.
Esta opción, sostenible y nutritiva, mejora la alimentación de las gallinas ponedoras, produciendo huevos más ricos en proteínas, vitaminas y ácidos grasos. Dentro de estos últimos, destaca el Omega 3, un ácido graso con propiedades antiinflamatorias, que favorece la regeneración muscular y reduce el riesgo de lesiones.
Además, los huevos orgánicos tienen ligeras ventajas nutricionales sobre los convencionales, pues la clara orgánica contiene entre 16 y 18 kcal y hasta 7 gramos de proteínas, superando a la convencional, que tiene 16 kcal y 6.4 gramos de proteínas.
La yema aporta entre 310 y 320 kcal y 17 gramos de proteínas, mientras que los convencionales aportan 321 kcal y 16.4 gramos. Además, los huevos orgánicos contienen menos colesterol, con 1,000-1,100 mg frente a los 1,200 mg de los convencionales.
Por esta razón los huevos de gallinas alimentadas con FVH son una alternativa nutricionalmente ventajosa y saludable. A su vez, las gallinas alimentadas con esta técnica presentan una digestión más eficiente y alcanzan un ciclo de postura de entre 20 y 22 semanas, con frecuencias de 26 horas y un periodo de incubación de 21 días. Los huevos resultantes son amarillos, con yemas de un color naranja intenso y pueden alcanzar tamaños desde medianos, hasta Jumbo, con un peso de hasta 76 gramos.
Es así como los huevos de gallinas alimentadas con FVH no solo contribuyen a una mejor salud en personas con estilos de vida activos, sino que también responden a la creciente demanda de productos de calidad, para una alimentación más consciente y saludable. Esto significa que los huevos de oro no son solo una opción viable desde el punto de vista nutricional, sino también comercial. En cada cáscara, se esconde una fuente de poder, bienestar y sostenibilidad.
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