El Tribunal Superior de Justicia de Brasil, una corte de apelación, anuló el martes todas las decisiones tomadas por la Justicia de Río de Janeiro (sureste) desde el inicio de las investigaciones del caso de las llamadas “rachadinhas” de desvío de dinero público por parte del ahora senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente.
Cuando ocurrieron los hechos, Flávio Bolsonaro era diputado estatal en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro (Alerj), por lo que la defensa sostiene que como era aforado su caso no podía estar en manos de un juez de primera instancia.
La llamada “rachadinha” se da cuando parlamentarios confiscan parte del salario que reciben sus asesores, a los que nombran a dedo ya pensando en que se llevarán una parte de su salario, pagado con dinero público.
El caso del hijo del presidente se remonta a 2020, cuando la Fiscalía de Río lo denunció por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, peculato y blanqueo de dinero.
El proceso ahora no queda anulado, sino que vuelve al punto de partida y deberá instruirse en otro ámbito judicial.