Impacto social y ambiental
Las comunidades que habitan en la zona han estado expuestas a un aire cargado de azufre y partículas de carbón que provoca problemas respiratorios en los habitantes, además la población se ha visto obligada a desplazarse porque la mina cada vez se expande más y esta exposición afecta sus recursos vitales como el agua, necesarios para su subsistencia.
Ante la problemática, el relator especial de la ONU sobre derechos humanos y el medioambiente, David Boyd, le solicitó a Colombia que suspendieran temporalmente la actividad minera del Cerrejón ya que la comunidad wayuu está expuesta a la contaminación ambiental y adicionalmente a contraer Covid-19.
“La ciencia es clara: las personas que viven en zonas que presentan niveles más altos de contaminación del aire -como la de los alrededores de la mina El Cerrejón-, se enfrentan a un mayor riesgo de muerte prematura por COVID-19”, afirmó Boyd.
La crisis económica de Cerrejón
Por otra parte, El Cerrejón está atravesando por una crisis económica donde la presidenta de la mina Claudia Bejarano asegura que se están implementando estrategias para superar estos problemas que trajo la pandemia y ante la crisis financiera se rehúsa a reducir la producción de carbón.
“El mundo ha cambiado y por lo tanto debemos cambiar y adaptarnos para que Cerrejón siga existiendo por muchos años más, esto es una responsabilidad de todos nosotros”, afirmó Bejarano.
La explotación de carbón anual en El Cerrejón es de 32 toneladas, pero en los últimos años las empresas han ido disminuyendo sus exportaciones y por lo tanto en vez de obtener ganancias, tienen pérdidas.
Este año reportaron la cifra más baja de exportación en los últimos 18 años, con 9.5 millones de toneladas de carbón y han perdido 368.000 millones porque el precio del carbón ha disminuido en un 26%.
Breve historia de explotación en El Cerrejón
Durante la crisis petrolera mundial de los 70´s muchos países se vieron obligados a buscar recursos energéticos en otras partes del mundo y Colombia por su geografía fue uno de los destinos para explotar, así que las multinacionales se dirigieron a zonas específicas como, por ejemplo, la Guajira que alberga el 43.4% de gas y el 56.5% de carbón en el país.
Para explotar el carbón de la zona, las empresas trasnacionales BHP BILLITON, ANGLOAMERICAN y XSTRATA se dividieron en partes iguales la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo: El Cerrejón.
Con la promesa de traer desarrollo y progreso para la región, especialmente para la etnia wayuu, estas empresas se apoderaron de los recursos naturales y desde hace 30 años las consecuencias para el ambiente y la población han sido nefastas, pero ante los hechos las políticas para la minería en Colombia en vez de favorecer los reclamos de los guajiros, atiende las necesidades de los empresarios.
Las posibles soluciones
El pasado diciembre se emitió una sentencia para que la empresa Cerrejón (bajo la supervisión de las autoridades colombianas) mejorara la calidad del aire y disminuyera el impacto de la minería en la comunidad.
Pero las medidas no fueron suficientes para cumplir con los objetivos propuestos y por el contrario, la salud de la comunidad wayuu siguió viéndose afectada, junto con los recursos naturales de la zona.
Para mitigar la problemática del acceso al agua, la empresa Cerrejón ha enviado camiones cisterna para proporcionarle agua limpia a la población, pero para Boyd estas medidas no son suficientes ya que la población debería tener el derecho a acceder a este recurso para no depender de terceros.
Por lo tanto, Boyd le solicita a los miembros de la Corte Constitucional revisar las disposiciones judiciales para delimitar las acciones de las empresas mineras de forma que estas generen regalías para la región, pero sin afectar la salud de la población ni deteriorar el medio ambiente.