Por: Luisa Fernanda Bernal Hernández, Angie Dayana Ruiz Soler
El arte, en primera instancia, nace para reflejar la capacidad de consciencia creadora del hombre, en la que sensibiliza y comunica. Además, ha sido ese hilo al que cada ser humano dentro de la sociedad se puede sujetar con el fin de salvaguardar la memoria cuando se trata de la manifestación pacífica que va en busca de la justicia en medio de un país hecho caos. Es así, como tras los momentos de coyuntura nacional vividos desde el 28 de abril del presente año, las manifestaciones artísticas de diversos tipos como: el arte urbano, la música, la danza, el performance y la fotografía han desempeñado un papel fundamental, resaltando y rompieron barreras frente a lo que acallan muchos colombianos.
Los géneros, las identidades y los estratos se unificaron en un solo movimiento para ser partícipes de muestras artísticas que generan un impacto significativo en el marco de las manifestaciones realizadas en las diferentes jornadas del paro nacional. A continuación, haremos un recorrido por algunas de las muestras más significativas.
Oscar: la búsqueda del arte en la protesta
A través de tambores, fuego, teatro y música; Oscar, junto con un pequeño grupo de jóvenes que son impulsados por el arte y el descontento producto de la situación actual del país, se toman las calles haciendo sentir su voz.
Encontrar una pasión, aquello que mueve el alma, a veces, puede ser difícil. Pero no para Oscar Palacios, un joven Mosqueruno que ha sido testigo de la importancia del arte como agente transformador. Tuvimos la oportunidad de acompañarlo durante uno de sus recorridos. Ver sus manos vendadas, su rostro cansado y su piel quemada nos confirma, que el estar en las calles y hacerse sentir, es su verdadera pasión.
Desde pequeño, ha estado inmerso en este mundo. Su madre, es maquillista profesional y durante años se ha encargado de inculcarle el amor y la vocación por el arte. En su familia, todos son artistas, comparten los mismos escenarios. Han tenido la oportunidad de recorrer varios lugares de Colombia, sensibilizando y llenando las calles de cultura festiva.
Durante la entrevista, pudimos discutir sobre la resistencia como una acción social de protesta a través del arte. Y dejo con una frase a la que se le atribuye mucho sentido: “El arte está presente en cada rincón, lejos de ser apolítico, es crítico y combativo”.
Miramos al frente y nos damos cuenta que su mamá es quien lidera la marcha, y llegamos a la conclusión que a esta familia no solo los une el arte sino el deseo y la ilusión de tener un mejor país.
Luis Carlos: el lente de las calles.
Luis Carlos es quizás la muestra más simbólica y poética que hemos encontrado en el marco del paro, pues fue capaz de demostrar que también existe la belleza en la resistencia y la revolución. Fotógrafo del colectivo “De la calle somos”, Luis, se dedicó a retratar la lucha de millones de colombianos con ayuda de su cámara. En uno de sus posts en Instagram, por ejemplo, alberga una serie de fotografías en las que se pueden ver bailarinas realizando diferentes poses de ballet que involucran un vestuario referente a las capuchas de los protestantes, dentro de este añade la siguiente descripción: “La obra de arte suele reposar en una galería, en un teatro, en un museo, o en un espacio digital. Todas las personas ven ese resultado, halagado o criticado, pero el resultado final. El artista y todas las discusiones en torno a sí mismo y su obra. Pero, dedicarse al arte es en sí mismo es un acto de resistencia, ante la vida, ante lo que socialment e se estable sobre cómo llevar una vida correctamente o no.”
Las fotografías mostradas a continuación muestran la capacidad del artista al descontextualizar un arte conocido como “clásico”, para reflejar la situación de la convulsión ciudadana, contrastando estos dos aspectos para dar su crítica y, a su vez, que resalta el trabajo de los artistas quienes están en un proceso constante de resistencia dentro de esta danza. Además de estás, Luis Carlos ha sido fiel retratista de los diferentes escenarios que se vivieron hace unos meses en Colombia, algunas de sus recopilaciones de fotografías llevan nombres como: “Usmekistan”, “Arte y Resistencia”, “Sin pan, sin techo, sin tierra, sin trabajo, sin comida” haciendo referencia a las situaciones que se han presentado tras la búsqueda por una mejora en la calidad de vida de los colombianos.
¡Viva el Graffiti carajo!
Los murales y la pintura en las calles, escaleras, estaciones, paredes y hasta monumentos también fueron protagonistas de esto. Bogotá siempre ha destacado por reflejar a través del graffiti todas las situaciones que resaltan la inconformidad dentro de su realidad, pero esta vez la atención se la llevó la ciudad de Pasto, en especial el colectivo Sabotage Crew. En un artículo redactado para Radiónica, se resalta la habilidad de este grupo para usar los colores oscuros, la prevalencia de tonos negros y rojos para representar los salarios que reciben los congresistas, un trabajador callejero y un asalariado, reflejando de esta manera la gran desigualdad que existe en el país frente al sector económico y laboral.
Cristian Apraez, uno de los integrantes de Sabotage reconoce qué, para él: “el grafiti es una herramienta de protesta, muy concreta, directa y efectiva, porque está expuesta para todo el mundo, por ese lado tiene responsabilidad social, pero también tiene esa fuerza de expresar algo, sobre todo las situaciones que cada pueblo tiene”.
Otro caso es el del muralista Psylo Sabin, quien decidió representar de una manera artística haciendo referencia a la simbología inca, cuatro animales ubicados en “cuatro puntos energéticos” que según el propio autor representan: “un amuleto de protección para nuestro territorio y las dignas luchas… una representación simbólica que se saliera del antropocentrismo, evocando una magia que está presente en los amuletos y en los talismanes”.
Según data la historia de los antecesores que habitaron el territorio colombiano anteriormente, el continente no estaba demarcado con fronteras; entonces el imperio Inca conectaba las ciudades más importantes de su territorio por medio de un camino llamado “Qhapaq Ñan”. Estos caminos, a su vez representaban cuatro animales de poder del sistema vial andino: la serpiente, el colibrí, el cóndor y el puma, que simbolizaban respectivamente la curación, la contemplación, la vitalidad, el amor y la alegría. Es de esta manera como también la pintura logra inmiscuirse de una manera inteligente e intrépida a través de hechos históricos que plasman la vivencia de los territorios, además de la expresión y queja de una población que decide alzar la voz y reclamar los derechos que le han sido negados en varias ocasiones.
¡En surcos de dolores, el bien germina ya! ♫
Es irónico y hasta un poco cargado de estereotipos de que los únicos géneros o estilos musicales que denuncian y opinan acerca de temas políticos y sociales son el hip hop o el rock, y siempre se nos vienen a la cabeza esas canciones tan conocidas como “Abuso de Poder” de la rapera venezolana Gabylonia o a los más clásicos, canciones como “Muevan las industrias” del grupo chileno de rock Los Prisioneros. Es por esto que hablar de la ópera como participe del Paro Nacional, causa cierta curiosidad y sorpresa, pero bien es cierto que no es nada imposible, pues Susana Boreal, directora de orquesta lo logró. Reunió a más de 400 músicos en el antiguo Parque de los Deseos, denominado hoy Parque de la Resistencia, en Medellín para interpretar al aire libre el himno nacional de Colombia al unísono.
En entrevistas realizadas a la joven directora, manifiesta que las redes sociales fueron la principal cadena para esta convocatoria, en especial WhatsApp y Telegram, pues fue por medio de estas aplicaciones que se empezaron a convocar a jóvenes de universidades, academias, orquestas, bandas, etc. De esta manera, Susana consiguió destacar con su hazaña como directora del concierto y el video del Himno le dio gran visibilidad en las redes. Sus cuentas personales crecieron exponencialmente, pues solamente en Twitter ya alcanzó más de 36 mil seguidores.
“Hay que reivindicar el papel del artista, somos importantísimos. Por ejemplo, ese concierto y todas las manifestaciones artísticas que han surgido en el país han demostrado que la música es poderosa, que con la música podemos protestar, podemos no solo levantar nuestra voz sino también nuestro instrumento. Podemos levantar nuestro arte para dar a conocer, para manifestarnos, para apoyar” afirma Susana.
Quizás sea esta la otra cara que no solemos ver de la música y el gran poder que tiene dentro de la sociedad porque es una de las cosas que vemos más distantes del prójimo, pero con las que más nos conectamos y en la mayoría de las ocasiones, nos ayuda a formar lazos. Claramente esta no ha sido la única muestra musical representativa durante el marco del Paro, otros artistas como La Muchacha, Lucio Feuilett, Gato ‘E Monte, Edson Velandia, etc, han buscado reflejar en sus canciones las injusticias y las situaciones que se han vivido y que son causa principal de indignación.
Amigo mirón, únase al montón.
Otro elemento que ha destacado durante las manifestaciones son las famosas arengas, que, acompañadas de pitos, ollas, tambores y cornetas dan alegría y amenizan el álgido momento. No se conoce el autor, tampoco son piezas musicales con gran elaboración, pero sí son cantos en los que la creatividad de los marchantes ha quedado plasmada.
Estas arengas han dado a reconocer que en la protesta caben todos, que es posible alzarse en una sola voz en contra de tantas injusticias y que lanzar pullas al gobierno a través de pequeños canticos, es posible. “El pueblo lo dice y tiene la razón primero lo primero, salud y educación”.
Finalmente, podemos darnos cuenta a través de las diferentes muestras artísticas mostradas en este reportaje que el arte no debe nacer siempre de la belleza o lo que está bien, lo agradable, lo bueno. Los momentos de angustia y revolución también generan piezas y movimientos de gran valor para la trascendencia de un hecho o un suceso, pues esto queda plasmado no solo de manera visual o auditiva, sino que además se instaura en la mente de cada uno de sus seguidores.