Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los migrantes al rededor del mundo ganan un 13% menos que los ciudadanos de los países de acogida y la brecha salarial aumenta en países como Chipre, Italia y Austria la cual es del 42%, 30% y 25% respectivamente.
La situación empeora para las migrantes quienes además de esto son estigmatizadas por su género, lo cual incrementa la brecha salarial al 21% y la mayoría de sus ocupaciones son en trabajos domésticos y prestación de cuidados.
“Los trabajadores migrantes deben hacer frente con frecuencia a una desigualdad de condiciones en el mercado laboral, en particular en materia de salarios, acceso al empleo y formación, condiciones de trabajo, seguridad social y derechos sindicales”, afirmó Michelle Leighton, Directora del Servicio de Migraciones Laborales.
Desafíos a los que se enfrentan las migrantes en el mercado laboral
Las migraciones al rededor del mundo por situaciones políticas, económicas y sociales ha llevado a que estas personas sean excluidas por visiones subjetivas de la dinámica en la cual los ciudadanos los y las hacen ver como una amenaza para su integridad sobre la base del miedo al otro.
En el año 2015, se registraron 2.374 casos de violencia contra las mujeres, especialmente violencia sexual en países centroamericanos que produjeron migraciones forzosas, sin embargo las mujeres migrantes han sido víctimas de acoso y de violación por agentes estatales en los países donde buscan refugio.
Además de las constantes violaciones a su integridad, según ONU Mujeres las migrantes sufren de constantes discriminaciones a nivel laboral representadas en la falta de acceso al empleo, en la adquisición de capital humano, en la ocupación y en la asignación del salario.
El problema aumenta cuando la competencia entre hombres y mujeres migrantes es determinada por los bajos niveles de escolaridad y de mayor edad, lo que las hace más expuestas a perder su empleo y a menudo encuentran más obstáculos que los hombres para conseguir nuevamente un trabajo remunerado.
¿Cómo combatir las desigualdades de género en las migrantes?
Para Chidi King, directora del Departamento de Igualdad de la Confederación Sindical Internacional, la creación de reformas por parte de los Estados que promuevan el trabajo decente para las mujeres, formalicen la economía informal y pequeños emprendimientos, protejan jurídicamente a quienes trabajan de manera informal y las empoderen para defender sus intereses es el primer paso.
"Espero que la Coalición por la Igualdad Salarial bajo el liderazgo de ONU Mujeres y la OIT impulse la acción y acelere el progreso hacia el cierre de la brecha salarial de género. Estimaciones recientes nos dicen que al ritmo actual de progreso, ¡esta brecha no se cerrará hasta 2069!", expresó la directora a ONU Mujeres.
También menciona que cuando las mujeres ingresen al mercado laboral formal, su trabajo debe ser remunerado de acuerdo a sus habilidades, de modo que no se afecte la forma en que se les paga para garantizar una progresión profesional igualitaria dentro de todos los empleados, lo cual no solo las beneficia a ellas, sino al mejoramiento en la calidad y productividad de la entidad para la que trabajan.
Adicionalmente explica la importancia de ofrecer empleos que les permitan a las migrantes disfrutar de una buena calidad de vida al igual que las familias que dependen de ellas, porque como seres humanos las mujeres necesitan producir, pero también garantizar el cuidado y la protección de los suyos.
"Nuestra promoción tiene como objetivo asegurar leyes sobre igualdad salarial; medidas para abordar el sesgo de género en las estructuras salariales y los mecanismos de fijación de salarios; generar datos de género de calidad sobre salarios y otros beneficios; mejores políticas de maternidad, paternidad, licencia parental y cuidado de los hijos y salarios mínimos dignos", aseguró King.