En la Santa Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023 en el Parque Tejo, el Papa Francisco alentó a los jóvenes diciendo: “No tengan miedo, Jesús los mira, conoce sus corazones y les dice: anímense, no tengan miedo”.
Ante 1.5 millones de peregrinos, 10 mil sacerdotes y 700 obispos, el Pontífice durante su homilía expresó: “Queridos jóvenes, quisiera mirar a los ojos de cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo, no tengan miedo”.
“Es más, les digo algo muy hermoso: ya no soy yo, es Jesús mismo el que los está mirando en este momento, los está mirando. Él los conoce, conoce el corazón de cada uno de ustedes, conoce la vida de cada uno de ustedes, conoce las alegrías, conoce las tristezas, los éxitos y los fracasos”. Cristo, “conoce el corazón de ustedes. Ve nuestros corazones. Y Él hoy les dice aquí en Lisboa, en esta Jornada Mundial de la Juventud”.
El Papa Francisco se dirigió a los jóvenes después de unos días intensos de vivir la fe con Jesús, y destacó tres verbos para resumir su mensaje: “resplandecer, escuchar y no tener miedo”.
Y subrayó la importancia de brillar con la luz de Jesús en medio de la oscuridad y los desafíos de la vida cotidiana.
“Quisiera decirles algo, no nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores”, sostuvo el Papa, “cuando exhibimos una imagen perfecta, bien prolijitos, bien terminaditos, no, no. Aunque nos sentimos fuertes y exitosos. Fuertes, exitosos pero luminosos”.
“Nos volvemos luminosos, brillamos, cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Amar como Jesús, eso nos hace luminosos, eso nos lleva a hacer obras de amor. No te engañes, amiga, amigo: vas a ser luz el día que hagas obras de amor. Pero cuando en vez de hacer obras de amor hacia afuera, mirás a vos mismo como un egoísta, ahí la luz se apaga”, expresó.
Francisco alentó a los jóvenes diciendo: “No tengan miedo, Jesús los mira, conoce sus corazones y les dice: anímense, no tengan miedo”.
“Queridos jóvenes, quisiera mirar a los ojos de cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo, no tengan miedo”.
“Es más, les digo algo muy hermoso: ya no soy yo, es Jesús mismo el que los está mirando en este momento, los está mirando. Él los conoce, conoce el corazón de cada uno de ustedes, conoce la vida de cada uno de ustedes, conoce las alegrías, conoce las tristezas, los éxitos y los fracasos”.
Cristo, continuó el Santo Padre, “conoce el corazón de ustedes. Ve nuestros corazones. Y Él hoy les dice aquí en Lisboa, en esta Jornada Mundial de la Juventud”.
Además subrayó la importancia de brillar con la luz de Jesús en medio de la oscuridad y los desafíos de la vida cotidiana.
“Quisiera decirles algo, no nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores”, sostuvo el Papa, “cuando exhibimos una imagen perfecta, bien prolijitos, bien terminaditos, no, no. Aunque nos sentimos fuertes y exitosos. Fuertes, exitosos pero luminosos”.
“Nos volvemos luminosos, brillamos, cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Amar como Jesús, eso nos hace luminosos, eso nos lleva a hacer obras de amor. No te engañes, amiga, amigo: vas a ser luz el día que hagas obras de amor. Pero cuando en vez de hacer obras de amor hacia afuera, mirás a vos mismo como un egoísta, ahí la luz se apaga”.
“Él nos enseña el camino del amor, escuchalo a Jesús porque por ahí nosotros con buena voluntad emprendemos caminos que parecen ser del amor pero en definitiva son egoísmos disfrazados de amor. Tener cuidado con los egoísmos disfrazados de amor. Escuchalo, porque Él te va a decir cuál es el camino del amor. Escuchalo”, afirmó el Pontífice.
“Él nos enseña el camino del amor, escuchalo a Jesús porque por ahí nosotros con buena voluntad emprendemos caminos que parecen ser del amor pero en definitiva son egoísmos disfrazados de amor. Tener cuidado con los egoísmos disfrazados de amor. Escuchalo, porque Él te va a decir cuál es el camino del amor. Escuchalo”, afirmó el Pontífice.
