Desde hace 65 años, a raíz de una guerra, centenares de familias coreanas fueron separadas. Hoy después de décadas, gracias a la primera ronda de encuentros, más de 200 coreanos del Norte y del Sur tuvieron por primera vez contacto con sus familiares.
Contexto …
Uno de los sucesos tempranos que tuvo la Guerra Fría, fue la Guerra de Corea, evento que se llevó a cabo de 1950 y 1953, entre la República de Corea (Corea del Sur), y la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte).
Este conflicto, que tuvo más de 3 millones de civiles muertos y casi el 15% de la población del norte exterminada, fue declarado como uno de los eventos más sanguinarios de la historia. Además, fue uno de los primeros conflictos internacionales, ya que Corea del Sur estuvo apoyada por varios países comandados por Estados Unidos, mientras que Corea del Norte, fue apoyado por China y la Unión Soviética.
Antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética acordaron dividir Corea en dos, trazando una frontera en la península, con el fin de que el norte quedara a cargo de la Unión Soviética y el sur a cargo de Estados Unidos. Y aunque tiempo después se realizaron negociaciones para reunificar el país, se desató la guerra cuando Corea del Norte invadió al Sur en 1950.
Histórico encuentro …
Tras la celebración de varias reuniones este año entre el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, se firmó un compromiso entre ambos con el objetivo de poner fin a una guerra de más de siete décadas y de alguna forma simbolizar la paz en el lugar de la división con un equilibrio en la península coreana.
Por eso, las dos Coreas organizaron un total de 20 rondas de encuentros entre familiares separados para cumplir algunos de los acuerdos. La primera de estas reuniones se dio cuando los surcoreanos cruzaron la frontera para reunirse con sus familiares residentes en el Norte, suceso que finalizó ayer.
¿Cómo fue la preparación para el encuentro?
Los primeros ciudadanos surcoreanos llegaron a Sokcho, ciudad fronteriza, en donde fueron recibidos por funcionarios del ministerio de Unificación de Seúl, quienes les dieron las respectivas instrucciones sobre el desarrollo de los encuentros, el protocolo a seguir y lo que les era permitido hacer o no.
Además, fueron revisados en un examen médico que determinaría su estado de salud, ya que era importante encontrarse en buenas condiciones por el sometimiento a un momento muy intenso, físico y emocional. Algunas personas necesitaron equipos para desplazarse por su avanzada edad, otros fueron apoyados por familiares más jóvenes.
Participación en las reuniones
Esta primera ronda de reencuentros se realizó en un hotel del monte Kumgang, en la costa suroriental norcoreana, que también será lugar de la segunda ronda que se celebrará entre este jueves 23 de agosto y el domingo 26 de agosto, reunión que estima una participación de más de 300 surcoreanos y 83 norcoreanos.
El reencuentro se prolongó durante seis sesiones en tres días, que sumaron aproximadamente 12 horas. La mayoría de estas reuniones se llevaron a cabo en un salón del hotel, en mesas redondas, bajo una enorme bandera de la Cruz Roja, en dónde podían dialogar y compartir alimentos.
A pesar del histórico suceso, se puede considerar que es poco tiempo para hablar sobre lo ocurrido desde la separación. Quienes fueron testigos de los encuentros aseguraron en medios de comunicación que las conversaciones fueron encorsetadas y rígidas, ya que eran vigiladas por funcionarios de los países quienes supervisaron lo que se habló, por lo que no hubo espacio para la espontaneidad.
Posterior a las reuniones sólo hubo oportunidad para un encuentro íntimo que se permitió en las habitaciones de cada familia, en el que compartieron un almuerzo y sus últimos momentos juntos. Esto último se consideró importante porque, según la agencia surcoreana Yonhap, por la edad de las personas separadas, puede ser la última vez en que se puedan ver.
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Algunos apartes de las conversaciones
- Hwang U-sok, afirmó a los medios locales que, “no podía conciliar el sueño en la víspera debido a los nervios antes de reencontrarme con mi hija, que vive en el Norte”.
- Han Shin-ja, mujer de 99 años, no pudo hacer mucho más que llorar cuando vio a sus dos hijas, Kim Gyong-sil y Gyong-yong, ambas ya con 70 años.
“Tenía tantas preguntas que hacerle, tantas cosas que contarle, pero elegí con sumo cuidado mis palabras y solo dije lo que consideraba realmente necesario. Temía por mi seguridad, por si acaso… Nunca sabe si habrá problemas en el Norte”: Kim Hui-yong.
- “Mis padres y dos de los hermanos se murieron antes de poder volver a verte. Yo lo conseguí, así que cumplí el sueño de toda la familia”: Señora Kim.
A continuación podrá disfrutar algunos apartes de un video realizado por Associated Press (AP) y difundido por El País. Aquí podrá apreciar el momento en el que centenares de personas se reencuentran con sus familiares.