Por: Bonny Alexandra Florez Uribe
La comunicación profesional, es esa parte esencial que todos los comunicadores, deberían de sostener a lo largo del tiempo desde el punto de vista, educativo y de práctica, en pro a desarrollarse con y dentro de los lineamientos de la ética y los valores que la componen.
Por muchos años y en la actualidad, la comunicación social se presenta, especialmente en medios como el periodismo, la publicidad, la política y las redes sociales, que se basan en gran medida en la capacidad de persuadir a la audiencia, bien sea en contra o a favor de alguna ideología logrando persuadir a la audiencia; y para llegar a ello los comunicadores acuden a diversas técnicas de argumentación, falacias, y silogismos, hasta lograr su cometido.
Aunque estas técnicas en gran medida son poderosas, también con llevan un potencial ético, donde es necesario que sea cuestionable, debido a que está en juego la profesión desde los propios valores, como personas y el ser como comunicador; pues hasta qué punto se podría llegar, para lograr un posicionamiento dentro de la industria, sin importar que se dice, cómo se dice, que fuentes están siendo acotadas, y de qué forma se está llegando a una sociedad.
Es importante entonces, mencionar que haciendo buen uso de las diferentes técnicas existentes para el desarrollo de una buena profesión en el campo de la comunicación, la argumentación estructurada en el proceso de presentar razones para apoyar o refutar una afirmación, es totalmente necesaria, pues desde estás bases depende convencer a la audiencia sobre la veracidad de una información clara, concisa y de calidad, acompañada de razonamientos coherentes, y no desde las mentiras o falacias.
El periodista o comunicador, puede hacer uso de la argumentación lógica para desacreditar una teoría, presentando hechos verificables, estadísticos y verídicos. De esta forma también lograr un posicionamiento en la industria, pero con los valores y bases necesarias.
En la actualidad con los diferentes medios de comunicación, y gracias a los avances en la tecnología a raíz de la globalización, las herramientas y medios de interacción, son un puente mayor para llegar a mayores masas, y así mismo el alcance de la información a la que podemos estar involucrados.
La distorsión de la información, las noticias falsas, la información errónea, las fuentes no verídicas y acreditadas, son el diario vivir, y hacen parte del desarrollo dentro de la sociedad, es aquí donde se depende del profesional en su campo de la comunicación de qué forma se desarrolla y se muestra para la misma sociedad. La información, y las noticias, diariamente abundan y como sociedad estamos sometidos a ser consumidores de dicho mercado, o medio, pues se respiran noticias donde estemos; aquí es donde debe existir un cuestionamiento de que consumimos como espectadores, y hasta qué punto permitimos que la desinformación nos consuma.
Como profesionales, es importante ser conscientes de que se le está aportando al mundo, como y de qué forma se presenta dicho desarrollo en el medio, desde el punto de vista ético y coherente, siendo consecuentes con la información bien sea verídica o falsa; haciendo buen uso de las herramientas tecnológicas y las herramientas de persuasión pero desde las bases sólidas y certeras.
