Por: Angélica Miranda.
Hay situaciones en las que se compromete la vida, existen vivencias que hacen que las personas tengan miedo y esto puede trascender dejando huellas en los sentimientos. Es por este motivo que Diana Zea, Luisa Rodas y María Fernanda Carvajal, han expresado sus anécdotas a través de la literatura, donde los personajes de sus historias presentan situaciones cotidianas que llevan al lector, o en este caso específico, a las lectoras a afrontar sus temores y aprender de ellos.
Estas tres grandiosas escritoras han plasmado por medio de las letras, los acontecimientos más significativos de su vida, poniendo al descubierto sus pensamientos y recuerdos. Es por esto que se abrió este espacio llamado “Mujeres con criterio”, en donde estas tres empoderadas mujeres buscan, a través de la literatura y del compartir de experiencias mediante una charla cercana, empoderar a otras mujeres y así, demostrar que a través del arte de las letras se pueden superar los miedos y ser un ejemplo para otras y otros.
La charla pretendía que a través de sus historias literarias y personales, las asistentes pudieran encontrar una aliada, un espejo que reflejara situaciones que cualquier otra mujer puede vivir y que puede despertar en ella miedo, inconformidad, inseguridad, tristeza, etc. Esto lo logran a través de sus libros y los protagonistas de las historias que los componen, otorgándole a las mujeres, una nueva perspectiva y enfrentándolas a sus miedos, de una manera cultural en donde las letras y la comunicación juegan un papel protagónico, pues fue el hilo conductor de la experiencia vivida el pasado jueves.
Esta charla no solamente dejó en evidencia el gran talento de estas tres mujeres, escritoras colombianas, sino que además demostró que el empoderamiento mediante la cultura toca fibras realmente sensibles y edifica mediante la empatía y la resiliencia.
Respecto al evento, Mónica Rodríguez, gerente general del Centro Comercial Palatino, lugar de encuentro del mismo mencionó “queremos que en nuestros espacios el público pueda compartir sus temores y alegrías, que exploren los sentimientos de manera literaria como una experiencia personal e intransferible”.
Y aunque este espacio fue pensado en principio para mujeres, la apertura fue, sin lugar a dudas a todo el público pues el arte no segmenta, al contrario, une y permite cerrar las brechas de discriminación de todo tipo, permitiendo entonces que todo aquel que quisiera asistir a este bello encuentro, disfrutara de él y aprendiera de la mano de estas tres escritoras colombianas.
Por su parte, Mónica Rodríguez, comenta que Palatino le apuesta a la cultura y que espera poder mantener abiertos estos espacios en donde se pueda plasmar el arte en todas sus formas y convertirse no solo en un lugar de entretenimiento, sino de unidad, empoderamiento y música, danza y cultura en la ciudad de Bogotá, pues afirma que esos son los espacios que la ciudad necesita para promover el desarrollo social.