La noche del pasado 18 de mayo, alrededor de las 8:45 pm, se presentó la detonación de un artefacto explosivo frente a un establecimiento de venta de motocicletas, ubicado en inmediaciones de la avenida principal del municipio de Acacías, en el departamento del Meta.
Según las autoridades, tiempo después se encontró un segundo artefacto que no estalló y fue controlado por los organismos técnicos competentes. Estos han concluido que se trata de presuntas retaliaciones de las disidencias de las FARC frente a las extorsiones hacia algunos comercios del municipio.
En UNIMUTO Radio, el Secretario de Gobierno del municipio de Acacías Jhon Alexander Garcia contó lo que fue y está siendo noticia en esta zona del país.
“Esta situación se presenta por las disidencias o grupos armados residuales que están extorsionando a los comerciantes del municipio. Estos están siendo citados al área del sur del departamento, en el municipio de Vista Hermosa, en una vereda bastante retirada de ese municipio, con el propósito de exigirles pagos para no atentar contra las estructuras de sus negocios. Es una forma de ejercer presión cuando los comerciantes no atienden estos llamados”, según el Secretario de Gobierno.
Según el secretario, estos sucesos han sido resultado de decisiones del gobierno con el acuerdo de paz, no obstante, en la región hay excombatientes que sí optaron por el cese de las armas, “El municipio de Acacías cuenta con el ETCR Mariana Páez, que es el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación donde hay 140 familias firmantes del Acuerdo de Paz. Los hemos recibido, apoyado y han sido abrazados por la institucionalidad, y de alguna forma se están vinculando a la paz”.
Sin embargo, Alexander García destaca que el proceso de paz ha dado buenos resultados hasta donde los excombatientes han querido, “La paz sí funciona, entendiendo que dejemos las armas y nos preparemos para el tema de la paz, pero estos grupos quieren seguir delinquiendo, quieren seguir extorsionando y quieren seguir presionando a los comerciantes para acrecentar sus arcas económicas. Recibirán de alguna manera la respuesta de parte del Estado, que es lo que esperamos que el Gobierno Nacional haga”.
Según García hay grupos que desean seguir delinquiendo y se espera que el Estado dé una solución a estos sujetos apegados a la extorsión y otros tipos de delitos hacia la comunidad acacireña, “El tema de la violencia está llegando a niveles que no se veían desde hace aproximadamente 10 años. Se va a llevar a cabo un consejo de seguridad donde esperamos contar con toda la fuerza institucional y de alguna manera mirar las acciones que vamos a ejercer frente a esto. Se tiene certeza de que efectivamente este atentado sí es de parte del frente 53 de las FARC”.
Por otro lado, el funcionario se refirió a la postura y a las respuestas que el Gobierno Nacional ha tenido con los grupos armados ilegales que se han potencializado nuevamente en el país, “La verdad es que uno nota una especie de tranquilidad y de conformismo. No se ve una actitud proactiva por parte del Gobierno Nacional frente a atacar como se debe a quienes de alguna manera tuvieron la oportunidad de firmar los acuerdos de paz y no se reincorporaron a la vida civil. Hay una pasividad por parte del Gobierno Nacional. Por parte de la fuerza pública, como el Ejército y la Policía, sí se ve una actividad más activa, pero no como se quisiera, porque yo sé que a ellos les han reducido mucho el presupuesto y de alguna manera no pueden operar como ellos quisieran”.
Y agregó que el trabajo mancomunado de la población dio como resultado en las pasadas semanas la captura de cuatro personas que presuntamente estarían entregando panfletos con insignias y mensajes del grupo guerrillero, aunque un juez los dejó libres posteriormente, “Ha sido total el respaldo y el apoyo de la comunidad y de los comerciantes. Sin embargo, hace aproximadamente 10 días, se dio captura a tres hombres y una mujer que estaban repartiendo panfletos alusivos a las FARC. Estos fueron capturados, sin embargo, y es paradójico pensar, que no hayan recibido una buena acogida por parte del fiscal. Más demoramos en capturarlos que el fiscal en dejarlos libres porque no encontró mérito para su captura. Es muy compleja la situación que uno se encuentra en el territorio y de alguna forma lo único que nos toca hacer es trabajar con lo que de alguna forma podemos enfrentar a estos grupos”.
