Por: María Fernanda Rodríguez
El gobernador de Santander, Mauricio Aguilar y Silvano Serrano, gobernador del Norte de Santander, firmaron un acuerdo de voluntades para salvaguardar el páramo de Santurbán, mostrando su oposición a la minería en este territorio, bajo el proyecto ‘Gran Santander’.
“No vamos a cambiar una gota de agua por un gramo de oro. Así mismo, hoy ratificamos el compromiso con otras autoridades ambientales, pero también como gobernador del departamento de Santander donde tengo mi compromiso y responsabilidad de proteger todos nuestros ecosistemas”, manifestó Mauricio Aguilar, gobernador de Santander durante la firma.
El acuerdo busca proteger este ecosistema de más de 100 mil hectáreas, que abastece al 70 % de la región. El páramo de Santurbán tiene una extensión aproximada de 142 mil hectáreas, una altura entre los 2.800 y 4.290 metros sobre el nivel del mar y está conectado directamente con los complejos de páramo Almorzadero, Cocuy, Pisba y Tota-Bijagual-Mamapacha, por ello, la importancia del mismo.
El gobernador del Norte de Santander, Silvano Serrano, aseguró que la minería pondría en riesgo el territorio y propuso al turismo de manera sostenible, como una forma para generar economía, teniendo en cuenta que Santurbán se encuentra entre los lugares más hermosos del país.
Los ejes del acuerdo que llevaron a cabo los gobernadores son:
- El desarrollo productivo y fortalecimiento empresarial de Santander y Norte de Santander a través de programas que permitirán enfocar la competitividad, la internacionalización, la modernización y la productividad para micros – pequeñas empresas y para el sector agricultor. Al igual que con distritos regionales de innovación y productividad basados en la economía naranja y el fomento del emprendimiento.
- Fomentar el desarrollo histórico, cultural y turístico desde fortalecimientos de infraestructura y oferta de servicios con posadas rurales, rutas, gastronomía, hotelería y parques temáticos y de agendas educativas que resalten la importancia de la identidad nacional, de memoria histórica y de equidad de género.
- La conexión intermodal y logística desde proyectos viales que suplan las necesidades de los dos departamentos, entre las que se encuentran: el mejoramiento de la conectividad, aeropuertos, frecuencias aéreas, mantenimiento de troncales y vías, además de garantizar la navegabilidad del río Magdalena y la reactivación del transporte ferroviario.
- La protección del medio ambiente, el uso sostenible de los recursos naturales y la defensa del ecosistema. La defensa de Santurbán, la conservación de páramos y humedales estratégicos y el rechazo de la explotación minera a gran escala.
- El eje de consolidación de paz tiene como objetivo fortalecer la capacidad institucional para la prestación de servicios sociales como salud, educación, vivienda, servicios públicos y servicios migratorios, así como también, vigilancia, control y terminación de las actuaciones delincuenciales en la frontera y atención integral a los municipios afectados por el conflicto y la violencia.
Impacto ambiental
Los páramos son uno de los ecosistemas más destacados en el país, hay 36 montañas de este tipo las cuales producen aproximadamente el 70% del agua que consumen los colombianos. Allí se origina el agua para abastecer a cerca de 2 millones 200 mil personas de los municipios aledaños y el área metropolitana de Bucaramanga.
La empresa que busca la licencia ambiental por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), es la Sociedad Minera de Santander (Minesa), una multinacional árabe que lleva desde el 2015 en la región.
Una comisión técnica conformada por varias organizaciones y especialistas en biótica, hidrogeología y socioeconomía, presentó un estudio compuesto por 386 páginas, que da cuenta que existe una conexión entre las aguas afectadas por el proyecto minero y las aguas que arriban y abastecen al Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, a través del río Suratá. Además, el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cardenas, afirmó que debido a ese proyecto minero, en el futuro podría presentarse desabastecimiento hídrico para la región. Allí también se hace mención a las afectaciones que podría sufrir la biodiversidad del páramo de Santurbán, afectando al menos a 60 especies de flora y fauna, al igual que 10 nacimientos de agua.
El estudio resalta que el 81% de los impactos ambientales y socioeconómicos de este proyecto son negativos, inclusive, se habla de un posible derrumbe que podría en riesgo la vida de miles de personas, con la construcción de relaves (conjunto de desechos de procesos mineros), ya que este se ubicaría en una zona de alta inestabilidad geológica.
Protección a los 36 páramos de Colombia
Se propuso una iniciativa, liderada por la alcaldesa Claudia López, para que todos los mandatarios locales y gobernadores del país soliciten a la UNESCO que se declare a los 36 páramos existentes en Colombia como patrimonio natural de la humanidad y reserva de biósfera. La propuesta señala que esta sería la única forma de frenar la opción de que se produzca explotación minera en ecosistemas encargados de regular el agua.
Otro de los promotores es el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, quien mediante un trino manifestó “Unámonos como país y declaremos los páramos patrimonio nacional y de la humanidad. El cambio climático es una realidad mundial y debemos proteger nuestros territorios, el medioambiente, el agua y la vida. No permitiremos que exploten el páramo de Santurbán y contaminen el agua”. El gobernador de Magdalena, también expresó su apoyo.
Sin embargo, aún no se ha consolidado del todo la propuesta, ni se ha determinado la metodología para efectuar una solicitud formal. Esta iniciativa ha sido bien recibida por sectores académicos, ambientalistas y políticos, además de las expresiones de apoyo que se han visibilizado entorno a esta y al acuerdo al que han llegado los gobernadores de Santander y Norte de Santander, con el fin de proteger el páramo de Santurbán.