Durante los dos últimos meses cientos de personas han participado en las manifestaciones en las que expresan su oposición al proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde el territorio de Hong Kong a China, en donde serían juzgados. De igual manera rechazan las decisiones de la presidenta ejecutiva Carrie Lam, quien respalda esta intención.
Como parte de la lucha, los jóvenes se han manifestado cada fin de semana. Igualmente han cometido actos de alto “riesgo”, el mes pasado se tomaron la sede del Consejo Legislativo de Hong Kong, lugar donde rayaron paredes con frases antigubernamentales y pintaron el escudo de la región como expresión de protesta.
En las últimas horas se hicieron con las salas de ‘Chek Lap Kok’, el principal aeropuerto que sirve la Región. Este hecho provocó la cancelación de todos los vuelos que se iban a llevar a cabo el día lunes, justificaron su actuar como protesta por la violencia policial que se ha dado en medio de las movilizaciones.
Aunque no existe una solución real a la problemática, las diferentes protestas han logrado congelar el desarrollo de dicha ley, “se ha suspendido todo el servicio de facturación para los vuelos de salida. Excepto los vuelos de salida que ya han facturado y los vuelos de llegada que ya se dirigen a Hong Kong”, afirmaron las autoridades.
Las concentraciones se estaban dando en aquel lugar desde el viernes 9 de agosto. Este aeropuerto es el número uno del mundo en movimiento de mercancías, octavo en pasajeros y atiende a más de 75 millones de viajeros anuales y más de 200.000 diarios.
Todo este embrollo se da porque en las últimas semanas Pekín ha endurecido sus medidas de enfrentamiento contra los manifestantes, sus tonos amenazantes de posibles intervenciones a la fuerza, han producido en varias ocasiones que los protestantes ataquen a los policías con objetos contundentes. El gobierno al mando considera que estos son crímenes y que son características con las que puede dar cabida el “terrorismo”, de tal manera que el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang se refirió sobre este tema:
“Los manifestantes radicales de Hong Kong recurrieron en varias ocasiones a objetos extremadamente peligrosos para atacar a los policías, lo que constituye un crimen grave y revela signos incipientes de terrorismo”.
De igual manera, en pasadas intervenciones, Yan, lanzó una advertencia de “quien juega con fuego muere quemado (…) es un grave desafío a la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong”.