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¿Quienes se verán más afectados económicamente tras el COVID-19 en Colombia?

Conozca los sectores que mayores implicaciones a nivel económico tendrán por la crisis sanitaria.

Por: Anye Tejedor Leal

Desde el anuncio del aislamiento preventivo nacional, una nube de incertidumbre cubría el país, deliberados despidos y suspensiones de contrato. Quienes podían seguir operando desde casa (con el famoso teletrabajo) llevaban de alguna manera la ventaja, otros, como el sector de la construcción, pararon por completo la operación; la lista de afectados es grande, pero lo que está claro es que Colombia no estaba preparada para una crisis de tal magnitud. Sin embargo, es clave comprender que todo lo que sucede actualmente a nivel económico tiene precedente en la situación del país desde antes de la emergencia salubre.

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Breve contexto económico de Colombia antes del aislamiento preventivo.

 La Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal) alertó en su informe “Proyecciones de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2019 y 2020” que en este último año la región cumpliría 7 años de un bajo crecimiento económico, lo que resulta en un deterioro del 4% de ingreso per cápita, es decir, la capacidad adquisitiva por persona sería menor. En el mismo informe se advirtió que las economías “Especializadas en producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos caerían un -0.2%” este es el caso de Colombia.

El déficit de la balanza comercial seguía incrementándose, esto significa que Colombia importa más de lo que exporta, el informe del DANE “Serie histórica de importaciones por país 1980 a 2020” es evidencia de que Colombia importa en gran cantidad productos como televisores, computadores, productos químicos y aceites refinados desde Estados Unidos (que se consolida año a año como el país del que más importaciones realizamos); desde Alemania cámaras fotográficas y de video, aeronaves e incluso satélites; Automóviles familiares y de turismo que se dividen entre Corea, México y Japón; medicamentos y otros productos farmacológicos gran parte de México; elementos para el hogar y juguetes principalmente de China; Desde Argentina cereales, aceites naturales, semillas, frutos y alimento para animales; Legumbres, raíces y  tubérculos provenientes de Canadá, entre otros.

Todo esto, ya significaba la quiebra y constante crisis de muchos sectores nacionales, como el agro, que venía reclamando al gobierno garantías para que su producción no se perdiera (Como el caso del sector lechero, exigiendo al Gobierno Nacional que no se firmara el TLC que importaría productos desde Australia y Nueva Zelanda).

Por otro lado, el DANE informó a principios del presente año que el desempleo tuvo un aumento de 39.000 nuevos desocupados, lo que suma 3.216.000 personas en condición de desempleo, sin contar a quienes viven de la informalidad, en el rebusque, el mismo DANE muestra que en el trimestre de diciembre del 2019 a Febrero del 2020 “en las 13 ciudades y áreas metropolitanas, la proporción de hombres ocupados que eran informales fue de 45,2%, mientras que esta proporción para las mujeres fue de 48,6%.

A esto le añadimos que el alto consumo de los colombianos está respaldado por la deuda, un informe de ASOBANCARIA arrojó que la deuda de consumo ascendía a 143,7 billones de pesos, gracias al mismo informe es posible darse cuenta de que en Colombia, hay más demanda de deuda por consumo que para adquirir vivienda.

Panorama económico frente al COVID-19.

El precio del petróleo cae hasta menos de $20USD, gracias a la sobre oferta terminamos con un Petróleo más barato, difícil de vender y que la misma genera más costos que ganancias. Al ver la situación en la ya vulnerable economía colombiana la famosa inversión extranjera (con todos sus dólares) se va de Colombia. Esta fuga de capitales desemboca en una devaluación del peso.

El dólar (que ya aumentaba a niveles alarmantes) se dispara aún más, las importaciones se encarecen, en una entrevista para el Heraldo en el año 2016 Rafael Mejía en ese entonces Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) aseguró qué: “En cada una de nuestras comidas estamos consumiendo importados, si desayunamos pan, fue elaborado con trigo importado, si almorzamos pasta, también y si cenamos cerdo o pollo, fueron alimentados con concentrados hechos a partir de importados”, esto es claramente preocupante, pues muchos de los productos de uso diario dejaran de ser accesibles. Al aumentar los precios, se reduce la capacidad de consumo.

 El aislamiento obligatorio paraliza el funcionamiento de muchos servicios como bares, turismo, transporte, etc. Dadas las pérdidas de estos sectores, la economía se resiente aún más; Un restaurante debe responder por arriendo, servicios, materia prima y otros gastos que al disminuir la capacidad de sus consumidores más la prohibición puede resultar en el despido de  parte o el completo de su personal, para luego no invertir en crear nuevos empleos; Quienes más sufren esto, son las MiPymes, la mayoría de estas viven del día a día, su capacidad no da para sobrevivir a condiciones como las actuales, resulta siendo probable que empresas más grandes o bancos a quienes estas le deben, terminen por absorberlas, lo que significaría una concentración mayor del capital, grandes empresas se adueñan de nuevos sectores.  

Según Alejandra Osorio, subdirectora de la seccional Bogotá de la asociación colombiana de micro, pequeños y medianos empresarios (ACOPI) Las MiPymes generan un aproximado de 8´300.000 empleos formales (el 85%) a pesar de eso, son quienes más corren riesgo, pues la inactividad económica de ya casi un mes deja la preocupación de como cubrir costos fijos y variables, los empresarios han tenido que recurrir a recursos propios y agotar el flujo de caja para cubrir la nómina, arriendos y servicios públicos (que son los 3 rubros más apremiantes), pero el principal, señala,  es la nómina, pues son conscientes de las familias que hay detrás de sus empleados y que deben llevar el pan a sus casas.

 El Gobierno Nacional, “habilitó” líneas de créditos directos que supuestamente permitirían un mayor flujo de caja y el pago de nómina para evitar despidos; Sin embargo, lo que se evidencia es que de estos empresarios presentan inconvenientes para acceder a ellos, principalmente por tramitología,  otros son negados y para algunos es imposible dado el contexto demostrar solvencia afirma Osorio, hay que tener en cuenta que muchas de estas empresas no tienen una vida crediticia (por barreras que les fueron impuestas mucho antes) y esto dificulta aún más la aprobación de los créditos. Fuera de lo anterior, los créditos no suponen una solución a mediano plazo, pues muchas empresas no podrán recuperarse económicamente de la manera esperada, otras entrarán en procesos de quiebra, en este sentido, se podría generar una triple contingencia que cause una mayor crisis ya que si estas empresas no pueden cumplir con sus obligaciones, el estado debe responder por las garantías, por los créditos y a todos los desempleados.

ACOPI propone el congelamiento de los arriendos comerciales e industriales con posibilidad de reducción del predial para el propietario, que pueda ser diferido a cuotas a varios años, pues es claro que algunos de los propietarios de estos espacios dependen económicamente de ellos y así cobijar a arrendatarios y empresarios; Por otro lado, que el Gobierno Nacional financie el 70% del costo de la nómina, esto representa menos de un punto porcentual del PIB. Según la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) el 70% de las empresas están en riesgo de quiebra.

El Banco Mundial en los últimos días calculó que es probable que el PIB se contraiga hasta un 2%, Luis Luna Economista Becario asistente de Docente de la maestría de Estadística de la Universidad Nacional de Colombia señala que el panorama para el 2020  es poco prometedor, de hecho es probable que el año se cierre con una fuerte crisis económica nunca antes vista, en ocasiones anteriores, se ha logrado salir adelante atrayendo remesas (ganancias que los emigrantes envían a su país de origen) pues Colombia depende fuertemente de lo que suceda en las economías extranjeras (principalmente de Estados Unidos) y al ser una crisis mundial, esta posibilidad es nula.

 Para Luna, la prolongación de la crisis en gran medida depende de las decisiones que se tomen a nivel político, respecto a lo cual, cabe una fuerte crítica al Gobierno Nacional puesto que, por ejemplo, mientras a las MiPymes les ofrece deudas, a los bancos liquidez; De continuar así la crisis puede extenderse más de dos años.

La actual crisis sanitaria ha significado un golpe económico para todos; Sin embargo, es claro que quienes sufren y sufrirán más son quienes componen esas altísimas cifras de desempleo e informalidad, la gente que lo único que tienen, es su fuerza de trabajo; Hoy las clases media y baja se discuten entre el hambre o el riesgo de contagio. Los trapos rojos en las ventanas como señal de auxilio y las movilizaciones de personas desesperadas pintan a masificarse a causa no solo del coronavirus, si no de las lesivas medidas que está tomando el gobierno nacional, no es momento de soluciones a medias. De esto te habla Colombia, viejo.

| Nota del editor *

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