Por: Paola Rodríguez y Karen Cruz
El debate sobre la regulación de la hoja de coca y sus derivados volvió al Congreso de la República de Colombia, después de ser aplazado por causa de la emergencia sanitaria del Covid-19 en junio del año pasado.
El proyecto prevé que la venta de cocaína se implemente bajo estándares de salud pública y reducción de riesgos, por lo que las ventas de cocaína se limitarán a un gramo por persona en la semana sin posibilidad de acumulación, además, para esta iniciativa, se propondrá establecer una cooperativa de agricultores para el cultivo de hojas de coca, que quedará en manos de las víctimas del conflicto armado u otros grupos vulnerables del país.
El senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social, Feliciano Valencia, líder indígena de la comunidad Nasa, junto al senador Iván Marulanda Gómez, encabezan el proyecto de ley.
El documento del Proyecto de Ley 236 de 2020 establece que: “La presente ley tiene como objeto proteger la soberanía nacional y los derechos fundamentales de los colombianos a una vida digna, a la salud y al libre desarrollo de la personalidad, de conformidad con la Constitución Política de Colombia. A través de la creación de un marco regulatorio para el cultivo, transformación, producción, fabricación, adquisición a cualquier título, importación, exportación, almacenamiento, transporte, comercialización, enajenación a cualquier título, suministro, financiamiento, distribución, consumo, porte y posesión de la hoja de coca, de sus derivados y de los productos que la contengan”.
Para Orlando Díaz, ciudadano y agricultor del departamento de Cundinamarca, las estrategias planteadas han fracasado, el consumo ha aumentado y la producción, el tráfico y la violencia, de la mano de grandes estructuras criminales, han crecido también.
Es hora de una ley que regule el cultivo y la distribución de la hoja de coca, las políticas que han prohibido estas sustancias derivadas no han logrado ningún efecto positivo en los territorios, la culturas y la sociedad, al contrario, ha traído más cultivos ilícitos, narcotráfico y consumo de drogas, y las consecuencias cada día afectan más al país y a sus habitantes.
Es indispensable que se haga frente a la realidad y aceptar su existencia, por eso es necesario que esta ley sea un hecho para frenar la situación y generar cambios positivos para toda Colombia, mencionó Feliciano Valencia.