Cuando nuestro cerebro nos hace creer que somos un fraude.
Por: Alejandra Llano Agudelo -Estudiante Comunicación social -Uniminuto Cali
Recientemente la ex reina de belleza y presentadora María Fernanda Aristizábal, confesó en una entrevista para el programa “Lo sé todo” del Canal 1 que padece del síndrome del impostor, una condición que le genera un miedo constante a que descubran que “no es tan buena en lo que hace”, además, le impide reconocer sus propios logros y pensar que su éxito ha sido por suerte o por factores externos.
Además de María Fernanda, otras personalidades como Sofía Petro, la hija del presidente Gustavo Petro y Shakira han confesado que padecen de este síndrome que aún no está tipificado como un trastorno, pero que ya se han hecho varias investigaciones para determinar sus causas y el impacto a nivel mental y emocional que puede generar en quienes lo padecen.
El síndrome del impostor genera una sensación constante de inseguridad que conlleva a una serie de pensamientos negativos y autodestructivos haciendo sentir a quien lo padece como un completo fraude, que no es tan bueno en lo que hace, que no puede conseguir logros o si ya los consigue piensa que fue producto de un golpe de suerte o por factores externos, negando su propio mérito todo el tiempo.
El término fue creado por Pauline Clance y Suzanne Imes, quienes publicaron un artículo en 1978 donde analizaban los resultados de una investigación que desarrollaron sobre la afectación de este síndrome en mujeres con altos cargos y reconocidas por su trayectoria profesional pero que tenían dificultades para reconocer sus propios logros o sentir que no se merecían estos reconocimientos.
Este síndrome puede ser generado por la constante exigencia de resultados en su entorno laboral o profesional, el miedo al fracaso y la comparación con otras personas incluso puede tener sus raíces en las etapas tempranas del desarrollo cuando los padres muchas veces tienden a comparar a sus hijos con sus hermanos o con otros niños.
Aunque no es un síndrome exclusivo de las mujeres, los estudios realizados sobre este tema han demostrado que prevalece más en ellas que en los hombres, esto puede tener sus causas en la competitividad generada en el mercado laboral por la falta de oportunidades para las mujeres y la exigencia de “perfección” que recae sobre ellas en cualquier ámbito en el que se desempeñen.
Es por esta razón, que no es de extrañarse que una artista tan talentosa como Shakira, una de las máximas exponentes musicales de nuestro país a nivel mundial con una trayectoria artística de tantos años, pueda sentir que no es suficiente o que no se merece todos los reconocimientos que ha logrado obtener en su carrera.
Las personas que padecen del síndrome tienen dificultad para balancear su vida laboral con su vida personal, exigiéndose más que otros porque sienten que deben sobresalir siempre, que no pueden pedir ayuda y que deben demostrar constantemente que son capaces y que son buenos en lo que hacen, al punto que pueden afectar su salud mental y emocional por el desgaste físico y mental.
Una de las recomendaciones para tratar el síndrome del impostor es justamente aprender a manejar tu tiempo, distribuir tus tareas, pedir ayuda si es necesario a un compañero o a una persona que sepa del tema, evitar los pensamientos negativos que generan la sensación de que no lo estamos haciendo bien, descansar el tiempo necesario, compartir tiempo de calidad con tus seres queridos para despejar la mente, establecer metas que puedas cumplir y aprender a reconocer tus propios logros y darte el mérito por ellos.
Lamentablemente, vivimos en una sociedad donde la productividad del ser humano se mide por la cantidad de horas que le dedica a su trabajo o la realización de cualquier actividad que sea calificada como productiva o beneficiosa para él o para los demás, es muy fácil sentir que no puedes parar porque estas desperdiciando tu vida, que eres un fraude o que no eres suficiente, incluso el adagio popular reza “el tiempo perdido los santos lo lloran” insinuando que no puedes desaprovechar ni un minuto de tu día ya que es necesario estar en movimiento todo el tiempo para ser alguien “valioso” en la sociedad, sin embargo, es importante reconocer y establecer los límites para cuidar la salud física y mental y sobre todo aprender a reconocerse a sí mismo por los logros alcanzados.
Referencias:
