Escucha nuestras emisoras: 🔊 AUDIO EN VIVO |

Escucha nuestras emisoras: 🔈 BOGOTÁ 1430 AM | 🔈 CUNDINAMARCA 1580 AM | 🔈 TOLIMA 870 AM | 🔈 SOACHA | 🔈 NEIVA | 🔈 SOLO MÚSICA

Teatro en tiempos de pandemia

"Yo creo que en general el arte les pertenece a todos los seres humanos, es inherente al ser humano" Álvaro Rodriguez

Por: Juan Pablo Dueñas Quiroga y Luisa Fernanda Bejarano

Álvaro Rodríguez es director del teatro “Casa Tea”, actor, guionista, productor, que cree en el arte como mecanismo de paz. Los tiempos del director ahora se ocupan en la preproducción de obras para Casa Tea, que a partir de la contingencia necesitó crear espacios virtuales. El contacto se produjo para hablar con estudiantes universitarios, en una entrevista, sobre la afectación económica que ha tenido el teatro a partir de la contingencia del Covid-19.

- Patrocinado -


Juan Pablo Dueñas: Damos bienvenida a Álvaro Rodríguez; él es actor, productor y director de Casa Tea y viene a hablar con nosotros sobre la afectación que tiene el teatro por la contingencia del Covid-19 y la no reapertura de las salas. ¿Qué tal Álvaro?

Álvaro Rodríguez: Buenas tardes, gracias por la invitación.

Luisa Bejarano: Álvaro, como ya sabemos usted es el fundador y director de la sala de teatro Casa Tea ¿Cómo nace este proyecto?

Álvaro Rodríguez: Casa Tea tiene una cola bien larga, el grupo lleva 22 años de existencia. Como cosa extraña en este país, por los universos culturales y artísticos, nosotros hemos ensayado hasta en la calle, canchas de basquetbol, en La Concordia, en plazas de mercado. De pronto, en el teatro La Candelaria y la corporación nos prestaban los espacios de vez en cuando para hacer funciones cuando estrenábamos.

Eso fue lo que siempre he soñado. Soñaba con tener un espacio para la creación, para hacer lo que nos dé la gana, porque a nosotros nos gusta hacer nuestras propias obras empleando la creación colectiva que es la formación que yo he tenido, todo con el teatro La Candelaria y particularmente con el maestro Santiago García, que iniciando la pandemia se nos murió, esto me despertó como la justificación en todo lo que yo había hecho desde niño y me puse a estudiar y a justificar mi existencia. Estuve 25 años en el grupo La Candelaria, yo siempre tuve un trabajo aledaño, me retiré de La Candelaria y estuve con el grupo de teatro estudio Alcaraván; de pronto un compañero nos dijo que había un local en la 19 con cuarta, en el centro comercial Los Ángeles, que lo estaban alquilando y que eso podría servir para el teatro, yo me vine con mucho entusiasmo y con susto de la subsistencia y mantenimiento del lugar, claro que yo ya había hecho un préstamo para la cuota inicial de un apartamento porque yo no tengo nada propio. Cuando llegué el espacio nos gustó, pero tenía dos pisos, tenía unos baños atravesados, un muro y yo hablé con el dueño y le dije: “el espacio nos gusta mucho, pero que había que hacer el teatro”. A lo que nos respondió “pues yo lo alquiló así; haga lo que quiera, pero yo no tengo un peso”. Entonces me permitió y saqué lo del préstamo y unos ahorros que tenía yo de la televisión, lo metí e hicimos esta salita maravillosa.

El grupo se llamaba Teatro Estudio de Alcaraván y entonces a raíz de espacio le pusimos Casa Tea (Casa de Teatro Estudio Alcaraván), ahí empieza en realidad el sueño maravilloso que nunca se detiene, que es la creación artística, pero viene el cuento de la manutención del mantenimiento del espacio, del pago del arriendo, de empleados que se necesitaban. Paila con los empleados, nosotros mismos hicimos todo el trabajo administrativo, no sabíamos nada de eso, afortunadamente Paola Guarnizo y otra actriz del grupo que han entendido lo que en ese entonces se llamaba actor de nuevo tipo, que simplemente cómo se debe comportar un actor en un país con esta austeridad en cuanto a la vaina económica y a las políticas del estado, que realmente son nulas, entonces en el camino empezaron a entender y a administrar. Yo me encargaba de la parte administrativa, pero la administración por los lados, lo que es firmar y lo que yo escasamente podía colaborar, porque además para el cuento de la informática soy un poco escaso, yo estoy acostumbrado a dirigir presencialmente la escena y la actuación, al cuento de la dramaturgia y al espacio teatral, al (cronotopo) que es una palabra que nosotros siempre manejamos. La relación siempre tiempo-espacio. Entonces hicimos el repertorio de unas obras que ya habíamos montado como lo son Las Peregrinas, La Caída de la Águila, intentamos montar nuevas obras, inicialmente la escribí yo a partir de una improvisación que se llamaba La Brújula, aún no hemos podido culminarla porque tenía mucho gasto. Llegamos a trabajar una obra a partir de la masacre de El Salado, con unos parámetros motivadores, sabíamos mucha información, periodistas, escuchamos charlas, leímos libros y Paola Guarnizo hizo un texto maravilloso a partir de las improvisaciones, discusiones y análisis.

Ella motivó el cuento. Se fue a escribir y efectivamente llegó con un cuento maravilloso porque emplea mucho la parte metafórica y poética, ya que la masacre de El Salado fue una de las masacres más terribles, aunque todas son terribles, esta es muy reconocida porque se emplearon 25 tipos de ruptura en esos tres días que estuvieron masacrando gente, aunque ya previamente habían matado y posteriormente siguieron matando, pero fueron tres días muy crueles, donde hubo violaciones de todo tipo, mejor dicho, infinitas. Lo grato de la propuesta, es precisamente que parte de una relación más bien amorosa y que lo que más me encanta es que no tiene pala, no tiene sangre, no tiene nada de esas cosas que es lo primero que se muestra, ya que es muy evidente, el padecimiento humano en las relaciones cotidianas a partir de la presencia de toda esta gente. Surgen de unos personajes que están ocultos, ya que siempre se conoce al paramilitar, se conoce al que disparó, pero ¿los que están atrás qué? por eso creamos unos personajes metafóricos por el poder que está atrás.

Esta obra de alguna manera trajo mucho público, la gente se entretenía mucho, incluso había momentos en los cuales no había cómo acomodarlos ya que en la sala caben 80 personas y llegaban unas ciento y pico de personas, nos tocó empezar a controlar eso y planificar un poco, pero realmente esta obra ayudó a manejar un poco la parte económica, porque siempre la política del Estado con respecto al arte y la cultura ha sido nefasta y mucho más con el teatro alternativo, los grupos independientes, que siempre se está creando a partir de las circunstancias del país y de los momentos históricos, de los momentos culturales. Todo lo que ha hecho el arte a través de la literatura es historia, es dar cuenta de los momentos más importantes de la historia de la humanidad. Nosotros siempre nos pegamos a las problemáticas nuestras, a los conflictos que vivimos.

Eso no le gusta mucho a la televisión, a los gobiernos y por eso siempre nos han limitado mucho en los presupuestos para la cultura, no solamente porque esto no les produce mucha plusvalía, no les produce riqueza ya que la riqueza del arte es otro cuento, si no que les molesta mucho que se les metan al rancho cuando las temáticas tienen que ver con los conflictos sociales, con los conflictos humanos cada vez más terrible por consecuencia de las políticas de los poderosos del dinero que cada vez se apoderan más del país y de las riquezas de este. Eso es una pelea dura, siempre ha sido difícil ¡y llega la pandemia!

Luisa B: Álvaro, tengo una pregunta con respecto a la masacre de El Salado, al realizar esta obra ¿no le trajo consecuencias? ¿no lo intentaron callar? ¿no intentaron censurar la obra?

A.R: Pues eso no deja de haber personajes nefastos que intentan amenazar, pero eso lo han hecho siempre. De hecho, esta obra coincidió con los Acuerdos de Paz y así permitió que nos invitaran a varias zonas veredas, en Antioquia estuvimos en los veredales y fue una función maravillosa. No había teatro, fue en una especie de cancha armada con unas guaduas a basa de alambre, con alambrado y sin escenografía. Cayó un aguacero impresionante, tocó empezar en medio del agua, cuando paró de llover quedó pura neblina rodeando el escenario, eso fue una cosa bellísima y el público era campesinos, guerrilleros, indígenas, policías, Ejercito, gente de la ONU, incluso había gente que había estado en la masacre de El Salado, también gente desplazada y que habían vivido fuertes agresiones a causa del paramilitarismo. La gente lloró.

Los Acuerdos de Paz ayudaron, aunque ya están acabando con todo esto. En un país como Colombia de lo que más se habla es de “paz y de amor” y son las palabras más pisoteadas. La guerra a las instituciones les conviene, porque esto no puede generar una democracia, porque se tiene que vivir más equilibrado, cada vez se está acumulando más ¿por qué cada vez se acumula más el capitalismo? porque esta es una industria bélica, atacan el narcotráfico, atacan la guerra, atacan todo, pero es lo que son, son unos ideólogos, todo esto es una cosa fascista. como por ejemplo ahorita, hablando de que los están atacando, que a la gente les gusta la guerra que, porque son de la guerra, que ellos son los que venden las armas, semejante matón y él siempre ha vivido de eso, acá atacan el narcotráfico, los mismos ideólogos del narcotráfico, atacan a los paramilitares, los propios ideólogos del paramilitarismo atacan la corrupción los más corruptos del país. Entonces en medio de cosas y agresiones, si nos daba miedo, pero yo creo que acá es donde se generaron debates muy gratos y esto mismo fue lo que hizo que nos invitaran a otras zonas verdearias, nos invitaban a universidades, a espacios de otros gremios, que llegaran muchos estudiantes a las salas. Esto siempre ha sido agresivo, desde que yo estaba en el Teatro La Candelaria nos allanaron, porque “habían armas” y eran las armas de palo de la obra “Guadalupe en Los Años Sin Cuenta”, en Caquetá también cuando empezaron toda esta carreta del proceso de paz, también que porque teníamos armas, fusiles de palo, eso fue tan terrible que acá tuvieron que sancionar al comandante que hizo el allanamiento, porque la gente se manifestó, los trateros del mundo entero se manifestaros, las embajadas de Colombia, España, Dinamarca, Inglaterra, Alemania, Holanda, en todas partes y tuvieron que sancionar a el tipo, pero ya teníamos que poner escoltas en la puerta. Uno debe tener prudencia y todas las cosas, pero uno sabe en lo que se ha metido, todo el que hable en contra de algo de la industria, tiene un objetivo militar y eso es inherente, eso al contrario da temas para las nuevas obras.

Juan Dueñas: Ahí si quedaron terribles.

Luisa B: Total.

A.R: Ahí sí paila porque se cerró todo, ahí sí todos para la casa a encerrarnos y a pelear con el cuento de la inmobiliaria, a dialogar con los dueños para ver cómo hacer para no perder la sala de teatro; pero ¿cómo hacer para seguir pagando $3’200.000 cuando el teatro no está produciendo nada? porque además de las comisiones nosotros nos ayudábamos con talleres para niños, con talleres de música, grupos alternativos que no tenían espacio y les prestábamos para que se presentaran aquí, ya que ese es el propósito, no solamente nosotros sino solidaridad.

Se logró llegar a un acuerdo, ya que ayudaron más los dueños que la misma inmobiliaria. Me ha tocado tener situaciones un poco duras y afortunadamente un abogado amigo, nos ha ayudado a enfrentar esto de manera muy solidaria.

Entonces ¿cómo ha afectado esto? Pues, por un lado, este despelote económico, porque cada uno se las rebusca por su lado, porque sabe que aquí no podemos invertir, Paola dicta clases, compañeros dictan talleres, pero todo se frenó, todo se paró.

Juan P: Preciso de todo lo que nos has contado, desde la masacre de El Salado, hasta los allanamientos, el impacto que han tenido en las veredas, ese impacto social que se genera desde el teatro, que sé que es un impacto muy grande, ¿cómo se representa, por ejemplo, en el público joven, que ve sus obras? ya sea en el teatro, sea en una vereda, sea en la calle.

A.R: Los jóvenes son el mayor público que nosotros tenemos, hay gente que también le gusta mucho el teatro y es gente que es muy regular en la asistencia, pero con el público se está renovando, incluso en los colegios, los profesores de literatura, de comunicación social, es decir, ha venido mucha gente y según la carrera, o según los temas que se estén tocando en las universidades es muy grato ver que el lenguaje que se maneja, de acuerdo a las temáticas de la obra o a la propuesta , a la propuesta estética, siempre hay una diferencia en los foros, según los temas que estén tratando. Los que estudian comunicación social, los amantes del video, los apasionados por el lenguaje de la historia o el lenguaje del arte, los de plástica, pintores que han venido aquí porque la obra tiene una propuesta plástica, de hecho, un pintor nos ayudó el maestro Cadis Sosa. La juventud siempre ha ayudado a mantener vivas las obras, por su participación, por las preguntas que tienes, las intervenciones y los debates, me gusta los debates deja de ser genérico, me gusta los resultados de porque le gusta o porque no les gusta, cuando hay debate es muy grato para mí, logra que las personas salgan hablando distinto y preguntándose cosas, me parece muy importante de los jóvenes en este espacio.

Luisa B: Álvaro, usted como menciono y dejó muy en claro que en Colombia la cultura se está dejando a un lado, que no se ve apoyada por el gobierno, ¿usted cómo cree que es mejor impulsar el teatro?

A.R: Yo creo que en general el arte les pertenece a todos los seres humanos, es inherente al ser humano, la música nace del ser humano, todo el mundo canta así sea en el baño, la danza nace por el ser humano, todo el mundo baila, ya sea en alguna rumba o cumpleaños. Todo el mundo trabaja la plástica, tú Luisa Fernanda te paras en el espejo y miras qué color, textura, maquillaje, todo esto es del mundo de la plástica, del universo pictórico, todos tienen arte, otra cosa es que otros nos dediquemos a eso. Yo creo que el arte, como función de búsqueda poética es para todo el mundo. El arte es metafórico, entre más posibilidades tenga de lectura es mucho más rico, esa es la diferencia entre la ciencia y el arte, la ciencia tiene un solo significado, el arte está a la interpretación de cada uno.

Pero la interpretación de cada uno, porque a través de estos medios conductistas, la televisión hecha carreta, establecen unos gustos, una conducta, creen que el entretenimiento son Sábados Felices y no señor, el entretenimiento tiene que ver con el conocimiento, con la sabiduría. El tema de verdad está en que usted se entretiene con muchas cosas y la posibilidad de ver una pintura, para poder leer un campesino, en términos sociológicos así usted no haya estudiado sociología entonces el respeto está en la diferencia, porque el arte si no habla de nosotros entonces de quién va a hablar; habla de nuestros sentimientos todos somos tristes, alegres, melancólicos, amamos, odiamos, chucha, caspa y pecueca. Por eso yo no creo en esos personajes que son buenos o malos, no creo en esa terminología moralista dentro del teatro, porque si es bueno, pues que le mete mucho camello y es riguroso, pero eso no garantiza nada, porque si el trabajo es muy bueno, pero al público no le gusta. Siempre es un riesgo, es una búsqueda hasta el final, uno muere buscando, cómo el ser humano nace buscando la felicidad, hasta el último suspiro, no hay nada quieto. Por eso, eso de bueno o malo no lo creo, sino la búsqueda del ser humano en sus conflictos, frustraciones, suspensos, etc. y en todo lo que somos siempre nos movemos, nunca nada está quieto.

Luisa Bejarano: Usted ha hecho teatro, cine, televisión y por lo que puedo percibir, no sé si sea errónea mi percepción, usted resalta más en el teatro ¿por qué?

A.R. Pues el teatro lo he hecho desde niño, éramos 13 hermanos, mi papá quebró, yo trabajo desde los 7 años, cargando mercado, entonces en la casa nos tocaba hacer los juguetes a nosotros. Para jugar fútbol, empezamos con pelotas de papel, con medias, unas pelotas del carajo.

Juan Pablo: ¡Son las mejores!

A.R. En los pesebres un hermano recogía la parafina del 8 de diciembre, el día de las velitas y con eso hacía el burro, el buey, el niño Dios. Es siempre el rebusque porque nosotros no teníamos juguetes. A nosotros nos daban un huevo entero cuando cumplíamos años, pero nunca se dejó de mamar gallo; es una de las virtudes que les agradezco a papá y mamá, había conflictos de los más grandes como en todas partes, pero nunca se dejó de mamar gallo, entonces eso generó una solidaridad entre nosotros y lo sigue siendo. Entonces, hacíamos música con ollas, yo cogía las tapas de la cocina, claro que después algunos aprendieron a tomar armónica y yo siempre actuaba en las izadas de bandera, mi mamá nos hacia los moños con retazos y grupo de teatro que salía, grupo en el que yo me metía y ya en bachillerato apareció un profesor de literatura que yo quiero mucho porque montamos una obra y fue el primero que empezó a hablar de lo absurdo y a meter la carreta y protagonice y gané la primera beca en Cali de teatro en la Escuela de Bellas Artes, entre otras cosas no puede estudiar allá porque me tocó prestar servicio militar, cuando llegué ya era tarde y el director me dijo que esperaba y me vine para Bogotá porque había un hermano estudiando medicina y resulté estudiando antropología, no sé por qué, pero siempre con la intención de hacer un grupo de teatro.

Lizandro Duque,  director de cine, que es también de Sevilla me empezó a ayudar a crear el grupo y me invitó al Teatro de La Candelaria con unas obras culturales que yo hacía donde la gente hacia sketch y a partir de ese culebrero, “Arrímese caballero que yo no vengo a dejarme ni a dejar engañar a nadie y aquí el que quiera que lo engañe que vaya que lo engañe su madre que se llama Margarita, ta, ta, ta” me siguieron invitando y me invitaron a ser participe del Teatro La Candelaria, dejé la antropología, yo qué estoy haciendo aquí y me puse a estudiar arte dramático. Entonces, yo siempre, toda la vida, así como haber tomado una decisión de hacer teatro, no, siempre me ha gustado. Y por el Teatro La Candelaria iban productores, actores, directores y todo ese carretazo, me empezaron a invitar y toda la vida he hecho es teatro y cine.

Juan Pablo: Bueno y cuando pensaste, “bueno vámonos por el teatro” todo ese proceso que nos acabas de contar, nunca se te cruzó o en realidad sí lo has hecho: la música.

A.R. Toda la vida. Me ha gustado la música y soy un frustrado de la música, tengo un hermano músico, entonces lo pueden mirar que es muy divertido. Julián Rodríguez, anótenlo ahí, búsquenlo por YouTube y les dedico “Poema de Amor”. Es una bacanería, es muy divertido y contundente tema, es muy conocido, de hecho, él estuvo en Europa mucho tiempo. Entonces, siempre afortunadamente en el Teatro La Candelaria estuvo una época en que las obras tenían mucha música, siempre me ha gustado la percusión, me tocó hacerles a las congas, montamos “Guadalupe, anos 50” entonces me tocó aprender a tocar las maracas, recitar poemas llaneros. En “Vida y Muerte Severina” se retiró un compañero que era guitarrista, me tocó ahí las notas de unas canciones que cantaban y ahí surrungueo la guitarra. Luego con Luz Estella Luengas y Hernando Forero música en La Candelaria tenemos un trio, pero un trio de recocha y por ahí nos contratan y algunas canciones y nos reunimos pocas veces, porque cada uno tenemos un trabajo diferente en horas diferentes, pero cada que tenemos oportunidad, claro que sí tengo músico al lado de pronto me canto mis canciones. Paradójicamente una boliviana me adivino la suerte y me dijo que yo había nacido para ser músico, que me puede ir bien en el teatro, pero que en el fondo había nacido para ser músico y he sido un frustrado de la música; pues al teatro me le pegué con todo, me encanta, me apasiona y ha sido bastante exigente, pero le aprendí, siempre le aprendía, estuve en muchos procesos de montaje, con él se estudia, se experimenta, sale uno muy loco, había que estar inventando de manera constante, creerla en el corazón, creerle a los sueños de cada uno, entonces todo eso me ha puesto feliz y después me invitan a cine, que me apasiona, pues la música la tengo para el rebusque, pero no es lo que más me apasiona.

Juan Pablo: Una preguntica, en Colombia la inversión que hay sobre la cultura es muy poca por decir que en muchos lugares no hay inversión y en otros países sucede que sí ¿cómo es la mirada la falta de apoyo económico en la cultura? Porque sí creo que la cultura es un pilar muy importante en el desarrollo de la sociedad.

A.R. Pero es que a ellos no les interesa, según la ONU del presupuesto nacional el 2% se le debería dar a la cultura, acá es el 0,00008% porque todo lo que no les produzca dinero está tenaz y como siempre el arte es crítico, el arte se pega de los conflictos humanos, sociales, de los conflictos de la historia; para donde usted lo mire, sin conflicto no hay drama, mire todas las historias de Shakespeare, Hamlet, son conflictos a muerte por el poder, siempre da cuenta de eso, entonces como cada vez esto está más anti democrático, más facho, más paramilitar, hay que acumular la plata como sea, por lo menos del país, lo que es del estado, porque el estado somos todos, lo que se debe distribuir para todo el mundo, ellos se lo están apropiando para ellos y entonces ya le hacen creer a todo el mundo que los políticos son ellos y que ellos son los que saben administrar, cuando los políticos son todos, pero entonces la gente “No, yo en política no me meto”, “A mí no me interesa la política”.

Entonces les metieron el cuento a la gente, ese tipo de institucionalidad no le conviene el arte porque para ellos no les produce plata, por eso están armando el cuento de la economía naranja; planificar para que la cultura y el arte les produzca, ese simplemente es el cuento y además a través de esa conducta de pensamiento, pues intentan apoyar lo que venda, no el placer estético de la música, como pasa con el vallenato por ejemplo; ustedes están muy jóvenes, pero si estudian el vallenato de los grandes narradores, juglares bellísimos, poetas, eso era una berraquera. A mí el vallenato de ahora no me gusta. Hacen música es para vender. Eso ha logrado el capitalismo, que se produzca para vender, lo que hace la televisión, por eso no me gusta la televisión; no la televisión como video, audiovisual, pues como no me va a gustar el audiovisual; eso pasa con la televisión. Están interesados en lo que vende, en el culo, en la teta. Como en la publicidad, un culo acá y al otro lado un descabezado, en cambio en el cine hay un trabajo más riguroso, a ellos no les interesa porque en parte son culpables de ello.

Luisa Bejarano: Bueno Álvaro, ¿Casa Tea se ha visto económicamente afectada por la pandemia?

A.R. Pues claro, no nos podemos presentar. No podíamos inventar nada porque todo el mundo encerrado en su casa y como siempre una convocatoria que abre el ministerio, pero eso es una lotería. Ahoritica ya sacaron como tres premios del ministerio cuando solo en Bogotá hay más de 90 grupos y querían abrir pensando en el presupuesto, el presupuesto que ellos tienen es como el teatro Colón, ahí si porque hay espacios para público de dos metros, pero no las salas pequeñas, de los barrios, en Fontibón, hay un grupo famosísimo, reconocido por fuera, crearon sus propias obras, que son montadas por fuera, grupos presentados en México, España, pero que aquí no reconocen porque aquí no hay sino Teatro Nacional y Casa E, que aquí está mal, son teatros que publicitan Caracol y RCN. Nosotros también nos hemos vimos afectados, toco pedir que nos bajaran el arriendo; ahora nos ganamos una convocatoria y viene en mierdero de los montajes que no es por teatro, sino que ahora es por audiovisual y ese es un camello y es para meterlo uno en el cuento administrativo y sigo enculebrado, en cambio 117 billones que cuanto le han entregado a Sarmiento, a los bancos. Cómo así que un platal a Avianca que ni siquiera es colombiana y aquí gente muriéndose de hambre.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

Otros contenidos

Contenidos populares