El pasado 28 de octubre, se llevó a cabo la conferencia Tecnofeminismo a cargo de la socióloga australiana Judy Wajcman, en la cual se tocaron temas como la desigualdad de género, estereotipos sobre la relación de la mujer con la tecnología y la participación de las mujeres en el mundo de la ciencia.
Estereotipos en el mundo tecnológico
Wajcman habló sobre la confrontación entre los movimientos feministas y la tecnología en la década de los 80 porque en ese entonces la sociedad no creía que las mujeres tuvieran la habilidad para trabajar en empresas tecnológicas y desde entonces en algunas partes del mundo el estereotipo se mantiene.
Esta situación la inspiró a escribir 8 libros para exponer un análisis sobre género y tecnología desde los estudios sociales con el fin de contribuir en el reconocimiento y a la eliminación de estereotipos relacionados con el papel de la mujer inventora a través de la historia. “Ya estaba claro que había una diferencia en la participación de mujeres en ciertas áreas, por eso, desde hace mucho tiempo se escribe para motivar a las mujeres a participar en tecnología”, expresó la socióloga.

Tecnología para las mujeres
En otro momento, la socióloga resaltó la importancia de re definir lo que es tecnología, porque las estufas eléctricas, lavadoras, planchas, etc, no eran reconocidas antes como elementos tecnológicos, sino como objetos de lujo que no necesitaban las mujeres.
En parte, ese pensamiento hizo que no se avanzara en la tecnología doméstica que tanto necesitaban las mujeres de ese entonces y actualmente todavía no se inventan muchos productos tecnológicos enfocados en las necesidades de ellas, incluso fuera de las labores domésticas. “La tecnología tiene un potencial transformador y tenemos que ser críticas”, opinó la invitada.
Visibilizar a las inventoras
Posteriormente, la invitada se refirió a la necesidad de visibilizar el trabajo de las inventoras y sus contribuciones históricas en los elementos de uso cotidiano, pero todo empieza por cambiar las visiones que asocian a lo masculino con la tecnología y a lo femenino con la artesanía.
Por esto, critica a aquellos museos reconocidos mundialmente que promueven estereotipos de género a través de figuración materializada, donde asocian a la mujer como servidora mediante dibujos o figuras y no la representan en otras actividades importantes. “Tenemos que recuperar los inventos femeninos. Se cree que siempre son los machos los que inventan cosas y las mujeres no, pero hay muchas mujeres inventoras”, afirmó Wajcman.
Brechas de género
Finalmente, asegura que todavía hay desigualdades de género en la industria tecnológica y en muchos casos las mujeres son discriminadas al aplicar a ofertas laborales, muchas ocupan cargos menores y el ambiente laboral puede llegar a ser incómodo porque no se tienen en cuenta las necesidades de las trabajadoras.
Una situación que Wajcman comprobó en un viaje que realizó a Silicon Valley, donde la mayoría de trabajadores era hombres jóvenes solteros y vio a pocas mujeres realizando funciones de su mismo nivel. “Existe la misma discusión de si sus trabajos son o no amistosos con las mujeres, pero no lo son porque todavía tienen ideología del mundo de hombres solteros jóvenes”, dijo la panelista.

Sobre el laboratorio Tecnofeminismo, arte y disidencias
El Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) estará realizando el laboratorio virtual Tecnofeminismo, arte y disidencias desde el 28 de octubre hasta el 28 de noviembre, un espacio de encuentro e investigación entre corrientes feministas, expertos en tecnología e investigadores de temas digitales.
Esta serie de eventos virtuales, permite diálogos colectivos entre el público y los panelistas para entender la incidencia de la mujer en temas de arte, ciencia y tecnología a través de encuentros, conferencias, conversatorios, espacios de experimentación y creación.