Por: Laura Alejandra Pasachova – Ashly Dayana Gómez Guzmán
A diario más de 2’444.203 bogotanos se transportan por medio del sistema de Transmilenio, ya que este se ha catalogado como uno de los principales medios de transporte que sostiene y la movilidad de la ciudad. Sin embargo, se han conocido algunas problemáticas que han transformado este medio de transporte en algo inseguro, ineficaz y estresante con lo que los ciudadanos tienen que convivir día a día.
Y es que a diario se escuchan reclamos por el retraso de los buses, el mal estado de muchos de ellos, por la congestión en las distintas estaciones debido a las malas condiciones en las que se encuentran, por la cantidad de hurtos que se generan a diario y por los diferentes accidentes que se ocasionan por la falta de buses y mucho de ellos se ven colapsados por los usuarios.
Transmilenio S.A es una entidad pública la cual, según la página oficial, tiene como misión gestionar el desarrollo del Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá, en el marco del Plan Maestro de Movilidad, con estándares de calidad, dignidad y comodidad, con criterios de intermodalidad, con sostenibilidad financiera y ambiental, con una orientación hacia el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios y procurando la integración de la ciudad con la Región.
Sin embargo, desde años anteriores se ha podido evidenciar distintas problemáticas que han hecho que esta misión se vea cada vez menos. En primer lugar, se puede ver como la falta de biarticulados y el mal estado de muchos de ellos no ha permitido la correcta y eficaz movilización de más personas e igualmente, en vez de disminuir han aumentado las congestiones en las diferentes estaciones lo que ha generado más inseguridad, incomodidad e inconformidad por este servicio con el que los ciudadanos deben convivir día a día.
Esto se ha ocasionado debido a la no renovación de la flota que debió realizarse en el 2011 y que ha sido aplazada en dos ocasiones, haciendo que, en la flota actual, haya un 25% de buses que entraron en operación en el 2001, lo que se traduce en que cerca de 700 vehículos tengan 17 años de antigüedad y hayan recorrido entre 1.000.000 y 1.500.000 kilómetros (37 vueltas al planeta por la línea ecuatorial); lo que significa que la gran mayoría de los vehículos presentan un desfase tecnológico (por no haber sido sustituidos a tiempo, tal y como estaba contemplado).
Y a pesar de los diferentes progresos que ha tenido este sistema de transporte, en cuestión de la movilidad, se evidencia actualmente como todavía un pasajero toma mucho tiempo en trasladarse ya sea del portal del norte a uno del sur, esto teniendo en cuenta el tiempo extra que esperan en cada estación. De igual manera, las condiciones de cada estación han sido otras de las grandes dificultades, puesto que en horas pico es donde se ve la acumulación de pasajeros que día a día arriesgan su vida al estar por fuera de las puertas.
En esto coincide José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, quien aplaude el proceso, pero cree que si aceleran las adecuaciones, los usuarios pueden tener una percepción opuesta al objetivo de la renovación. “Ampliar la capacidad disminuirá la cantidad de gente esperando en las estaciones. Sin embargo, aún no ha impactado la cotidianidad de la operación. Hay que esperar la ampliación de las estaciones para que las bondades se vean. Si no se hace rápido se corre el riesgo de que los usuarios perciban que los buses no trajeron ningún beneficio” agregó Rojas en el periódico El Espectador.
Actualmente, la página web de RCN Radio señala que los candidatos a la Alcaldía de Bogotá como Uribe Turbay, quien fue secretario de Gobierno de Enrique Peñalosa, optan por continuar con todos los proyectos encaminados por la actual administración. Esto incluye obras como el metro elevado y Transmilenio por la carrera Séptima, de las cuales Turbay prometió vigilar de cerca. Una visión muy similar es la de Galán, quien también aseguró que es de vital importancia continuar con la obra tal como fue adjudicada, dado que es la opción más tangible. Además contempla la continuación de cuatro líneas de Transmilenio para alimentar al metro, las cuales son la Carrera Séptima, Avenida Cali, Avenida 68 y la Avenida Boyacá.
Por su parte, RCN Radio también señaló que Claudia López manifiesta que seguirá con el metro elevado (aunque prefiere el subterráneo como Hollman Morris) dado que no hacerlo implicaría multimillonarias multas. Pero que además pretende crear la segunda línea del metro hasta Engativá y Suba. Para ello, frenaría la licitación de Transmilenio por la Séptima y usaría los $2,4 billones de este proyecto para financiar el 30% de la ampliación del metro, confiando en que el Gobierno financie el 70% restante. En la práctica, esta visión es posible, pero nada sencilla. Si bien los recursos que menciona existen y podría no usarlos para Transmilenio, estos están destinados a la troncal. Utilizar esos recursos implicaría un nuevo trámite en el Concejo para que vayan a financiar al Metro. Finalmente, está el tema de la licitación de Transmilenio por la Séptima, que está suspendida desde abril por orden judicial. Sin embargo, en caso de que sea reabierta, la Alcaldía podría adjudicarla en poco tiempo, dado que en el momento de la suspensión estaba a una semana de elegir al contratista. Si esto sucede, López no tendrá más opción que continuar con la obra, tal como sucedería con el metro.
Es así como este 27 de octubre los bogotanos no solo eligen próximo alcalde sino también quiénes serán los concejales de Bogotá. Gloria Díaz, del partido Conservador, es una de las candidatas más sonadas ya que ha tenido una vida política muy activa, al haber desempeñado cargos como edilesa de Santa Fe, gerente de la Contraloría General de Boyacá y luego, desde el 2016 hasta el 2019, concejal de Bogotá. Es así como nuevamente le apuesta para seguir con este cargo.
Este año se conocieron varios rumores en el que se comenta que la concejal iba a una posible aspiración a la Gobernación de Boyacá pero el director departamental del partido conservador Carlos Siza comentó en el periódico “El Diario” que:
“En nuestro ejercicio de acercarnos a dirigentes que tienen el deseo de hacer parte de nuestro partido para las elecciones regionales, nos comunicamos con la concejal Gloria Díaz para preguntarle sobre la Gobernación de Boyacá, ella nos comunicó que se descarta la posibilidad debido a que volverá a aspirar al Concejo de Bogotá”.
Ahora bien, una de las propuestas actuales, que menciona la candidata en su otra red social “Twitter”, es proponer que la movilidad sea segura, accesible y eco sustentable. Sin embargo, desde el año pasado este tema ha generado gran controversia puesto que se ha visto un incremento en el costo de los pasajes en el servicio de transporte público y el servicio no mejora. Pues según la información suministrada por Transmilenio desde el año 2017 las deficiencias en el cumplimiento por parte de éste fueron causadas por fallas en los sistemas: motor 40%, eléctrico 21%, neumático 11% y transmisión 7%. Algunas de estas fallas han ocasionado accidentes en los cuales se ha puesto en riesgo la vida de sus usuarios.
Además, Transmilenio asegura que el origen del deterioro de las puertas, en su gran mayoría, es por el mal uso que hacen de éstas los usuarios –bloqueo, apertura forzada- para evadir el pago del pasaje; éstas deberían estar en óptimas condiciones para permitirles a los pasajeros el acceso seguro y adecuado, tanto a las estaciones como a los articulados.
La candidata asegura en su perfil de Facebook que participó en el Proyecto de Acuerdo sobre las tecnologías limpias en el parque automotor en el que a partir del año 2025 todos los buses que entren a operar en el sistema de Transmilenio sean 0 emisiones; al 2030 todos los vehículos de propiedad de la administración distrital sean eléctricos y para el 2040 el 100% de los vehículos que circulen en Bogotá sean cero emisiones.
Ante este tema, la Concejal Gloria Díaz comenta en la página del Concejo de Bogotá: “Estoy segura que los usuarios estarían dispuestos a pagar más por el pasaje, siempre y cuando, se viera reflejada la calidad en el servicio. Sabemos que el sistema tiene una falla estructural, pero la administración no puede justificarse en ello para aumentar el costo de los pasajes ni permitir la insuficiencia en la prestación de éste”.
Sin embargo, uno de los usuarios que toma habitualmente la ruta B14 desde el Portal Américas comenta que nadie le asegura que el servicio mejore a raíz de un aumento y si se formaliza “lo que quiere el Gobierno es ganar y no invertir, esto es de tiempo y dedicación”. Asimismo una joven de 20 años asegura que su salario mínimo no le alcanza pues está gastando casi 140.000 pesos en solo transportes y se ve bastante preocupada con el tema actual en donde el Gobierno pretende bajar al 75% del salario.
Además, según la concejal María Fernanda Rojas en declaraciones para El Espectador, asegura que: “Es un lío lo que le quedará al próximo alcalde, porque hay 22 estaciones que apenas están en estudios y diseños, y en el mejor de los escenarios serán entregadas entre abril y septiembre de 2020. Eso quiere decir que el sistema tendrá muchos problemas operacionales el año entrante, cuando los nuevos biarticulados entren todos a operar y las estaciones no estén ni cerca de estar listas”
Respecto a esto, la candidata Gloria responde en Twitter que se debe esperar el componente financiero que el nuevo alcalde presente al Concejo en la aprobación del nuevo Plan de Desarrollo.
Es así como ahora la pregunta es ¿el período constitucional, que es de 4 años, alcanza para realizar las propuestas de dichos candidatos? es decir, ¿éstas se podrían materializar dependiendo de la disponibilidad de recursos que tenga el Distrito y la voluntad política que tenga la administración, para que de la mano del Concejo se puedan sacar adelante?