En un mundo marcado por la guerra, crisis económicas, desenfreno, injusticia social de todo orden, en Lisboa se vivió un tiempo de alegría, esperanza, oración y cercanía en una misma espiritualidad, todo ello alrededor del mensaje del Evangelio de Jesús como la luz que siempre ha estado presente para todos nosotros.
La presencia y el mensaje del papa Francisco, que en esta ocasión lo hizo en español es claro; Jesús es el camino, la verdad y la vida.
La primera JMJ fue convocada por San Juan Pablo II en 1986 en Roma. Le siguieron la de Buenos Aires (Argentina) en 1987, la de Santiago de Compostela (España), en 1989 y la de Częstochowa (Polonia), en 1991.
Luego la Jornada Mundial de la Juventud se realizó en Denver (Estados Unidos), en 1993, en Manila (Filipinas) en 1995, en París (Francia) en 1997, y volvería a Roma para el año 2000. La última JMJ del pontificado de Juan Pablo II fue la de Toronto (Canadá) en 2002.
Benedicto XVI asistió a las JMJs de Colonia (Alemania) en 2005, Sydney (Australia) en 2008 y Madrid (España) en 2011.
El Papa Francisco asistió a las JMJs de Río de Janeiro (Brasil) en 2013, Cracovia (Polonia) en 2016, Panamá (Panamá) en 2019 y Lisboa (Portugal) en 2023.
“Y la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en Asia: ¡será en Corea del Sur, en Seúl! Y así, en el 2027 desde la frontera occidental de Europa se trasladará al Lejano Oriente: ¡Y este es un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia y del sueño de unidad de unidad que ustedes son testigos!”, expresó.