“Las Fuerzas Revolucionarias del G9 y sus aliados participarán llevándoles ayuda. Invitamos a todos los compatriotas a solidarizarse con las víctimas tratando de compartir con ellas lo poco que hay”, dijo en un video Barbecue, un expolicía al que informes oficiales y no oficiales relacionan con la masacre de 2019, en la que decenas de personas murieron en el populoso barrio de La Saline en la capital.
Se trata del segundo anuncio de este tipo en menos de una semana, tras el sismo del 14 de agosto que provocó graves daños en los departamentos Sur, Nippes y Grand Anse, hiriendo a más de 12.000 personas.
Antes, el exalcalde de Carrefour, Yvon Jérôme, aseguró que las pandillas no atacarían las caravanas que trasladaban medicamentos, alimentos, agua y otros insumos a las poblaciones afectadas, y que tampoco era necesario pagar una cuota para pasar en zonas como Martissant, en el sur de Puerto Príncipe.
Sin embargo, no son pocos los que muestran recelo con la aparente bondad de las pandillas que viven de extorsionar a través del control efectivo de zonas densamente pobladas y barrios pobres carentes de ley.
“Por el momento yo no pienso arriesgarme, sigue siendo muy peligroso. No se sabe cuándo la tregua puede acabar. Eso depende de un frágil acuerdo entre dos líderes de pandillas a quienes ya nadie controla”, dijo a Sputnik Samuel Max, profesor que decidió transferir dinero a sus familiares en el sur del país y aplazar su desplazamiento hacia Nippes, el lugar donde nació.
La cautela no parece en vano, este lunes medios locales reportaron que un autobús que cubre la ruta de Puerto Príncipe a Port de Paix, al noroeste de esta capital fue secuestrado, con una treintena de pasajeros a bordo.
El hecho ocurrió en la localidad conocida como Ti Bois d’homme en Gros-Morne y los familiares de las víctimas piden ayuda a las autoridades.
El Gobierno no se pronunció aún sobre la supuesta tregua que pondría una pausa a la guerra por el control del territorio protagonizada desde hace más de dos meses por bandas armadas.
“A pesar de la negociación de un corredor humanitario, las limitaciones de acceso y la inseguridad siguen siendo un reto importante para los socios humanitarios de todos los sectores”, reconoció en un informe la Oficina de Coordinación de Naciones Unidas de Asuntos Humanitarios.
En tanto, más de 130.000 familias precisan de asistencia con urgencia, pues similar cifra de viviendas se derrumbaron o sufrieron daños, y la situación es más acuciante en los pueblos del interior a donde la ayuda tarda más en llegar.