Por: Laura Camila Ortega
El Ideam reporta lluvias constantes durante los meses de marzo y abril en todo el territorio Colombiano. En La Calera, Cundinamarca, la angustia se convirtió en el pan de cada día para los calerunos y habitantes de sectores cercanos que transitan por la vía que conecta al municipio con Bogotá; sin embargo, no es de extrañar este sentimiento, puesto que han pasado más de 5 meses desde los derrumbes ocurridos el 12 de noviembre del 2022, debido a la última ola invernal, aun así, la vía se encuentra en condiciones que ponen en riesgo la vida de habitantes, conductores, trabajadores y quienes solo van de paso.
Para Andrea Gómez, quien se vio afectada por los derrumbes del 12 de noviembre, ya no es posible estar tranquila cuando se camina por la vía, el temor porque se siga derrumbando el sector El Tilatá, dado sus constantes cierres, cada vez que llueve, generan pánico y estrés al no saber cuándo se derrumbara nuevamente. Aquel fatídico día, no solo Andrea y su familia se vieron afectados; fueron 250 familias, según el reporte emitido por la Secretaría de Integración Social de Bogotá, a pesar de ello, el cierre preventivo de la vía tardó más de una semana y a la fecha no se ven cambios significativos en su limpieza y reconstrucción.
Durante la primera semana de emergencia, la Alcaldía de La Calera publicó múltiples comunicados de prensa en los cuales resaltaba el esfuerzo de su equipo de trabajo por recuperar el territorio víal y enviar las ayudas pertinentes a las veredas más afectadas, sin embargo, muchas personas se preguntan el porqué de esta información, ya que la limpieza de la malla vial le compete a la gobernación de Cundinamarca y a la POB (Perimetral Oriental de Bogotá). Estas entidades son las mismas encargadas de realizar e informar de los cierres tanto esporádicos como permanentes de los carriles, y que desde inicios del 2023 han restringido el paso más de 10 veces para prevenir emergencias.
Jhon Salazar, conductor y docente del colegio el Salitre, ubicado a pocos metros del sector El Tilatá, expresa su descontento con los trabajos realizados para mejorar la vía, “sinceramente no se ve que haya una gestión, se observó que todo diciembre y parte de enero no hubo trabajadores laborando en la zona, se veía si acaso uno o dos personas que daban la guía de tráfico” narra el docente, quien no solo teme por su seguridad sino por la de sus compañeros de trabajo y alumnos; como Ivan Barreto, estudiante de la IERD El Salitre, quien considera que puede existir un deslizamiento de tierra mayor, además de la inseguridad para los más pequeños, algunos de ellos deben irse caminando hasta sus casas y pasar por aquel sector cubierto a duras penas con unas mallas de contención y múltiples cercas.
¿Qué es la Perimetral Oriental de Bogotá (POB) y cuál es su trabajo?
Es una empresa establecida con el fin de ejecutar la construcción, rehabilitación, mejoramiento, operación y mantenimiento del corredor Perimetral de Cundinamarca, este corredor pasa por los municipios de Cáqueza, Ubaque, Choachí, La Calera, Guasca, Guatavita, Sesquilé y Sopó e incluye cinco unidades funcionales. En el 2014 la gobernación de Cundinamarca realizó el contrato No. 002 de 2014 (el “Contrato de Concesión”) con la Perimetral Oiental de Bogotá, pero se han hecho distintas prórrogas hasta el año 2022 según el decreto No. 032, publicado por la Alcaldía de La Calera, el contrato marca como objetivos principales plantear una alternativa de movilidad en este enclave geográfico y atravesar el Departamento de Cundinamarca, además de construir uno de los mejores corredores viales del país, cumpliendo con las especificaciones técnicas, sociales, ambientales y legales contempladas en el Contrato de Concesión y sus apéndices técnicos; sin embargo, muchos habitantes no ven reflejados dichos objetivos, lo que genera preguntas como, ¿Por qué si el contrato es del año 2014 y requería de estudios que previeran situaciones ambientales por el clima del departamento, fue de tal magnitud la emergencia? “La verdad nunca ha habido trabajo, lo único que hacen es tapar con plástico y una malla que no es resistente a la caída de una piedra”, contesta Diana Ramírez, habitante desde hace 40 años de La Calera.
Ante comentarios como estos, se trató de contactar con la ingeniera encargada del sector El Tilatá, pero no fue posible, sin embargo se tomó de la cuenta oficial de twitter de la POB tweets y videos en los cuales habla de que se deben realizar nuevos estudios y diseños a raíz de la ola invernal del año 2022, los cuales tardan de 4 a 6 meses, pero que permitirán generar una solución definitiva para que la Calera pueda retirar su declaratoria de emergencia y sus habitantes puedan vivir tranquilos y en condiciones adecuadas, no obstante, el malestar por las malas condiciones de la vía sigue presente.
Por parte de la Alcaldía de La Calera se han brindado distintas soluciones que alivien el malestar de los conductores, entre ellas el paso por vías alternas como El Codito o La Sabana; soluciones que no han sido recibidas con los brazos abiertos, puesto que generan más costos en peajes, tiempo y gasolina, además de la inseguridad que existe en algunos sectores de estas vías. ¿El sector Tilatá es el más afectado y en riesgo? “Claro que no, muchos hablan de lo peligroso que es que se derrumbe la montaña en el Tilatá, pero la curva del Guarapo está a punto de hundirse”, responde Sebastian Cárdenas, quien debe viajar constantemente de su vereda al pueblo.
La curva El Guarapo se encuentra a pocos kilómetros del área urbana del municipio de la Calera, desde el pasado sábado 12 de noviembre ha presentado múltiples grietas de gran tamaño las cuales han generado pánico entre los conductores, inicialmente la POB decidió nivelar el hundimiento con diferentes materiales, para luego pavimentar y posteriormente habilitar el paso por los dos carriles. Se esperaba que esto fuera suficiente para solventar la problemática, lamentablemente a pocas semanas de su uso normal se notaron inconsistencias en el terreno, lo que llevó nuevamente a la expansión de la grieta, por parte de la POB se decidió cerrar de nuevo y habilitar el paso a un solo carril de manera controlada; lastimosamente esto ha generado desconfianza en el trabajo y contrato que debe cumplir está empresa. Además de las constantes burlas que se presentan, ¿El trabajo realizado por la Perimetral Oriental de Bogotá es realmente el esperado?, “No, porque lo que uno espera es que se solucionen los problemas lo más pronto posible, además de bien hecho y no que hagan lo del trabajador que lo grabaron rellenando la grieta con un palustre y una cubeta con cemento”, responde Augusto Paternina, habitante de la vereda El Líbano.
Sin duda alguna la situación actual de la vía La Calera-Bogotá se encuentra en estado crítico, según el informe del Ideam del lunes 24 de abril las lluvias no cesarán hasta finales del mes de mayo, en el cual se verá una reducción de la ola invernal por todo el país, no obstante esto no representa una buena noticia para la vía ni sus habitantes, puesto que la Calera se encuentra en declaratoria de emergencia, por lo que no solo los habitantes, sino las autoridades se encuentran al margen de lo que pueda suceder; lo que sí es evidente es la urgencia por resolver estas malas prácticas y manejos en la vía, pues nadie desea repetir la tragedia de 5 meses atrás, sobre todo por las víctimas fatales que tuvo la misma. Al aire quedan muchas incógnitas que buscan ser resueltas, como ¿Por qué no se evacua a las familias que viven en el sector Tilatá?, ¿En los estudios que se realizaron en 2014 el terreno de la curva del Guarapo era totalmente estable?, ¿Se realizan estudios anuales del terreno por el que pasa la perimetral?, o ¿Qué tipo de trabajo se ha hecho en estos últimos 5 meses?; preguntas que merecen ser resueltas con argumentos, porque parece que a la respuesta favorita también le están haciendo estudios.
