Este lunes desde la Universidad Jagielloian, de Polonia, compartieron los detalles del descubrimiento del cuerpo celeste que podrá ser observado desde diciembre de 2019 y hasta septiembre de 2020.
El objeto, procedente del espacio exterior, se convierte en el segundo que se detecta tras el descubrimiento de ‘Oumuamua’ en noviembre del 2017.
Desde los telescopios William Herschel y Gemini Norte, ubicados en Hawai, se han verificado los datos e imágenes que hasta la fecha dejan con la incógnita de cuál será su destino.
Detalles del cometa:
“Está compuesto por hielo, polvo y rocas; tiene aspecto rojizo y un núcleo sólido con un radio de aproximádamente un kilómetro”, especifica la revista Nature Astronomy en un artículo publicado ayer en su página web.

“Inmediatamente nos dimos cuenta del coma (atmósfera que rodea al cuerpo) y la cola, características de los cometas que no se veían alrededor de ‘Oumuamua”, afirma Michal Drahus, investigador de la universidad polaca y uno de los autores del estudio.
“Los cometas del sistema solar se mueven en órbitas elípticas alrededor del Sol. Esto implica que vuelven a verse periódicamente. Sin embargo, Borisov es un cometa interestelar. Esto significa que no viene de nuestro sistema solar y que su órbita es hiperbólica. Hasta diciembre de este año se irá acercando al Sol, pero después se alejará para no volver nunca más”, explica Inés Pastor Marazuela, investigadora de la Universidad de Ámsterdam y coautora del estudio.
Por último y como invitación, si desea ver el cometa, lo más cercano que estará de la Tierra es el próximo 8 de diciembre del presente año.
Fuente: El Espectador y Revista Nature Astronomy