En algún momento todos han encontrado un docente que marcó la experiencia académica de alguna manera, la cuestión es ¿Qué característica de su labor o personalidad hizo que dejara una huella en sus estudiantes? A continuación 4 conductas y rasgos de la personalidad que identifican a los docentes sobresalientes:
- Confianza en los estudiantes
Un gran docente cree sinceramente en que sus alumnos son capaces de llegar al éxito y les exige de forma acorde. Esto no quiere decir que los errores sean vistos como un fracaso, sino que tiene la confianza suficiente como para motivarlos a superarlos y siempre llegar a más.
2. No le temen al cambio
Impartir un curso monótono y uniforme es un antídoto contra la motivación de los estudiantes. Los buenos docentes conocen el valor del cambio, la innovación y la sorpresa a la hora de infundir vitalidad y emoción en sus lecciones. No temen experimentar con nuevos recursos, arriesgarse ni salirse un poco de la norma para alcanzar sus metas.
3. Saben escuchar a sus estudiantes y se adaptan a sus necesidades
Los grandes docentes saben cuándo escuchar a sus estudiantes y cuándo brindarles apoyo emocional. No obstante, también tienen la intuición necesaria para saber cuándo ignorarlos y seguir con su instinto, ya que son conscientes de la utilidad de lo que están enseñando y su forma de hacerlo.
4. Tienen una actitud positiva y aman su trabajo
Los docentes que aman su trabajo son fáciles de reconocer, ya que transmiten una sensación de vitalidad y energía positiva en sus clases. A menudo también cuentan con un sentido del humor y creatividad que motiva a sus estudiantes a aprender con ellos, sin importar lo “compleja” que pueda ser la asignatura.
Tomado de: Universia.net