24 febrero, 2016
En momentos de dialogo político se hace necesario valorar el pensamiento de Camilo Torres.
La conmemoración de los cincuenta años de la muerte de Camilo Torres plantea la necesidad de revisar su legado, su compromiso como sacerdote, sociólogo y político que influyó de manera profunda en las ideas revolucionarias en toda Latinoamérica y ante la esperanza de una negociación con el ELN, permite abrir puertas de concertación y dialogo en una sociedad que busca por vías no armadas reformas importantes a nivel político y económico.
Junto a los profesores Alejandro Sánchez Lopera de la universidad del Bosque y Mauricio Archila de la Universidad Nacional, las Voces en Movimiento hicieron un análisis de la vigencia del pensamiento de Camilo Torres en el momento histórico que atraviesa Colombia.
Los principales aportes de Camilo están marcados por el compromiso con los sectores populares. La novedad de su pensamiento está en su concepción de una izquierda que no está representada en un partido político o en un único sector social, la plataforma del Frente Unido pretendía aglutinar diversos sectores y ámbitos dispares (la sociología, la creencia religiosa y la capacidad de una política construida desde abajo que pudiera transformar las condiciones sociales).
Su actualidad está en desplazarlo de la figura heroica por las condiciones de su muerte, para entender que Camilo recoge la lucha social de siglos, en un síntoma de las contradicciones de una sociedad signada por la violencia y en un esfuerzo por encontrar caminos de dialogo con esos sectores que históricamente no han sido llamados a generar una transformación radical.
En el plano religioso Camilo Torres revierte la idea de una cristiandad que es mistificación de la realidad. Más allá de la insitucionalidad de las jerarquías eclesiales, Camilo toca la experiencia cotidiana de la gente para entender la creencia religiosa como algo ligado al mundo que permite conocer la realidad y actuar sobre ella.
En lo académico, junto a Fals Borda desde el departamento de Sociología de la Universidad Nacional, plantea un conocimiento que no puede ser monopolizado por la academia sino que se construye colectivamente en la interacción con las fuerzas sociales. Entendiendo otras formas de saber dispersas en la cotidianidad que aportan en la objetivación de las problemáticas sociales y permite generar transformaciones en diálogo directo con el conocimiento científico.