La palabra corrupción, se ha tomado el diálogo constante de la ciudadanía. Es un tema que se escucha hoy en amplios lugares públicos, y que, sin duda, se relaciona con la política, con los imaginarios de poder y por ende con los gobernantes.
Con esta premisa, parafraseada, el espacio radial Rompecabezas dió inicio a su programa de esta semana.
Para compartir la forma como se entiende la corrupción, y se presentan propuestas para solucionarla, fueron invitados, Marcela Restrepo, co-directora encargada de Transparencia por Colombia, organizació que hace veeduría a la corrupción desde la sociedad civil.
Informa y recuerda además, Restrepo, que a pesar de lo antiguo del tema, la aceptación de su existencia y el señalamiento a su práctica, es nuevo.
Apenas en las décadas de los 80 y 90, empezó a reconocerse como un asunto por corregir. Y ahora, cuando el tema Farc dejó de estar en primera plana en todos los espacios, y se destapan tantos y más casos de corrupción, ella, ocupa un lugar de deshonroso privilegio.
Rompecabezas invitó también al profesor Esteban Mina, del Departamento de Ciencia Política y Relaciones, de la Universidad Javeriana, quien destacó entre otros asuntos, la forma en que la corrupción se ha interpuesto en la cultura colombiana.
Aquello de ser “vivo”, de ganarle al otro aún desde sentires inconscientes, aportan a la corrupción como práctica cotidiana.
Es un problema endémico, cuyo camino de solución es aún largo. Porque apenas en el gobierno actual, el que encabeza Juan Manuel Santos, se incluyó por primera vez en el Plan de Desarrollo el propósito de controlar y vencer la corrupción.
Mirando en el tiempo, apenas en 1991 con la nueva Constitución, se crearon las entidades más grandes con responsabilidades específicas para controlar la corrupción.
La Procuraduría, la Fiscalía y la Contraloría, cada una con responsabilidades específicas para lograr el buen uso de los dineros públicos.
Un programa muy interesante para la reflexión sobre el que puede llamarse, el peor de las males vigentes.