Andrés Felipe Perez Manzanres es instructor de Acroyoga desde hace aproximadamente tres años. Durante este tiempo ha visto resultados positivos en los procesos de quienes se han animado a practicar esta disciplina que, como él lo dice, cambia la vida totalmente.
En entrevista con UNIMINUTO Radio, Andrés habló acerca de los orígenes del Acroyoga, su relación con el Yoga y con otras disciplinas acrobáticas y las ventajas que se tiene al practicarlo de forma constante. Para esta disciplina no existen requisitos más que voluntad y saber escuchar, es un ejercicio que puede realizar cualquier persona, dice Andrés Felipe.
En términos generales, Andrés define el Acroyoga como “una disciplina relativamente nueva que mezcla la sabiduría del Yoga con el amor bondadoso del masaje tailandés y un poco del dinamismo de la acrobacia china. Es una práctica que se realiza en grupo, en pareja como mínimo, y genera la misma dinámica de las posturas del Yoga, con los mismos beneficios terapéuticos y energéticos”, describe Andrés, y destaca La particularidad del Acroyoga que es que una persona carga a la otra.
Los antecedentes de esta práctica se relacionan con distintas disciplinas acrobáticas, entre ellas el Acrofitness, pero que, como menciona Andrés Felipe, no son tan compasivas con el cuerpo. Así mismo Andrés habla de Jason Nemer, maestro de Yoga estadounidense y co fundador del Acroyoga junto con su novia Jenny.
No existen requisitos establecidos o condiciones necesarias para practicar Acroyoga, Andrés hace énfasis en que solamente es necesaria la voluntad. “Cuando una persona empieza a practicar Acroyoga, su primera clase es una confrontación directa con muchas emociones: la felicidad, el miedo, el reto personal; y después de su primera clase cada quien decide si lo toma, si se enamora profundamente y sigue, o si definitivamente prefiere otras disciplinas”. Afirma Andrés y habla del proceso de mejora en la elasticidad de las personas con quienes ha realizado esta práctica.